#y el segundo todavía peor porque vamos; de nuevo
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lilietherly · 10 months ago
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[Lilieth's Daily]
Comunicado espacial: bitácora de la capitana.
Hoy se cumplen tres meses de la muerte de mi padre.
Y puede que no hayamos tenido la mejor relación, que no lo haya extrañado ni una sola vez en una década y que se fuera de una manera tan repentina que todavía hay momentos en los que me siento en shock; de todas formas, por los escasos, mínimos, cortos y simples buenos momentos, aún fue un golpe significativo. No lo peor que me haya pasado, pero incluso así, un golpe bastante fuerte.
Cedí a su favor una pequeña parte de mí y ahora ese pedacito también murió, reconstruir todo lo que hay y hubo a su alrededor será una tarea compleja y extraña, en donde abandonarme a mi misma (como él lo hizo, tantas, TANTAS veces) no es opción... Sin embargo, tampoco será fácil.
Bien, bien, no quiero desviarme y colocar aquí todos mis pensamientos, este lugar no es tanto para eso.
Lo que quiero decir es... ¿Viste todo el esfuerzo que hice a principios de enero? ¿Cómo terminé el Omegacember y cómo estaba tan emocionada por, al fin, estar más cerca de comenzar con mis proyectos sin guion? Creo que ahora ya sabes a dónde va todo esto.
¡No estoy diciendo que dejaré de escribir!
Demonios, no.
Yo moriré escribiendo o pensando en escribir.
El hecho es que, con este gran acontecimiento en mi vida, si bien no se me han escapado todas mis ideas y mi ánimo por crear historias, ciertamente no puedo continuar como si nada hubiera pasado.
A estas alturas he logrado escribir algunas cosas y pronto, espero, volveré a mi lugar seguro con mi primera historia Victorianlock en meses. No obstante, es de vital importancia que te ponga al tanto de algunas nuevas resoluciones que tuve antes de volver al ruedo.
En primera, decidí abandonar todos los retos en los que aún estaba (no diré cuales, porque creo que es bastante obvio o, en su defecto, completamente innecesario). Aunque decir "abandonar" suena muy definitivo, pues tal vez, solo tal vez, los retome en algún momento futuro.
Segundo, voy a cancelar todos los fanfics de celebración por subscriptores. Estoy cansada de rogar para que alguien tome una historia gratis, así que de una vez vamos a terminarlo. Por esto mismo, también dejaré de regalar historias a diestra y siniestra, excepto para dos mujeres que adoro: a quien le hablo casi todos los días y a quien le he dedicado varias historias Newcob.
En ese orden de ideas, también, lo lamento, no escribiré las historias que prometí en Ao3 y en Wattpad; no sé ni cuántas me faltaron, de nuevo, lo lamento. Mi mente entra en un caos solo al recordarlo y únicamente me tranquiliza volver a las historias que yo planeo.
Estaba escribiendo uno de esos regalos cuando me enteré de su muerte, así que... Espero que al menos se entienda mi punto.
Tercero, no me preocuparé tanto por las ediciones de todas las historias que están aquí pero que aún no he publicado en Ao3/wattpad. Les daré sus respectivas relecturas y corregiré todo lo que encuentre, por supuesto, pero no más. En cuanto termine de darles a todas sus respectivos resúmenes, títulos y portadas, las subiré de golpe en las mencionas plataformas... Después de ellas, retomaré la edición como normalmente lo hago.
El punto de todo esto es terminar con esa etapa (¿etapa?) tan pronto como sea posible, hacer borrón y cuenta nueva: volver a la producción de historias que tenía antes del Omegacember o al menos regresar plenamente a la libertad que tenía.
Aunque, lo siento, quizá me estoy adelantando... Porque si ya antes no producía tanto, ahora las cosas definitivamente estarán MUY lentas. Sé que no vas a exigirme nada, porque eres una buena esposa, pero es justo darte esta advertencia. También, es probable que la dudosa calidad, sea ligeramente peor por la falta de práctica.
Quiero terminar esto pidiendo atentamente que no me des ninguna condolencia por la pérdida, ya tuve bastantes y solo un par me sirvió de algo, si quieres que me sienta mejor, comenta sobre los demás puntos aquí mencionados o ve a alguna de mis historias y dime algo sobre lo que leas, eso realmente ayudaría.
Dicho esto, me marcho por ahora, porque puede que no me vaya a esforzar tanto en la edición de las historias, ¡pero son más de 40! Y apenas voy por la mitad, así que terminaré con esto. Vendré a publicar algunos memes para hacerte saber que he terminado.
Entonces, si llegaste hasta aquí, gracias por tu atención, espero que nos leamos pronto.
Con todo mi amor.
FD.
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yongsaengz · 1 year ago
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queja que eunseo deja escapar lo tiene haciendo una mueca y ya en brazos de su sire, pelinegro alza la mano para acariciarle con suavidad el rostro y pedirle perdón en su mente por tener que recurrir al mayor para que le ayude y le cuide. es rápido en seguirle pasos, a regañadientes aunque no es que tenga mucho derecho a quejarse cuando fue él quien insistió que le llamaran. yongsaeng quiere bufar pero no lo hace, quiere colocar los ojos en blanco y preguntarle a contrario cuál es su maldito problema porque no está en posición de juzgarlo. ¿no es él la que la dejó sola para rondar el hotel en primer lugar? tonto. atrevido. actitud del mayor no aporta nada sino peor humor, más rabia que se acumula y tiene que tomarse unos segundos para cerrar los ojos, guardar la calma, dejar que bestia se calme. ¿valdrá la pena dejarla con él y regresar dentro para cobrar venganza? mandíbula se aprieta con la idea y no sabe precisamente por qué si está casi que seguro que chica se pasa sus días con él y eso termina de fastidiarlo más. ¿por qué no la ha dejado en libertad todavía? ¿qué vínculo es el que comparten como para que hyojin se preocupe tanto por ella pero la deje tan de lado incluso en espacio tan tétrico como lo es aquel hotel? beso en la frente es algo que no pasa desapercibido por saeng y ahí mismo se recuerda, nuevamente, que no conoce verdaderamente a eunseo. pueden haber compartido besos, intimidad, palabras bonitas y confesiones, y él todavía no la conoce lo suficiente como para determinar si llamar al mayor ha sido una buena idea o no, estado no verbal que pretende portar para no provocar una pelea con él por bravucón que se interrumpido cuando está a punto de contestar su nombre pero eunseo se le adelanta, siguientes palabras de parte del mayor lo hacen dar un asentimiento seco ' lo sé ' es lo que le dice, confianza en chica juega parte en dar tal respuesta pero también es el hecho de que no ha logrado eliminarla de su cabeza. el hecho de que intentó sacarla de su vida y cariño que le tiene es tan grande que le fue casi imposible. de nuevo, alguien se le adelanta cuando quiere hablar. hyojin le dice a eunseo que es la más bonita de todas cuando debería ser yongsaeng quien se lo recordase, pero no, dinámica es natural y fluye entre ambos confirmando que se conocen desde hace mucho y el único intruso de ahí es saeng.
' no traigo nada conmigo, si es lo que preguntas. tenía en mi mochila pero la dejé adentro porque, como sabrás, nos atacaron sin avisar ' espeta de vuelta, sarcasmo se cuela en tono de voz aunque se escucha también bastante calmado, con la energía de alguien que acaba de pasar el segundo mayor susto de su tiempo en la tierra, con la expresión de alguien que se resignó a no ser de utilidad en situación tan terrible ' está bien, entonces vamos a sacarla. ¿qué necesitas que haga? ' no le importa realmente ser mandoneado por el mayor si de salvar a eunseo se trata. orgullo desaparece de la ecucación y lo único que permanece es tensión que se agravia con la pregunta que le hace ' no es de aquí, no está en la ciudad así que probablemente no lo conoces ' no te metas en mis asuntos, quiere decirle ' me dejó en libertad hace mucho tiempo así que tampoco importa ' no menciona espías, no menciona posibles cabos sueltos y enlaces que todavía comparta con él porque verdaderamente no es de relevancia cuando samsik lo arrojaría a los lobos si está lo suficientemente lúcido como para moverse de sitio y hacerlo. toma tubo de ensayo con bastante delicadeza en comparación a mirada que le envía, acercándose a eunseo ' amor ' susurra cuando la tiene cerca ' abre la boca, por favor ' dice, borde del tubo en labios de ella. sabe que no será suficiente, sabe que tiene que moverse rápido en busca de vitae para que pueda tener una oportunidad de recuperarse en las siguientes semanas ' ¿de quién habla, hyojin? ¿de eunsung? ' curiosidad ya no le permite aguantarse preguntas que debería hacerle a ella cuando esté mejor ☆ @eunyuin
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eunseo puede escucharles, no termina de entender hilo de conversación. podía sentir que estaba allí hyojin, su presencia siempre era botada para ella y debía de ser por su lazo de sangre invocado por el abrazo. ‘déjame ver’ parece molesto, se escucha fatigado y enojado. hyojin estaba concentrando mucha de fu fuerza en regenerar su propio cuerpo y ser más útil a la causa. el pasaje del cuerpo femenino es recibido por quien le dio el abrazo, eunseo se queja con el entrecejo arrugado. parece que está adormilada. lo escucha mientras le invita a seguirle. los ojos veloces en analizar el espacio, era mejor salirse del espacio de luz cuánto antes. no debían de confiarse demasiado. sutil es al dejar suave beso en frente ajena, tal como la noche que había culminado con su vida, después de escucharla llorar por horas sin más interés en continuar su vida. maldecía lo que le decía en cada palabra, porque maldecía a eunseo y su complejo de heroísmo brotado de la impotencia del momento. se pregunta ¿qué tanto sabe el otro de ella? ¿qué tanto sabe de ellos? sacude la cabeza, enfocándose ‘bien’ la coloca con el pecho contra su hombro, para evitar que la zona dañada estuviera en contacto o generase peso que pudiera decantar en más grande pérdida. la posición de la herida era tramposa, no importaba de qué manera la cargase, al estar al medio siempre iba a gotear por la gravedad. avanza mientras escucha al otro, sigiloso es al andar, lento, resguardado. “auchis” expresa ella sintiendo un tirón en la zona más crítica de la exposición visceral. más alejados unos metros del hotel, todavía se sostiene el aullido principal, esperaba que no estuvieran invocando más. desciende despacio de rodillas para tener una mejor visión de la herida. ‘eunseo, bonita ¿por qué lo hiciste?’ le preguntó a ella pero no se dio por aludida. mueve los mechones de su cabello de manera que pudiera reconocerlo. decirle palabra que adora escuchar es también una forma de tenerla activa a responder algo ‘si, todo lo que concierne a ella me concierne a mi’ le dice al otro ravnos mientras analiza la situación. herida demasiado profunda para poder regenerarse rápido, echa una mirada a manos ajenas, oscuridad de uno de sus brazos delata que ha perdido mucha sangre ‘hay que llevarla a un médico’ observa rostro ajeno, sabiendo lo que es tener esa mirada para con ella. él sólo había sentido eso sólo una vez, el miedo a perderla cuando se había enojado con él cuando entendió su situación inmortal. ‘ella odia ir a los médicos’ expresa en parte receloso como si quisiera imponerse frente al otro vástago. ‘¿quien eres?’ expresa observando al otro masculino. “es saeng” dice eunseo, su estado está luchando entre la consciencia e inconsciente, pero está ahí; intentándolo. ‘tengo una buena noticia’ le dice al otro de manera tajante. en mayor parte hablaba hasta con desdén. en la mente de hyojin ¿cuando podía durar el opuesto? de seguro nada comparado a a él. ‘eunseo no es fácil de eliminar’ ni de olvidar, ni de ignorar, podría agregar también pero el otro debía de saberlo si reaccionaba de esa forma ante quien había sido su amor. le generaba molestia la posibilidad de que él pudiera reemplazarle. una parte suya le apena escucharlo tan angustiado sin saber cómo encontrar una respuesta rápida.
“soy bonita” dice atontada por la falta de sangre ‘si, eunseo, la más de todas’ le responde sin mucha intención, y acariciando coronilla ‘¿no tienes vitae encima?’ le pregunta mientras mete la mano e su bolsillo para sacar un pequeño tubo de ensayo. ‘no bastara’ lo mira ‘tenemos que sacarla ahora si no quieres que se muera’ le espeta observándolo, él también tenía ese miedo pero lo controla, porque en gran parte había perdido a eunseo mucho tiempo atrás. ‘pero estamos rodeados ¿tu sire quién es?’ lo mira a la espera de una positiva en lo que saca el tapón y se lo extiende a él con desgano “me duele” susurra al mayor, porque no lo había admitido para que saeng no se sintiera culpable. “mi collar, hyojin” expresa mirándolo mientras busca abrir los ojos intentando encontrarle, fuerza que nace desde aquella péquela llama que todavía sostiene su vida “tienes que dárselo” demanda con un irracional momento de lucidez sin dar cuenta que aquella persona que su mano aferró prenda es saeng @yongsaengz
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malkaviian · 2 years ago
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siempre pinto a fox como que no quiere a sus hijos para nada, y en parte esa es la imagen que quiere dar y a veces hasta que siente/se engaña a sí mismo para pensar que es así, pero la realidad es un poco más complicada tbh
#sí es verdad que nunca quizo tener hijos; así que su primer embarazo lo tomó MUY mal#y el segundo todavía peor porque vamos; de nuevo? pasar 9 meses por lo mismo?#al menos el de seba fue accidental y sabe con certeza que lo es#(por qué golden tendría interés en tener un hijo que nunca va a poder cuidar y que lo metería en miles de problemas?)#pero el de eris fue a propósito#fred desde que se enteró de su segundo embarazo le dijo que si ese bebé no era suyo iba a seguir intentándolo#y le confesó que pinchaba los condones para que tuvieran un bebé juntos#porque él sí quería tenerlos desde antes de ser encarcelado; y que ver que él y el 'inútil' (golden) tuvieron uno le dio mucha envidia#y (aunque esto más que nada para molestarlo; no era honesto) que no le importaba si él no quería#iba a forzarlo hasta que lo tuvieran#so... no la pasó muy bien en ninguno de sus embarazos xd y le causó bastante aversión a una situación ya indeseada#y evidentemente al 'resultado' de la situación también. los días antes de parir la pasó muy mal#se quedó unos días con seba porque lógico no van a separarlo apenas nació; necesita adaptarse al mundo(?#y antes de siquiera procesar la situación lo separaron de él; así que le fue más fácil crear una imagen de 'no lo quiero'#los años antes de que seba apareciera de nuevo no pensaba demasiado en eso; pero a veces no podía evitar preguntarse qué sería de él#y... claro; antes de saber de él otra vez quedó embarazado de eris#la razón por la cual aceptó cuidarla por un año fue porque por dentro sentía... culpa? curiosidad? algo así#igual era mucho que procesar pero a ella no la tenían que sacar de ahí lo más pronto posible; so...#la gran mayoría de las veces lo irritaba o se arrepentía; especialmente cuando eris lloraba y no sabía cómo mierda calmarla#pero otras veces quizás y hasta la miraba con cariño... o no tanta aversión. por eso a veces le daba pecho o la alzaba en brazos#eso sí nunca cuando fred estuviera cerca. lo hacía sentir como si fueran una familia feliz y normal y eso NO es lo que son#usualmente era fred quién la alzaba y se ocupaba de ella; así que si lo pescaba otro podía decir que él justo no podía#sea verdad o no#peeero si fred lo veía y no era verdad que no podía hacerlo se tornaba rara la cosa#eventualmente eris se tuvo que ir; y a fox le quedó como cosa rara la experiencia dskfndskfnjds#eris para ese momento a veces hacía cosas malas como morderlo (con toda la fuerza que tiene un infante de menos de un año)#y aunque no ayudaron mucho a que tuvieran la mejor relación con él; tampoco se lo tomaba tan personal. era una bebé#voy a continuar este post en un reblogueo porque está quedando muy largo y me da miedo que tumblr me corte los tags de nuevo#oc talk#au talk
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con0mmm · 3 years ago
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—¿Puedo entrar? —preguntó el chico, con su aguda voz. El mayor saltó en su lugar, dándose vuelta con rapidez y observando al niño hacia abajo.
Estaban en la entrada de su casa. Gen abriendo la reja del antejardín.
—¡Senkuu-chan! —exclamó entonces el pelinegro, agachándose un poco más a su altura.
—El viejo no está en casa. —dijo el menor, con una expresión neutral, sin dejar de observar el rostro del mayor. —¿Puedo entrar? —volvió a preguntar, moviendo un poco la cabeza.
El mayor lo pensó un poco. —Tengo que estudiar, Senkuu-chan. —explicó, ladeando la cabeza con una expresión triste. —No voy a poder jugar contigo.
Ahí estaba de nuevo. El maldito estudio.
Maldición, ¿por qué no podía esperarse un poco para él crecer y tener la misma edad?
—No importa, tengo libros que puedo leer. —volvió a insistir Senkuu, echándose hacia delante. Luego, con un poco de vergüenza, miró hacia otro lado. —No quiero estar solo en casa. —vil mentira. Le importaba poco la casa sola, simplemente quería estar con Gen.
El mayor se enterneció ante el pequeño. —Está bien, Senkuu-chan. —accedió, levantando una mano y acariciando su cabeza de extraño cabello con suavidad. —Vamos adentro. —se levantó, dándose la vuelta y abriendo la reja.
Senkuu observó su nuca con una expresión enojada, pues sabía que esa caricia en la cabeza había sido de ternura hacia un niño pequeño.
Luego, Gen estiró su mano y le sonrió, esperando a que Senkuu la tomara para llevarlo adentro.
Y si bien Senkuu sabía que también hacía eso porque lo consideraba un niño, no iba a perder la oportunidad cada vez más rara de tomarle la mano a Gen.
Una vez le sostuvo la mano, ambos caminaron hacia dentro del antejardín y luego de la casa. Se sacaron los zapatos y subieron por las escaleras a la habitación de Gen.
—¿Me prometes que no harás ruido? —preguntó Gen como último aviso, sentándose en la mesita en el centro de su habitación y sacando sus cosas de estudio de su mochila.
—Sí. —soltó Senkuu, sentándose a su lado y también sacando libros de su mochila. Por suerte que ese día había llevado de más, no le vendría mal volver a leerse algunos.
Gen sonrió con ternura una vez más y ambos quedaron en un gran silencio.
Senkuu de vez en cuando echaba un vistazo hacia Gen, quien estaba completamente sumido en su estudio.
Lo observaba de reojo unos segundos, y luego volvía a intentar leer el libro. Pero el tiempo que observaba a Gen se hacía cada vez más largo, y las ganas con las que intentaba leer pasaron rápidamente a hacer como si le interesara lo que fuera que hubiera en el libro durante unos segundos, para luego seguir mirando como Gen resolvía ecuaciones matemáticas que hacían que frunciera el ceño de una manera que Senkuu, a su corta edad, no supo bien cómo calificar.
Pero definitivamente le gustaba.
Bien, ese era el problema.
Senkuu contaba con diez años. Gen, con 15. Senkuu tenía bien claro que Gen era un adolescente, con sus propios problemas y responsabilidades y, además, entendía que él mismo era muy pequeño comparado con el mayor.
Que no había manera de que Gen se fijara en él.
Pero llevaba tanto tiempo enamorado de Gen. Tanto. Que realmente no le importaba.
Eran vecinos de casi toda la vida.
Senkuu no recordaba exactamente cómo conoció a Gen, pues era muy pequeño. Y desde entonces, jugaron mucho juntos.
Si bien cinco años de diferencia es bastante, cuando ambos eran pequeños no producía un real problema. Luego, Gen fue creciendo a pasos agigantados para Senkuu, y terminaron en una relación de hermano mayor-hermano menor.
Aún si Senkuu no consideraba a Gen como un hermano mayor.
Ahora este mismo estaba ya en la preparatoria, y si antes habían, de a poco, dejado de jugar todo el tiempo, ahora era peor.
Gen tenía salidas con amigos, estudio, clases en la tarde; y Senkuu no era parte importante de su vida.
Senkuu no podía ser parte importante de su vida.
No supo realmente cuánto tiempo pasó, pero en algún momento la puerta de entrada fue abierta fuertemente.
—¡Estoy en casa, Gen! —la voz del padre de Gen resonó por toda la casa, y Senkuu frunció el ceño de solo escucharlo.
Las escaleras fueron pisoteadas y la puerta de la habitación de Gen abierta con entusiasmo. El sonriente rostro de Stanley entró al lugar. —Bienvenido de vuelta, papá. —dijo Gen, sudando frío antes de que Stanley mirara bien dentro de la habitación y se encontrara con Senkuu.
Ambos eran como perro y gato. No se llevaban bien de ninguna manera.
—¿Qué estás- —y el mayor se cortó cuando el pequeño rostro molesto de Senkuu lo recibió al lado de su preciado hijo. Frunció el ceño y levantó la cabeza de manera amenazante. —¿Qué hace este mocoso aquí de nuevo? —preguntó con ronca voz.
—Byakuya-chan no estaba en casa, —empezó a explicar Gen, intentando decirle de manera silenciosa a Senkuu que pusiera mejor cara. —y Senkuu-chan no quería quedarse solo, así que lo traje. —el ceño de Senkuu cayó más todavía, pues la parte en que <<no se quería quedar solo>> parecía ser peligrosa.
—Ah, así que eres un cobarde, niño. —empezó Stanley, agarrándose de exactamente lo que Senkuu temía. —No sabía que te daba miedo estar solo. —dijo de manera burlona.
Gen tomó aire y frunció el ceño para responderle a su padre, pero la pequeña vocecita de Senkuu se adelantó. —¡Cállate viejo! —gritó, con enojo. —¡Eso fue solo una excusa, simplemente quería estar con Gen! —exclamó, luego, sacándole la lengua.
Gen abrió los ojos en grande y devolvió su vista al pequeño Senkuu. —¡¿Eh?! —alcanzó a exclamar, antes de que las fuertes pisadas de su enrabiado padre hicieran temblar la casa.
—Tú mocoso de mierda… —dijo, entredientes, acercándose a él para agarrarlo aunque fuera de las orejas y hacerlo sufrir.
—¡Alto! —Gen se levantó con rapidez de su lugar y se puso entre Stanley y Senkuu —Papá, cálmate. Es solo un niño. —dijo, observándolo con espanto. Senkuu gruñó detrás del mayor, pero no reclamó, pues en ese momento también temía un poco por su vida. —Yo lo voy a ir a dejar afuera, ¿sí? —ofreció, observando a Senkuu de reojo para que este asintiera.
El menor movió su cabeza rápidamente de arriba a abajo, y Gen sonrió nuevamente hacia su padre.
—¿No puede irse solo? —preguntó molesto el mayor, chistando la lengua y cruzándose de brazos.
—Voy a ir a dejarlo. —declaró entonces Gen, al ver que su padre ya se había calmado un poco. Se levantó de su lugar, empezando a ordenar las cosas del menor, mientras este las metía en su mochila. —Hoy te toca a tí hacer la cena, ¿no? Ya pronto va a llegar papá. —comentó entonces el pelinegro, para distraerlo un poco.
Stanley levantó una ceja, soltando un pequeño <<Mierda es cierto>> y, silenciosamente, se dio la vuelta y caminó hacia la cocina.
Gen suspiró cansado, luego tomando la mochila de Senkuu y echándosela al hombro, para levantarse e ir a dejar a Senkuu hasta abajo.
El menor se levantó con él y, sacando algo de valor de donde mismo lo sacó para gritarle a Stanley, tomó la mano de Gen nuevamente.
El mayor no lo miró, pero apretó suavemente el agarre, enviando nervios y felicidad a cada rincón de Senkuu.
Bajaron con rapidez las escaleras y caminaron hasta la puerta. Gen llevó a Senkuu hasta la reja del antejardín, ahí soltándole la mano y pasándole su mochila.
Se agachó a su nivel nuevamente, con una cara seria. —¿Por qué me mentiste? —preguntó, con suave voz.
Senkuu evitó mirarle a los ojos. Se hizo más pequeño en su lugar, pensando bien en qué iba a decirle. Ante un nuevo llamado del mayor, Senkuu apretó los labios. —¡Ya no pasamos tiempo juntos! —exclamó observándolo por fin. —Y quería estar contigo… —terminó por susurrar, afligido.
Gen levantó la mano y Senkuu se lamentó cuando tocó su cabeza de manera amistosa. —Ya no soy un niño, Senkuu-chan, no puedo-
—¡Yo tampoco! —lo interrumpió el menor, apretando los puños.
—No, Senkuu-chan, —habló esta vez con voz más enojada Gen. —sí eres un niño. —declaró, Senkuu apretó los labios, mirando a otra parte. —No te apures en crecer. —terminó por decir con una voz más suave.
Cómo no se iba a querer apurar en crecer, si lo único que podía obtener con esa edad era una caricia en la cabeza y un suave apretón de mano amistoso.
—Ve a casa, ¿sí? —pidió entonces Gen, nuevamente con voz suave. —Yo te voy a observar desde aquí. —se levantó y le sonrió a Senkuu, quien, apretando los tirantes de su mochila, le correspondió con una sonrisa temblorosa.
El menor corrió hasta su casa, con la cabeza gacha. Abrió la puerta con rapidez y la cerró de un portazo, ni siquiera volviendo a observar a Gen como siempre hacía.
Lanzó su mochila a donde fuera y, con cansancio, se apoyó en la puerta de entrada, deslizándose de a poco hacia abajo.
Mierda mierda y más mierda. Se abrazó a sus rodillas, sintiendo tristeza embargarlo. ¿Realmente no podía crecer más rápido?
(…)
—Hijo, ¿irías a buscar más de estas latas de crema? —preguntó Xeno, revisando la lista de compras que llevaba en la mano. —Aprovecha también de meter en las bolsas algo que quieras que te compre.
Gen, a su lado, asintió alegremente.
Caminó por los pasillos del nostálgico supermercado, en busca de las latas de crema que había encargado Stanley en la lista. Aprovechó de pasar por el pasillo de las bebidas, para buscar una cola y llevarla.
Una vez la tuvo en la mano, siguió camino hacia los pasillos del otro lado. Observó a su alrededor, como estaba todo tan parecido a cuando él era pequeño.
Recordó las veces que iban con Ukyo a comprar golosinas con el dinero que conseguían de sus padres. Como, ya más grandes, iban a comprar bebidas y snack para estudiar. Y luego, las veces que fueron a comprar helados a la vuelta de clases porque hacía mucho calor.
Ya iban seis años desde que se había ido de la casa, pero aún así sentía como si hubiera tan solo sido ayer.
Entró por un pasillo que tenía un cartel que decía <<cremas>> y, acomodándose las bolsas de mejor manera en las manos, se dispuso a buscar entre los estantes las latas que necesitaba.
Miró de un lado al otro, intentando encontrar la misma marca y tipo. Latas blancas, latas blancas, latas blancas…
Encontró la marca en un lado de la estantería, —¡Bingo! —dijo, al ver reducido su campo de búsqueda. Empezó entonces a buscar la crema semi-descremada que necesitaba, encontrándola después de unos segundos en la parte más alta de la estantería.
Tragó duro cuando se vio enfrentado a que, definitivamente era muy alto.
Gen no era alguien de poca estatura, si tuviera que decirlo.
Si bien, desde los 18 años que había dejado de crecer, los 175 centímetros que cargaba no eran pocos. Entonces cuando, incluso parado de puntitas, no alcanzó las latas de arriba, soltó una maldición.
—¿Por qué están tan alto? —dijo entre dientes, estirándose lo más que pudo. Sintió que estaba a punto, muy cerca de alcanzar la parte de arriba de una lata para poder tirarla hacia abajo y llevarla; pero entonces, una mano pasó por encima suyo y agarró la lata primero.
Gen observó atentamente como la lata era levantada de la estantería y, con suavidad, puesta al frente de su rostro. —¿Era esto lo que necesitabas? —una voz resonó desde lo alto de su nuca y, bajando el brazo que con el que había intentado tomar la lata, giró la cabeza para observar a quién lo ayudaba.
Un alto chico, de verdoso cabello y ojos rojizos, le sonreía con calidez. Gen lo observó de arriba a abajo sin ningún reparo, pues lo encontró bastante guapo.
Llevaba el cabello bien largo y la parte superior amarrada en un pequeño tomate detrás de la cabeza, dejando el pelo de abajo suelto. Sus ojos eran rasgados y profundos; su contextura, al ser delgada, resaltaba su espalda ancha y la ropa que llevaba le quedaba bastante bien.
—Sí, muchas gracias. —contestó Gen, sonriéndole de vuelta de la manera más encantadora que pudo. Tomó la lata de sus manos y la metió en una de las bolsas que había soltado para estirarse mejor, notando luego como el chico no se movía de donde estaba.
¿Le habré interesado?, se preguntó, sonriendo para si. No le molestaría salir con él…
—¿Necesitas algo más? —le preguntó el chico, mientras Gen se levantaba con lentitud.
Tu número, se tragó Gen, antes de, mordiéndose la lengua por querer decirlo, sonriera nuevamente. —Ya que estás, ¿me pasarías tres más de estas latas? —preguntó, soltando una pequeña risa. Volvió a chequearlo entero, especialmente su rostro.
Por alguna razón sentía que le sonaba de alguna parte, pero la verdad era que mientras más lo miraba mejor le encontraba.
El chico le sostuvo unos momentos más la mirada, para luego abrir los ojos un poco más, de manera que Gen no habría notado si no fuera porque lo tenía bastante cerca.
Se extrañó un poco pues el chico, justo después de ese gesto, solo estiró los brazos y tomó las tres latas, empezando a pasárselas.
—Muchas gracias, —comentó Gen, tomando una lata por una, solo queriendo tener una excusa para hablar un poco más con ese chico. Cuando se agachó a guardar la primera, volvió a hablar. —em, ¿cuál es tu nombre? —preguntó, guardando la lata.
Luego, se levantó una vez más, estirándose a tomar la siguiente. La expresión de confianza en el rostro del chico lo mantuvo unos segundos más observándolo; pues sintió que había cambiado repentinamente su manera de actuar.
—Senkuu. —respondió sin soltar la lata, cuando Gen la tomó.
Asagiri abrió los ojos en grande, haciendo rápidamente el paralelismo entre el pequeño Senkuu con el que jugaba cuando niño y ese alto chico que parecía no soltar la lata a propósito, solo para tenerlo más cerca.
—¿Senkuu…-chan?
(…)
Respiró pesadamente, mientras seguía corriendo.
No podía ser cierto. No podía.
—¡Gen! —gritó con angustia, cuando al doblar hacia su pasaje se lo encontró justo al frente de su casa, abriendo la reja del antejardín.
—¡Senkuu-chan! —el mayor le devolvió el saludo, sonriente. Al ver el rostro angustiado del peliverde y lo cansado que estaba, ladeó la cabeza. —¿Qué sucede? —preguntó, observando al menor ahora al lado suyo, que intentaba recuperar su respiración apoyado en sus rodillas.
—¿Es… —Senkuu tomó nuevamente una bocanada de aire gigante. —¿Es cierto que —respiró fuertemente y se enderezó, mirándolo a la cara con una expresión afligida. —vas a irte a vivir al centro? —preguntó, sin dejar de respirar con pesadez.
Gen abrió los ojos en grande, observando la expresión de Senkuu. —Sí… —respondió, con un tono un poco culpable, sin saber realmente porqué. Senkuu cerró los ojos con fuerza y se lamentó en silencio unos segundos.
Gen no supo bien qué hacer. Hacía bastante tiempo que no convivía con Senkuu, pues cada uno tenía su vida a parte. Ya tenían tan solo cuatro centímetros de diferencia en altura, y el chico era un adolescente de 14 años.
—¿Nos vamos a volver a ver? —una angustiada pregunta salió de los labios del menor, y Gen apretó el tirante del bolso que llevaba en el hombro.
—¡Claro que sí! —contestó, forzando una sonrisa en su rostro. —Voy a venir de vez en cuando a ver a mis padres, no te preocupes. —lo intentó consolar, recordando lo mucho que el chico siempre lo quiso. —Bueno, me voy mañana en la mañana, así que tengo que ir a ordenar mis cosas-
Empezó a darse vuelta para entrar a su casa, pero antes de poder seguir, Senkuu le agarró de la muñeca. —¡Espera! Yo- —empezó el menor, luego cortándose al verlo a los ojos.
Senkuu miró hacia otra parte, sintiendo que la sangre se le venía a la cabeza. Tragó fuertemente, regañándose mentalmente por sentir vergüenza en un momento como este. Siempre era capaz de decir las cosas de frente, ¿por qué ahora parecía tan difícil?
Por más que Gen dijera que se iban a volver a ver, este era el punto en que Senkuu sabía no había retorno.
Probablemente no iba a volver a intercambiar palabra con Gen sino unas cuantas frases por obligación en varios años más. Gen ni siquiera se acordaría de quién era él.
Lo miró a los ojos nuevamente. El nudo en su garganta no quería deshacerse, y se forzó a solo decirlo. Si no era ahora no era nunca. —Tú me gustas. —dijo, soltando lo que se estuvo guardando durante tantos años.
Era un secreto que le pesaba tanto, que se sintió bastante bien dejarlo salir en ese momento.
Llevaba tanto tiempo callándoselo que no se había dado cuenta de lo que podía llegar a afectarle.
—Senkuu-chan… —la voz de Gen lo devolvió de su momento de relajación. No todo había terminado, ahora venía la reacción del mayor.
Senkuu le soltó la muñeca, nuevamente avergonzándose.
Gen respiró hondo y se llevó una mano a la nuca. —Mira, Senkuu-chan… —divagó observando hacia otra parte, un poco sorprendido por la confesión del menor. Si era sincero, siempre sintió que la actitud de Senkuu era extraña a su alrededor, pero nunca le prestó real atención, pues era solo un niño para el. —Tengo 19 años, ¿sí? Soy mayor de edad y tú… —volvió a dirigirle la mirada, encontrándose con el ceño fruncido del chico. —eres solo un adolescente.
Senkuu apretó los puños. De nuevo lo mismo; solo un niño, solo un adolescente.
Pero Senkuu bien sabía que era verdad.
Dio un paso atrás y observó nuevamente a los ojos a Gen, esta vez con decisión. —¡Escúchame! —gritó, levantando el brazo y apuntando con su índice el rostro del mayor. —¡Nos vamos a volver a ver! —declaró, con rabia contenida. —¡Y la próxima vez, voy a ser tan malditamente genial que no vas a poder evitar enamorarte de mí! —terminó por concluir, luego bajando el brazo y caminando con pasos pesados hacia su propia casa.
Gen quedó completamente impactado en su lugar.
¿Qué se supone que había sido todo eso?
(…)
A veces todavía pensaba en eso.
Recordaba como su razonamiento de adolescente le había jugado una mala pasada con su primer amor.
Él bien sabía que a Gen tendían a atraerle personas inteligentes. Suponía que venía de que sus ambos padres tenían un alto intelecto. Así que, confiando en eso, a sus cortos 14 años declaró que en el futuro sería tan malditamente genial que no iba a poder evitar enamorarse de él.
Claro, como si eso fuera a pasar.
Ahora, contando ya con 20 años, sabía que había sido un pensamiento estúpido de su parte.
No podía conquistarlo solo con intelecto. Y si bien en más de alguna ocasión le habían dicho que era guapo, Gen lo era el doble. No, el triple.
Recordaba como alguna vez había visto tanto mujeres como hombres cortejándolo. Recordaba que si Gen estaba aburrido, tenía una inmensa lista de personas que querían salir con él.
Y además, recordaba seguir viéndolo en las fotos que le mandaba Xeno a su padre.
Cada vez más guapo. Cada vez más popular.
Y, asimismo como cuando era pequeño no tenía oportunidad, hoy estaba en la misma posición.
O bueno, eso pensaba hasta hace unos cuantos segundos.
Ese fin de semana había ido a casa de su padre para pasar tiempo con él. Hace mucho tiempo que no lo hacía, pues desde que se había ido de casa a los 18, no había vuelto.
Normalmente era Byakuya quien lo iba a visitar, no al revés.
Entonces, ese día en la mañana, cuando llegaron a la casa, su padre lo arrastró al supermercado.
Senkuu habría preferido quedarse leyendo los libros que había llevado, pero su padre fue más rápido y logró llevarlo antes de siquiera poder protestar.
Ahora, se mantenía con las manos en los bolsillos caminando por el supermercado, sin nada muy interesante que hacer. Su padre lo había mandado a buscar crema, pero incluso cuando vio a lo lejos el cartel de <<cremas>> en un pasillo, no tenía ninguna intención de acercarse.
Fue entonces cuando, al caminar cada vez más cerca del pasillo, divisó una cabellera bicolor que recordaba haber visto en fotos.
Abrió los ojos de sobremanera cuando pudo observar el rostro pensativo de Gen, repasando la estantería como buscando algo.
Frenó en seco y, con nerviosismo, se puso un poco más cerca de la estantería a su lado, intentando esconderse pero, al mismo tiempo, ser capaz de observarlo.
Tragó duro, sintiéndose un imbécil. Bien, el chico de quien se ha pasado enamorado toda su vida y con quien perdió contacto y aún no puede superar, está justo al frente suyo; ¿y lo primero que hace es esconderse?
—¡Bingo! —la voz del mayor lo sacó de su ensoñación, y observó como se estiraba con inseguridad a intentar agarrar unas latas en la parte más alta de la estantería.
Llevaba una polera de cuello alto y mangas largas, metida en un pantalón que resaltaba la linda forma de sus piernas. Además, logró divisar más aros de los que llevaba el mayor la última vez que se habían visto.
Y sin quererlo, se encontró nuevamente babeando frente a su imagen.
Suspiró hondamente, intentando no hacer ruido para que el mayor no se volviera y lo encontrara. Y luego, se debatió seriamente si lo ignoraba y se iba por otra parte rezando por no toparse con él en todo lo que quedaba de fin de semana; o se acercaba y lo saludaba como si no fuera un hecho que no se veían desde hacía seis años.
Y que había dicho algo realmente estúpido y vergonzoso esa vez.
Volvió a dirigirle la mirada, mientras seguía estirándose para intentar alcanzar la lata y, sintiendo que ternura lo embargaba, decidió ir a saludar.
Podía alcanzar la lata por él y con esa excusa, saludarlo.
Caminando con lentitud se preguntó exactamente qué iba a decirle. Pues había pensado en varias frases de saludo y todas terminaban con él siendo completamente expuesto.
—¿Por qué están tan alto? —soltó entredientes el mayor y, en ese momento sin pensarlo y desconcentrado por lo bien que Gen olía de tan cerca, antes de soltar alguna palabra, Senkuu alcanzó la lata que Gen no lograba tomar y se la puso con suavidad al frente.
Cerró los ojos con fuerza sintiendo que ya la había cagado, así que soltó lo primero que se le vino a la cabeza. —¿Era esto lo que necesitabas? —preguntó, tragando disimuladamente cuando la cabeza de Gen volteó y sus preciosos ojos azules le dieron toda su atención.
No la cagues, no la cagues, no la cagues, se repitió mil y una vez con una sonrisa suave en la cara, esperando a que Gen dijera algo.
Y fue entonces que lo notó: Gen lo estaba chequeando.
Lo miró de arriba a abajo, de manera coqueta, antes de sonreír y responder con un, —Sí, muchas gracias. —muy encantador. Tomó la lata, volteándose nuevamente a meterla en una de las bolsas que tenía en el suelo.
Senkuu no fue capaz de moverse. Respiró lento, no queriendo hacerle caso a como su corazón palpitaba con fuerza en su pecho.
La sola idea de que Gen le hubiera sonreído así después de chequearlo entero le secaba la boca. No quería hacerse ninguna ilusión, pero es que el mayor había sido muy malditamente obvio.
Pero esa sensación; la manera en que Gen lo observaba se sentía conocida. Como si le hubiera pasado antes.
—¿Necesitas algo más? —continuó, antes de volverse loco solo pensando.
Gen se levantó de donde estaba, volviendo a hablar. —Ya que estás, ¿me pasas tres más de estas latas? —preguntó, soltando una risa, antes de volver a observarlo, ahora con un poco más de calma, sin ninguna vergüenza al posarse más tiempo del que el menor encontró necesario en su rostro.
Y fue entonces que Senkuu ató los cabos.
Su mirada era la misma que le dirigía Luna.
No había ninguna duda. Era exactamente igual a como esa chica que desde el principio le declaró lo mucho que le gustaba lo miraba en su día a día.
E, intentando no dejar ver su sorpresa ante su nuevo descubrimiento —o más bien, aseguramiento, puesto que solo no quería aceptarlo desde el principio—, se estiró a tomar las latas que Gen necesitaba.
—Muchas gracias, —volvió a agradecer el mayor, sin soltar la hermosa sonrisa de su rostro. Tomó una sola lata, por más que podría haber tomado dos, y se agachó a guardarla. Senkuu cerró los ojos solo unos segundos, pensando en a qué se debía eso, pero, oh, claro que sabía a qué se debía eso. —em, ¿cuál es tu nombre? —preguntó el mayor, terminando de guardar la lata.
Y Senkuu dejó de respirar unos segundos, de repente armando el mejor puto plan que había ideado desde su último cohete funcional.
No respondió, y cuando Gen se dio vuelta a tomar la siguiente, a espera de su respuesta, Senkuu sonrió.
Solo tienes que hacer lo que Kohaku te enseñó todos estos años, Senkuu. Vamos no puede ser tan difícil.
Desde que su nueva amiga se había enterado de su enamoramiento por este chico mayor que nunca le hizo caso, estuvo mucho tiempo entrenándolo. Entrenándolo para conseguir un buen novio del que enamorarse; o enamorar algunos chicos a ver si con sexo se le pasaba la estupidez.
Aún así, no lo puso mucho en práctica, pues realmente no tenía mucho interés en el amor en general. Gen era su excepción en ese tema.
Así que, usando la poca experiencia que acumuló al cazar hombres solo por sexo un par de veces; esperó a que Gen tomara la lata para, sin solarla, acercarse un poco más, haciendo el movimiento verse natural por haber el mismo Gen jalado la lata, para responder. —Senkuu.
Gen abrió los ojos en grande, sin dejar de observarlo; y Senkuu sintió que le iba a temblar la sonrisa, pues el mayor ya lo había reconocido.
—¿Senkuu…-chan?
No importaba, lo iba a lograr.
Iba a ser tan malditamente genial que Gen no iba a poder evitar enamorarse de él.
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oz-zzz · 4 years ago
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Cerezos en diciembre.
RinHaru Week 2020.
Summary:  El destino es como el agua; una esencia viva que te impulsa al frente si se lo permites. Haruka Nanase nunca ha temido del agua, pero sí teme al destino, especialmente cuando éste lo ha guiado hasta Rin Matsuoka y todo lo que conocía sobre ser libre se desvanece tal como los cerezos en primavera.
ao3 here.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀Day 2: Family.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀AU: Fake dating.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
II. Romántico.
.
.
— ¿El 23?
— ¿Mh? —Gou enarca las cejas al mirar la expresión contrariada de su hermano— ¿Tienes algo que hacer esa fecha?
Rin hace una pequeña mueca, lo que es suficiente para que su hermana suelte una queja inmediata, recurriendo a la expresión que Rin conoce bien como aquella que siempre lo convenció de jugar juntos cuando eran niños y que le gustaría que no tuviera efecto sobre él, sin embargo, lo tiene.
— Quiero que conozcas a Makoto —insiste ella.
— Tengo una cita, Gou.
— Kou.
— Tengo una cita, Kou —corrige con el sobrenombre que su hermana ha insistido en tener desde la secundaria, y aunque eso logra pintarle una expresión satisfecha, no es suficiente para dejarlo ir.
— Lleva tu cita a la fiesta —Gou encoge los hombros.
— No es una cita que quiera presentar a mi hermana... todavía.
La reacción que espera de su hermana no tarda en llegar cuando los hombros de Gou caen ligeramente y lo que antes fue un puchero de convencimiento, se convierte en una expresión seria donde frunce el ceño recordándole a las veces que su madre lo regañó de niño (e incluso siendo adulto).
— No me digas que estás usando aplicaciones de citas, otra vez.
— ¡No es así! —se defiende al instante, pero la expresión severa de su hermana quiebra la mentira y Rin recurre a tomar el tenedor de su plato para pinchar en el pedazo de pastel que come esperando que sea suficiente para desviar la atención de Gou.
— Rin... ese tipo de citas-, mh, bueno... No te han funcionado —el tono de la chica Matsuoka se torna ligero, Rin casi quiere gruñir ante ello porque no le gusta sentir que las personas le tienen lástima, pero se contiene porque se trata de Gou, su hermana pequeña, así que suspira.
— Lo sé.
— Odio que no te tomen en serio —ella frunce el ceño; de pronto vuelve a estar molesta, pero esta vez él no es el centro de ese enojo— Tú mereces más que un tonto match con alguien que sólo quiere un momento.
— A veces yo también sólo quiero un momento —aporta en un tono burlón, pero el bufido de Gou corta la broma y Rin suspira, cediéndole el round a su hermana.
Bien, puede que a veces disfrute de los momentos, pero el caso es que es fácil acordar ese tipo de encuentros cuando se siente frustrado por el entrenamiento o su cuerpo simplemente decidió aumentar su temperatura. La tragedia aparece cuando Rin se siente solo. Esos instantes donde desea provocar una sonrisa o escuchar sobre el día de otro, sin importar quién sea. Es allí cuando cae en las palabras disfrazadas, cediendo a cumplidos aleatorios que cree especiales hasta que realmente no lo son; hasta que la persona crea excusas que rompen sus ilusiones o, en el peor de los casos, cortan la comunicación sin decir nada más.
Rin no cree que se haya enamorado nunca de ninguno de esos chicos, no verdaderamente, pero cada que un nuevo prospecto de relación falla, se siente un poco más solo.
— Esto es diferente —murmura.
Lo es y no lo es, piensa para sí mismo. Lleva tres días hablando con Haruka desde el match que tuvieron. El chico es callado, tiene un humor inusual y nunca utiliza emojis, todo apuntaría que no tiene interés en la plática, sin embargo, Rin presiente que Haru no tiene interés en la mayoría de pláticas que le suceden y el hecho de que responda es suficiente para demostrar que lo está intentando. Le intriga, pero también sabe que no hay futuro entre ellos.
Haru es honesto. Lo supo desde el momento en que el chico confesó que sólo buscaba una cita y Rin comprendió a lo que se refería cuando mencionó no querer ser la tercera rueda, una sensación que lo había acompañado en los últimos meses. Apreció eso, nunca antes se cruzó con alguien que tuviera tal franqueza y, como un plus, se dedicara a la natación; de entre muchas citas fallidas, aquel chico resultaba casi el mejor prospecto hasta ahora.
Aunque se ha convencido de que Haru no es el inicio de una historia de amor, basta con ser una buena distracción para las vacaciones de fin de año en su país natal. Ambos se cumplen un favor al otro y nadie sale herido.
— ¿Dónde lo conociste?
— Una competencia de nado —responde en automático.
— ¿Su nombre?
— Dejaré que él se presente.
— ¿Es inventado?
— ¡Gou!
— ¡Kou! —replica ella al instante, señalándolo con el tenedor. — Más vale que no estés mintiéndome porque lo averiguaré, ¿entiendes? Y sobre la reunión, asistan un par de horas, ¿sí? —la expresión de ruego vuelve a ella. — Después tendrán su cita, ¡por favor, Rin!
Rin suspira.
— Bien.
Cuando su comida con Gou finaliza y vuelven a casa, se desvía directo a su habitación para tener privacidad de abrir la bandeja de Haruka en su teléfono.
Rin: Haru, te estoy haciendo un favor, ¿cierto? Así que necesito que me hagas uno.
La respuesta no tarda en llegar, sopesa la idea de que Haru es débil ante la tentación de la curiosidad.
Haru: El favor de vuelta era nadar juntos.
Rin maldice al novio de su hermana. Si él no estuviera en sus vidas, no tendría por qué conocerlo y asistir a una reunión desperdiciando así su oportunidad de entrenar con alguien en Japón (a pesar de no saber aún el nivel de su contrincante). Si tan sólo Sousuke estuviera disponible tampoco estaría desesperado por un poco de entrenamiento, mas su mejor amigo aún sigue en rehabilitación y se ha prometido a sí mismo no presionarlo. Sin más remedio, chasquea la lengua al escribir una respuesta.
Rin: Surgió algo más. Mi hermana quiere presentarme a su novio el 23 de diciembre. ¿Podrías acompañarme sólo una hora y después vamos a tu reunión?
Haru: Okay.
Rin envía emojis agradecidos junto a un corazón escarlata, después se tira sobre la cama a descansar. No espera que Haru responda más, por ello es que se sorprende cuando su teléfono vibra de nuevo y lo desbloquea guiado por la curiosidad cuando observa el nombre del chico en su pantalla.
Haru:  ¿Aún vamos a nadar?
Rin suelta una carcajada.
— Este chico sí que parece amar el agua —comenta para sí mismo y no pasa por alto el tirón de emoción que siente en su estómago, el tipo de sensación que le acompaña al inicio de cada carrera y lo impulsa en el agua.
Rin:  Por supuesto, no te quitaría la oportunidad de perder.
Haru:  Eres gracioso.
Rin vuelve a reír.
.
.
.
Rin ha pasado los últimos días convenciéndose que la cita arreglada con Haruka es sólo eso, una cita arreglada en la que sólo fingirán estar juntos para evitar todos los espacios incómodos que surgen cuando hay más parejas en la misma habitación. Es un acuerdo justo, un buen respiro del drama que las citas reales suelen ser, se deshará de los regaños de Gou por al menos unas semanas y nadie tendrá ilusiones rotas al final del día.
No recuerda la última vez que sintió tal tranquilidad.
— ¿Tú eres Rin Matsuoka?
Una sonrisa surca sus labios por mero reflejo y levanta la mirada hacia la persona que se ha acercado. Reconoce el saco azul oscuro que Haruka dijo que llevaría, después se topa con una bufanda gris que cubre el cuello del chico, así como sus labios, y cuando finalmente lo mira a los ojos, el aire deja de existir.
— Abrigo vino, gorro invernal negro...—lee Haru en su teléfono, por fortuna no lo ha olvidado en el apartamento— Eres tú —afirma tras no haber recibido respuesta alguna. Rin aún está en silencio mientras lo mira, Haru comienza a sentir la incomodidad del silencio y desvía el rostro, frunciendo ligeramente el ceño— No estás arrepintiéndote ahora que me has visto, ¿cierto?
No está seguro de dónde ha venido eso, no es alguien que se preocupe por su imagen, pero tampoco es descuidado con ella. Sabe que es limpio, atlético e incluso, de acuerdo con la opinión de Kou, entra en la categoría de atractivo. Sin embargo es nuevo en el universo de las citas (aún si es una cita falsa) y se pregunta si debió poner más esfuerzo en su imagen para no provocar que Rin perdiera el interés, pero antes de siquiera tener la oportunidad de pensar en una despedida, el chico se incorpora de la barda donde ha estado esperando y mueve las manos.
— ¡No, no estoy arrepintiéndome! Me distraje por un instante —se explica, mientras pasa una mano tras su cuello de forma avergonzada— Tus ojos...—Haru recupera la curiosidad y espera, pero Rin carraspea y niega con la cabeza. — Olvídalo, no importa. Sí, soy Rin. Es bueno verte en persona, Haru.
Rin extiende su mano hacia él, mostrándole una sonrisa. Haru no quiere dejar ir el tema sobre la distracción de Rin, pero realmente no tiene la suficiente confianza de preguntar, así que sólo acepta la mano que le es extendida y da un apretón suave, asintiendo en acuerdo.
Es Rin quien retoma la plática caminando hacia la circulación de autos para llamar un taxi hasta ellos. Al igual que en los mensajes, Haru no siente la presión de decir más de lo que debe decir y agradece que sea Rin quien lleva las riendas de la conversación en el trayecto.
Escucha atentamente sobre Australia, el tipo de entrenamiento que Rin lleva y los sitios que más le gustan de vivir allí. Haru casi se siente sonreír por imaginar estar tan cerca del océano todo el tiempo, lo que le hace extrañar su vida en Iwatobi.
— Realmente extraño los cerezos...—dice Rin de pronto seguido de un suspiro, llevando la vista hacia el cristal de la ventana. Haru lo observa en su usual silencio y la curiosidad que se sembró en él desde que vio al chico en la aplicación, crece.
— ¿Siempre quisiste hacer esto? —pregunta, teniendo de vuelta la mirada de Rin sobre él. — Nadar.
Rin sonríe. Haru hace una nota mental de que parece ser un gesto que Rin usa demasiado, como si tuviera una travesura en mente todo el tiempo.
— Mi padre quería ser nadador olímpico —los labios de Rin titubean por un segundo, pero se recupera casi al instante. — Por un tiempo consideré la posibilidad de estar persiguiendo un sueño ajeno, uno que no podría cumplir, pero mientras más nadaba... más quería seguir —Rin lleva su mano hacia su pecho, posándola allí por encima del abrigo vino— Ahora es mi sueño.
Haru quiere apartar la mirada, aunque no lo hace. No está seguro si son las palabras de Rin o la forma en que su expresión cambia al hablar de su sueño, pero se encuentra atrapado en ese momento a pesar de lo íntimo que es. Una parte de él lo entiende. Nadar es todo lo que desea hacer, pero a veces... a veces se pregunta por cuánto tiempo más logrará hacerlo.
— ¿Qué hay de ti, Haru?
Finalmente es capaz de desviar la mirada.
— No tengo un sueño —murmura, por un momento cree que ha hablado tan bajo que sus palabras no llegaron a Rin (espera que no), pero entonces su hombro se encoge ante la calidez de la mano de Rin repentinamente apoyada en él.
— Está bien. Tener un sueño no es requisito para ser feliz —Haru entreabre los labios por la impresión que causan tales palabras en él.
Jamás le han dicho algo como eso. El último año de preparatoria fue terrible al enfrentarse a sinfín de propuestas sobre su futura; qué quería hacer, qué quería ser, cuál era su sueño; y a la falta de uno, se sintió incompleto. La presión fue tal que sintió su cuerpo rígido en el sitio que más libertad le dio: el agua. Su mente se había sumergido en un pozo vacío donde no halló ninguna motivación que fuera suficiente para seguir adelante. Casi había dejado de nadar.
— Nado —responde entonces, como si sólo eso bastara para decir: nadar me hace feliz— Mi mejor amigo me convenció de ingresar a Hidaka para seguir nadando mientras pienso qué hacer con mi futuro.
— ¿No has considerado dedicarte a la competencia? —Haru hace una mueca.
— Los tiempos no me importan. Sólo nado libre.
Rin ríe por lo bajo. No es una burla, al menos, Haru espera que no lo sea.
— El agua es el mejor sitio para ser libre, lo entiendo —responde Rin, reafirmando que no hay burla alguna en su risa o palabras, todo en él parece sincero e incluso un poco cursi. Haru sonríe apenas y desvía la vista hacia la ventana cuando el automóvil se detiene. — Gou siempre se queja de que el agua me ha apartado de ella, ojalá pudiera entenderlo...—Rin abre la puerta mientras dice eso.
La alarma en Haru se enciende al instante. ¿Gou?
— ¡Nii-saaaan! —cuando Haru sale del automóvil, Rin tiene a una chica colgada de su cuello que trata de controlar para que no lo avergüence en el medio del paso peatonal, pero ella sólo ríe.
Haru conoce esa risa. Conoce ese color de cabello. Conoce a esa chica.
— ¿Kou...?
— ¡Nanase-kun! —Gou se aparta del abrazo y sonríe a Haru, hasta que recuerda cuál es la situación. Su hermano traería al chico con quien salía a la reunión. Sus labios se separan al instante ante la sorpresa, mira de Haru hacia Rin; lo mismo hace éste último, mientras Haru sólo trata de entender cómo diablos puede suceder algo así en la vida real. — ¿Sales con Rin?
— ¿Se conocen? —interviene Rin, quien parece estar a un paso del pánico. — ¿Cómo se conocen?
— Wow. Siempre dije que te presentaría a mi hermano como broma, ¡pero esto es maravilloso! ¡Se encontraron mutuamente! —Gou junta ambas manos y las coloca sobre su pecho, liberando un suspiro— ¡Eso es tan rom-!
— ¡Gou! —interrumpe Rin. — ¿Cómo se conocen?
— Kou —corrige ella, a lo que Rin sólo gira los ojos con impaciencia— Haru es el mejor amigo de-
— ¡Haru-chan, llegaste! —Haru suspira de alivio en cuanto Makoto entra a la escena. Ni siquiera se percata del castaño que camina a la par de su mejor amigo, todo lo que importa es que Makoto salvará la incómoda situación del momento. — Oh, tú debes ser Rin-san. Es un gusto conocerte al fin —Makoto se detiene antes de saludar a Haru, inclinándose ante Rin.
El castaño atrás suelta a reír.
— Rin-san —repite como una burla, pero no hacia Makoto, pues sus ojos están fijos en Rin— No seas tan educado, Makoto. Rin podría ponerse a llorar.
— Sousuke —gruñe Rin— ¿Qué rayos haces tú aquí?
— Makoto me invitó —da una palmada a la espalda del mencionado una vez que ésta se ha enderezado. Gou sonríe ante el gesto, rodeando a su novio para ir hacia Sousuke y colgarse de su brazo izquierdo.
— Makoto-kun es asistente del entrenador que ayuda a Sousuke en su rehabilitación —explica ella— ¡Fue una grata casualidad! Como lo de ustedes —añade. Rin y Haru comparten una fugaz mirada, que se desvía después a lados contrarios— Sousuke, Makoto-kun, Rin y Haru son novios —anuncia con orgullo.
El color sube pronto al rostro de Rin, mientras Haru voltea con rapidez su vista hacia el chico.
— ¿Novios?
— ¡No es tan formal, Kou! —pelea al instante. — No-, yo-, él-, ¡ugh! —las palabras tropiezan unas con otras y tener la mirada de todos sobre él no ayuda a calmarlo. — Aún no lo llamamos noviazgo, sólo hemos... lo estamos intentando.
Haru separa los labios, pero en un movimiento rápido la mano de Rin está sobre la suya y sus dedos se entrelazan a los propios, cortándole las palabras al instante. Rin quiere que le siga la corriente.
— No me habías dicho de esto, Haru...—Makoto habla entonces, atrayendo su atención.
— Ha sido algo a distancia —responde con la primera mentira de su boca, pero el suspiro que logra escuchar en Rin le confirma que ha hecho lo correcto. Inconscientemente su mano se aprieta en el agarre que ambos mantienen, como si quisiera dar seguridad a Rin de que puede con esto. — No quería decir nada sin estar seguro...—añade en un tono más bajo, lo suficiente para expresar a Makoto que no está listo para un interrogatorio. Él lo entiende, así que no pregunta más (por ahora).
— Kou, creí que habías dicho antes que Rin te dijo que conoció a su cita en una competencia —Sousuke se une a la conversación y de pronto las miradas de Makoto y Gou vuelven a estar sobre ellos, esta vez con algo de sospecha.
Rin bufa algo parecido a una risa.
— Nos conocimos en una competencia —afirma con seguridad. Tal parece que actuar no es una debilidad en él y Haru se pregunta si es porque Rin parece ser un poco dramático— Me gustó su nado, así que le pedí su número.
— El nado de Haru suele tener gran impresión en quienes nadan con él —aporta Makoto dirigiéndose a Sousuke. Gou asiente enseguida.
— Así es. Le gané y no pudo resistirse —el comentario escapa de Haru sin siquiera pensarlo, pero la reacción que recibe de Rin es tan graciosa que vale la pena sumar una mentira más a su relación ficticia.
— ¡No me ganaste! —reclama.
— ¿Quieres otra competencia? —Rin suelta un bufido.
— Cuando quieras.
— Oh, mírense. Parecen rivales en lugar de novios —Gou se burla, aunque la mirada enternecida que les dedica es suficiente para que un nuevo sonrojo los ataque a la vez. — Vamos dentro. Nos congelaremos si seguimos aquí.
Makoto rodea a Gou por los hombros en un intento de transmitirle calor, Sousuke les sigue de cerca tras dar una última mirada de sospecha hacia Rin. Sólo hasta que han avanzado lo suficiente, Rin suelta un suspiro donde descarga toda la tensión.
— ¿Por qué rayos me pasan estas cosas a mí?
— No eres el único —murmura Haru.
— Es tu culpa —acusa Rin, girando a mirarlo— ¿Cómo no pudiste notar que soy hermano de Gou Matsouka? ¡Prácticamente somos dos gotas de agua!
Haru frunce el ceño.
— Debiste decir tu apellido. Es tu culpa.
— ¡Tu culpa!
— ¡Tu culpa! —repite Haru al instante, negándose a ceder.
— Ugh...—Rin se quita el gorro de la cabeza, revolviéndose el cabello con hastío— Olvidémoslo, ya estamos metidos en esto. Pasaremos esta noche y después de unas semanas diremos que la distancia fue demasiado y decidimos terminar.
— En buenos términos —aporta Haru, imaginándose el panorama que traería su "primera ruptura" y ciertamente no quiere lidiar con sus amigos preocupados por una relación falsa fallida.
— En buenos términos —repite Rin y hace el amago de avanzar, pero entonces una presión lo detiene y ambos bajan la mirada hacia sus manos que siguen unidas. Una vez más, Rin siente el calor en sus mejillas y suelta el agarre. — Vamos —gruñe, avanzando por su cuenta.
Haru le sigue en silencio, resistiéndose al impulso repentino de salir corriendo.
Nada es como lo planeó. Y nada lo es una vez que ingresan al espacio rentado para la reunión.
Todos sus conocidos están allí, incluso ha visto a Ikuya al fondo con aquel chico de anteojos que siempre está con él, cerca de ellos Asahi crea alboroto con sus compañeros mientras Kisumi lo anima. También reconoce a Rei y Nagisa en la barra, ambos saludando a su dirección. Tras dar un vistazo a Rin que acompaña a Gou en las presentaciones, se dirige hasta sus amigos para ponerlos al tanto de la situación.
Ha encontrado alguien para salir, Nagisa festeja; pero Haru aclara que acordó una cita no real, Nagisa se queja; explica entonces que Rin es el hermano de Gou Matsuoka, tanto Rei como Nagisa sueltan un exclamo de sorpresa; continúa diciendo que se han "conocido" en una carrera que él ganó y su relación es a distancia, por lo que nadie supo de ella hasta ahora, a lo que ambos asienten en acuerdo.
— No revelaremos nada, Haruka-senpai. Cuente con eso —Haru se siente aliviado por la seguridad en Rei, aun así, su vista se desvía con sospecha hacia el vaso que el chico sostiene. — ¡Es jugo de manzana! —aclara, ocasionando que Nagisa ría. Es de conocimiento público que Rei tiende a ser extremadamente sincero al beber.
— Yo cuidaré de su consumo, Haru-chan —interviene mientras apoya su mano sobre la de Rei para calmarlo; no obstante, su mirada sigue en Haru cuando vuelve a hablar. — Aunque, ¿no crees que es extraño que te toparas justo con el hermano de Gou-chan? —inclina la cabeza hacia un lado y sonríe. — Tarde o temprano iban a conocerse. Eso es casi romántico.
Haru desvía la vista.
— Confío en ustedes —da por terminada la conversación y se aleja en búsqueda de Rin.
Lo encuentra en compañía del chico llamado Sousuke. No sabe cuál es el problema que tiene, pero a Haru no le agrada la forma en que lo ve. Afortunadamente Gou interviene en ese momento y tira de la muñeca de Sousuke para llevarlo consigo, Rin parece querer seguirlos hasta que su mirada se topa con Haru. Aunque el estrés los había dominado antes de entrar al lugar, el semblante de Rin luce tranquilo e incluso le sonríe, lo que reafirma su confianza para llegar hasta él.
Rin lleva una cerveza que bebe en cortos sorbos. Le explica sobre su responsabilidad con lo que consume para no afectar su entrenamiento, así que cuando le ofrecen a Haru una botella de cerveza también, él imita el ritmo con el que Rin bebe.
El silencio no es incómodo. Matsuoka es una presencia distinta a lo que Haru acostumbra, casi podría sentirse intimidado por su personalidad, casi; en cambio, todo lo que siente en su silenciosa compañía es parecido a flotar en la alberca antes del entrenamiento, cuando no hay nadie y el agua le pertenece sólo a él.
— Deberíamos hacernos preguntas personales. Cosas que debemos saber si queremos que crean que estamos juntos —Rin lo extrae de sus pensamientos y asiente en acuerdo. — ¿Comida preferida?
— Caballa asada —Rin enarca una ceja y se gira a mirarlo. —... No sé qué preguntar.
— ¿Qué quieres saber?
Haru lo piensa. Nunca antes ha estado en esa situación. Todo lo que sabe de las personas que conoce es porque estuvo allí para saberlo, porque pasa tiempo a su lado y los escucha, pero fuera de ésas razones no ha hablado nunca con una persona en búsqueda de saber algo. Oprime los labios.
— ¿Animal... preferido? —intenta.
— Tiburón —Rin responde al instante, el orgullo marcado en su respuesta y expresión. — ¿Qué piensas del amor?
La pregunta es absurdamente inesperada. Haru lleva la botella a sus labios porque la sonrisa de Rin es demasiado juguetona como si estuviera disfrutando de verlo en aprietos, algo que no desea mostrar ante él, y da un trago un poco más largo que los anteriores.
Amor.
No conoce mucho sobre el amor. Sus padres solían decirle que lo amaban, pero entonces pasaban largos períodos lejos, así que el amor se volvió distante y solitario. Makoto es una mejor representación de ello, es su mejor amigo, pero sabe que el amor que siente por él y el amor por el que Rin ha preguntado son dos tipos distintos de emoción. Amor. ¿Qué significa para él? ¿Qué es? Acaso... ¿siquiera lo conoce?
— No lo sé —responde con sinceridad. Quiere agregar algo más, algo que haya leído y que quizá funcione como respuesta, pero antes de decir algo o de que Rin intervenga, Makoto los encuentra y los lleva consigo a la mesa donde Gou y Sousuke están reunidos. Nagisa y Rei también están allí.
— Quiero su historia —exige Gou apenas se sientan frente a ella, uno al lado del otro.
— Quizá quieren mantener su historia sólo para ellos, Kou-chan —media Rei, apoyado por repetidos asentimientos de Nagisa, aunque la mencionada niega con la cabeza en desacuerdo.
— Yo también quiero saber la historia. Estoy muy interesado —Haru mira hacia Sousuke. No entiende del todo su fijación para atraparlos, pero no le agrada, aún menos cuando los mira con burla como si supiera que están mintiendo.
— Una competencia —Haru se adelanta a Rin, su vista fija en Sousuke.
— Le ganaste —dice él, a lo que Nanase asiente— Curioso —continúa y Haru aprieta los puños teniendo la sensación de que algo va mal, en especial porque es capaz de sentir a Rin tensarse a su lado y chasquear la lengua. — Rin es competitivo y odia perder. No lo imagino pidiendo tu teléfono después de perder.
Esta vez, su seria mirada va hacia Rin e inclina la cabeza.
— Te conozco desde niños, Rin —añade, palabras envueltas en un tono de desafío que lo reta a desmentirlo.
— Mh, es cierto... Eres un mal perdedor —aporta Gou, mirando a su hermano también en espera de una respuesta.
Por un instante, sólo un instante, Haru considera tomar la mano de Rin bajo la mesa en señal de apoyo, pero deshecha la idea de inmediato. Eso sería extraño. Real. Y se recuerda que la cita de ese momento es arreglada. Falsa.
— Quise golpearlo al inicio —responde Rin finalmente y parte de la mesa ríe, a excepción de Sousuke y Makoto (éste último probablemente por la protección que siente sobre Haru). — Pero... cambié de opinión al verlo de frente —una discreta sonrisa aparece en sus labios, Haru se siente contrariado por la naturalidad con la que Rin es capaz de sonreír y por un momento casi parece que lo hace en serio—. Fueron sus ojos. Me distrajeron de mi plan.
Nagisa suelta un chillido de emoción, a pesar de ser consciente de que la cita no es real. Incluso Rei se encuentra interesado por el comentario y la expresión seria que Sousuke mantuvo, flaquea por un instante.
— ¿Mis ojos...? —la pregunta escapa de los labios de Haru sin siquiera preverla, mas la curiosidad trabaja por cuenta propia, así que continúa: — ¿Por qué?
Las mejillas de Rin se coloran con suavidad, es casi imperceptible y podría tratarse sólo de un efecto de la luz que los ilumina, pero la sonrisa sigue allí, tenue y avergonzada. Rin niega con la cabeza sin tener más remedio y alza la cabeza para mirarlo.
— No te lo dije, ¿cierto? Son del color del agua, —responde—, el color exacto de cuando me sumerjo en ella. —el calor nace en el pecho de Haru y se extiende hacia su estómago, le recorre los brazos como un escalofrío y obstruye su garganta como lava ardiendo. — Romántico, ¿no? —Rin sonríe.
Es justo como la sonrisa que vio en su primera fotografía. Sincera, amplia y provoca que sus ojos se cierren por un segundo.
El calor llega a las mejillas de Haru y aparta la mirada, sin saber qué más puede hacer en una situación que lo avergüenza.
No es real, piensa, está fingiendo, continúa para que sus pensamientos lleguen a su pulso acelerado y le recuerden que es una cita arreglada. Esto es falso.
— ¿Te avergoncé? —Rin se burla. Por supuesto que se burla, ¡es así de irritante!
— No estoy avergonzado —rebate Haru, cruzando los brazos.
— Lo que sucede es que Haru-chan siempre sonríe en su corazón —comenta Nagisa, ganándose las risas conjuntas de la mesa.
Haru mira a Rin de reojo, encontrándose con él mirándole de vuelta.
¿Romántico, no?, las palabras de Rin resuenan en su mente durante el resto de la noche.
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hudcekworld · 3 years ago
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"COSA WEDDING" 06.03.2020
El gran día había llegado. Cosmo se preguntaba una y otra vez cómo era capaz de retener el desayuno en su estómago, asombrado por su capacidad de aguantar los nervios, aunque las manos eran más traicioneras y le sudaban y temblaban sin parar. Sacha había controlado los nervios, durante los meses atrás, porque siempre había visto el 6 de marzo como un día que tardaría en llegar, y eso le había ayudado a relajarse, pero cuando por fin amaneció y era “la fecha” pudo sentir la emoción en su estómago mezclada con los nervios de aquel día, de casarse por fin con el que había sido el amor de su vida prácticamente desde que le conoció.
El universo parecía haberse puesto de acuerdo para hacer que aquel día fuera perfecto, el indicado: el sol brillaba con ganas sobre sus cabezas, pero todavía con la brisa de marzo, así que ni se morían de frío ni de calor, y menos mal, porque estando en el jardín cualquier cambio meteorológico podría llevar al fracaso ese momento.
Ambos novios, antes de salir a la zona preparada para la ceremonia, estaban preparándose en habitaciones separadas. A Sacha le estaba ayudando a vestirse su hermana, y madrina, Ari, cuando su padre entró antes de ir al lugar de la ceremonia para ayudarle a ponerse los gemelos y dedicarle unas palabras mientras le colocaba la corbata.
— Me hace muy feliz verte así, hijo. Conozco a pocas parejas que se quieran más que vosotros, no pudiste elegir mejor. Nos vemos en el altar, ¿vale? — Beso la frente de su hijo y después los abrazó a ambos, por allí también estaba Joseph que se unió al abrazo familiar. Todos los rusos estaban muy emocionados. La habitación se fue vaciando hasta que solo quedaron Aretha y él.
Fred ya estaba perfectamente colocado frente al "altar" organizado. Las damas y damos de honor estaban alineados, mujeres a un lado, Paddy, Mit, Lieke, Blue y Amy, y hombres al otro, Caleb, Sage, Svet, Devon Kester y Devon Acker, a los lados de Fred.
Las primeras en salir fueron las niñas de las flores, Ru y Sophie, las cuales pasaron por el hueco preparado con una alfombra, entre las filas de sillas de los invitados. Y, tras ellas, con unos segundos de distancia, Cosmo, agarrando el brazo de su padre. Posiblemente el momento más tenso de toda su vida, notaba las miradas puestas en él, y solo podía pensar en que se iba a caer o a hacer el ridículo de alguna manera -y lo peor de todo, seguro que alguien lo estaba grabando-. Por suerte, los sollozos de su padre le despistaron de sus pensamientos.
— Me estás agobiando, papá... —susurró, dándole un suave codazo.— Todavía ni hemos llegado y creo que ya has llorado como cinco litros...
— Es que... —realmente estaba intentando contener las lágrimas, a pesar de que ya tenía los ojos rojos igual que la nariz. Por eso mismo no comentó nada más hasta que llegaron frente a Fred. Sonrió, dándole la mano al nuevo miembro de su familia gracias a aquel enlace. Tras aquel gesto, se giró hacia su hijo, cogiéndole la cara con las dos manos y dándole un beso -más largo de lo que Cosmo hubiera querido- en la frente.— Te quiero muchísimo cariño, eres de las mejores cosas que me han pasado en la vida.
No contestó nada, al menos de palabra, pero Johan sabía que se lo estaba diciendo todo con la mirada, y que había decidido no hablar porque le había tocado el corazoncito. Se separó de su hijo mayor y se puso al lado de los damos de honor, ocupando el lugar de Padrino en aquella boda, mientras Judith se las apañaba para pasarle pañuelos de contrabando.
Cosmo tomó aire y sonrió a Fred, acercándose para, de forma bastante extraña, darle una especie de abrazo, susurrando un "gracias" cerca de su oreja, separándose al segundo para colocarse recto, cogiéndose las manos delante del cuerpo, y esperar.
Sacha y Aretha estaban todavía esperando la señal que les indicara que ya podían avanzar.
— ¿Preparado, Sachi? Estás increíble, Cosmo se va a desmayar... Bueno, espero que no. — Bromeó la madrina, tendiéndole la mano a su hermano, que la cogió con una sonrisa de oreja a oreja.
— No sabes lo contento que estoy. Y nervioso. Pero sobre todo feliz, tengo ganas de verle... — Así pasaron los minutos antes de salir, mientras Aretha arreglaba su corbata o camisa aunque no le hiciera falta. Una suave melodía le dio la señal de que era hora de salir, pues probablemente su novio ya esperaba en el “altar”, y eso hicieron.
Entrelazó el brazo con el de su hermana que, sin hablar, le dijo “te quiero”. El camino hasta Cosmo fue fácil, le gustaba ser el centro de atención, pero más importante... Solo veía a Cosmo y solo le sonreía a él, visiblemente emocionado, de hecho, y cuando se detuvo frente a él se frotó los ojos ya que las lágrimas no le dejaron ver. Cosmo había intentado centrarse en sus manos mientras Sacha llegaba hasta su lado, pero le resultó imposible no alzar la cabeza y mirarle, fijarse solo y únicamente en él. Estaba a escasos minutos de casarse con él -de nuevo, esta vez más real- y todavía le parecía una ilusión. Estaba apretando los dientes con todas sus fuerzas para contener las lágrimas, pero ver a Sacha emocionado no ayudaba demasiado y, disimuladamente, se pasó el dorso de una mano por los ojos, intentando hacerlo como una "diva", como le habían dicho Ameryca y Olympia.
El padre del ruso abrazó de nuevo a su hijo, mientras Ari se apartaba a su lugar de Madrina, no sin antes darle la mano a Cosmo.
— Bienvenido a la familia.
La rusa le lanzó un beso para no incomodarle más de la cuenta y dejó a los novios frente a Fred, que aunque no era tan evidente, también estaba nervioso. Nunca antes había oficiado una boda, y menos de un hijo. Suspiró, acercándose al micrófono que le habían facilitado para que todos los invitados le escucharan mejor.
— He intentado ensayar varias veces este momento, y todos mis discursos empiezan de la misma manera, recordando a Cosmo con cinco o seis años menos, nervioso y aterrorizado cada vez que venía a casa a ver a Sacha. Desde entonces pude ver la manera en la que se miran, la manera en la que la cara de mi hijo recuperó su alegría cuando se conocieron, esa alegría que parece que solo Cosmo puede causar en él. Yo crecí convencido de que el amor no es tan fácil, ni tan bonito, ni tan eterno, al menos así era hasta que conocí a una pareja con un amor tan incondicional y puro por el otro como el que tienen ellos. Me alegra teneros a todos aquí presentes, testigos de este enlace que hoy vamos a celebrar, aunque ya sabemos que se casaron primero en Las Vegas. Bienvenido a la familia, Cosmo, desde este momento prometo tratar de asustarte lo menos posible. Sé que os haréis felices el uno al otro y sé que os espera toda una vida juntos, me hacéis sentirme muy orgulloso de poder llamaros familia. Pero no es momento de que yo hable, creo que habéis preparado unos votos el uno para el otro, Cosmo, ¿te gustaría empezar?
Cosmo se giró un poco para escuchar a Fred. Obviamente, que su suegro dijera tantas cosas buenas de él, de su relación, aunque mezcladas con un par de bromas, le emocionó en exceso, teniendo que sorber por la nariz un par de veces, notando como se le humedecían los ojos constantemente. Cuando escuchó la pregunta, alzó ambas cejas, asintiendo una única vez.
— Sí, claro... —carraspeó para aclararse la voz. Metió la mano en el bolsillo de la chaqueta del traje, sacando un papel doblado varias veces. Aunque no estaban solos, cuando Cosmo sacó con su temblorosa mano ese papel, el resto de invitados desapareció y Sacha se centró únicamente en su marido. Cosmo, finalmente, cogió aire y se giró un poco.— He escrito, revisado, reescrito, vuelto a pensar... Lo que decirte ahora mismo, más o menos, ochenta veces, pero eso creo que no le extraña a nadie... Hace aproximadamente nueve meses te hice una promesa, que iba a ser la persona que mereces, que iba a ser el mejor novio posible, que iba a intentar estar a tu altura... Hoy, ahora, y delante de tantísimas personas, te hago otra promesa. Te prometo que voy a acompañarte el resto de nuestras vidas, que nuestros caminos se van a juntar para empezar a ir por el mismo, sea fácil o difícil, como sea. Eres, sin exagerar, lo mejor que me ha pasado nunca. Has sido, eres y serás... el amor de mi vida... —bajó un poco el tono de voz porque se le empezaba a quebrar la voz, apretando los labios. Intentó tragar saliva para poder continuar.— Si al Cosmo de hace unos años le hubieran dicho que estaría casándose contigo... Creo que le daría algo. Pero ahora mismo, saber que voy a permanecer a tu lado me hace el hombre más feliz del mundo. Te quiero, Sacha Zuko, you're my wonderwall.
De no ser porque no quería arruinar la ceremonia, el ruso le hubiera interrumpido varias veces con besos o comentarios, pero se limitó a sonreír, visiblemente emocionado, sin poder evitar alcanzar su mejilla con la mano y acariciarla con delicadeza, limpiando su propio rostro después antes de que la lágrima llegase muy lejos. Cuando le tocó a él, no sacó ningún papel, simplemente cogió aire.
— Cosmo, sé que peco de intenso pero una parte de mí siempre supo, desde la primera vez que te vi, que tú eras el amor de mi vida y lo seguí pensando incluso estando lejos... Cuando nos reencontramos no hice más que confirmarlo. Contigo, mi amor, quiero bailar en la cocina, escaparnos a un concierto, hacer fiestas con temáticas de locos con nuestros amigos, pasar noches en casa arropados con una manta, tener hijos, nuestro propio hogar, quiero ver cómo te gradúas y quiero celebrar contigo cada éxito. Pero también quiero estar contigo cuando el mundo sea demasiado caótico, cuando las noches se hagan largas o cuando estés enfadado con el mundo. No hay nada que quiera más en este mundo que pasar el resto de mi vida contigo. Eres la persona más increíble que conozco y yo el hombre más afortunado, porque de todas las personas que existen, soy yo el que dormirá a tu lado hasta que seamos dos abuelos divertidos. Te quiero, para siempre, y te prometo que te haré aún más feliz.
Cuando Sacha empezó a hablar todo a su alrededor desapareció. Cosmo sólo podía estar pendiente de él. Apretó la mandíbula con fuerza, sin darse cuenta que llevaba un rato derramando lágrimas hasta el punto de tener las mejillas empapadas. No le importó ser -todavía más- el centro de atención, y cuando Sacha paró de hablar, se adelantó un paso para darle un abrazo, aguantando las ganas de comerle a besos para hacerlo en el ansiado momento. Aprovechando el abrazo, Sacha pasó los pulgares por las mejillas de su marido para secar sus lágrimas, también conteniendo las ganas por darle un beso, quería respetar las normas hasta el final.
Fue Fred el que carraspeó y siguió adelante antes de que aquello fuera un mar de lágrimas, mientras Caleb cumplía con su misión de ayudar al pequeño Jonan, el sobrino de Sacha, a llevar los anillos hasta donde se encontraba la pareja. Caleb, cargando al bebé en brazos, se quedó a un lado, sosteniendo la almohada con las alianzas. Sacha, derretido al ver a Caleb y Jonan llegar juntos, alzó el pulgar cuando llegaron al final en señal de lo bien que habían hecho su cometido.
— Tras estas palabras tan bonitas, solo una respuesta os separa del resto de vuestras vidas... Cosmo Hudcek Monroe, ¿quieres a Sacha Zuko como marido?
Cosmo cogió una mano de Sacha, acariciándole, soltándole a los pocos segundos y tendiendo la mano dónde ya tenía el anillo de compromiso.
— Sí, quiero. —casi lo dijo a media voz.
Sacha soltó un pequeño suspiro de alivio acompañado de una sonrisa al escuchar el “sí quiero” como si no supiera ya que era lo que iba a contestar. Cogió la alianza de Cosmo y seguidamente su mano para, con mucha delicadeza, poner el anillo en su dedo anular.
— Sacha Zuko, ¿quieres a Cosmo Hudcek Monroe como marido? —prosiguió Fred, mientras Cosmo cogía la alianza que le pondría a su futuro marido.
— Sí, quiero. Lo repetiré mil veces.
Cosmo le cogió la mano, colocando el anillo en el dedo que tocaba, guiándose por el anillo de compromiso, mordiéndose ligeramente el labio, de la emoción. Ambos, esta vez, miraron a Fred, ahora sí, impacientes y eufóricos, y éste no pudo contener la sonrisa, pues también le había emocionado mucho el momento de los votos.
— Yo os declaro marido y marido. Enhorabuena, chicos... Podéis besar al novio.
Y, casi sin dejar que acabara la frase, ambos se unieron en un beso, Cosmo llevando sus manos al cuello ajeno, mientras que Sacha le atraía más a él, con las manos en la cintura del, ahora sí y de forma definitiva, su marido.
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El estadounidense tuvo que separarse un poco para volver a secarse las lágrimas de nuevo, pero esta vez sin poder dejar de sonreír. Cogió la mano de Sacha y, girándose en dirección a todos los invitados, alzó la mano del ruso junto a la suya, mientras todos ya habían empezado a aplaudirles.
— ¡Que nos hemos casado! —y fue lo último que alcanzó a decir antes de que damos, damas, padrino, madrina, resto de familia y demás se fueran acercando para abrazarlos y darles la enhorabuena, entre grititos y lágrimas.
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cxrsedlovers · 5 years ago
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-  ̗̀♘CARLA’S STORY O5: ESPAÑOL
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【♕Lugar: Mansión Violet - Sala de estar/Comedor】
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Kou: Carla-kun, ¡estamos de vuelta!
Carla: ... Kou y Azusa. Hicieron un buen reconocimiento.
Azusa: Sí... Hemos trabajado duro.
Carla: ¿Y bien? ¿Las otras familias están planeando algo?
Kou: Tenemos buenas y malas noticias. ¿Cuáles quieres escuchar primero?
Azusa: Kou... Los informes son algo serio. También hay... Una historia importante...
Kou: Sí, sí, lo entiendo.
Carla: No me hagan perder mi tiempo. Sean rápidos y díganlas.
Kou: Sí. La buena noticia es que Reiji de Scarlet no está realizando grandes movimientos.
Kou: La mala noticia es... Que Ruki de Orange y sus hermanos menores comenzaron a hacer planes para robarnos a Eva.
Carla: Orange... Tenemos que conocer cuáles serán sus próximos movimientos.
Azusa: Parace que ellos ya están preparados para el ataque...
Azusa: Sobre la ubicación de Eva, Ruki... Ya lo sabía.
Azusa: Entonces, creo que su plan para robarnos a Eva... Ya ha comenzado...
Kou: Carla-kun trasladó a Eva de la mazmorra del sótano a una habitación vacía. ¿Podría ser que alguien lo vio por una ventana?
Kou: Lograron saber la ubicación exacta de Eva, es como si alguien nos hubiera estado acosando todo este tiempo.
Carla: Posiblemente haya sido un familiar de Ruki, o alguno de sus hermanos menores haciendo un reconocimiento. Debería haber esperado una situación así.
Kou: ¿Qué? ¿Eso crees?
Carla: Sí. Y los de Scarlet pronto podrían comenzar a realizar movimientos también.
Kou: Ehh, qué molesto. Si no la hubieras sacado de esa mazmorra, ahora no estaríamos en esta situación.
Azusa: Por cierto... ¿Por qué decidiste sacar Eva de la mazmorra?
Carla: ... Debido al entorno de la mazmorra, ella se enfermó y debilitó, fue muy frustrante para mí.
Kou: Entonces, ¿la liberaste solo por que actuó un poco débil frente a ti?
Carla: Necesito a esa mujer para que me convierta en el gobernante supremo, cuando Eva se sienta mejor respecto a su enfermedad, voy a enviarla de nuevo a la mazmorra, pero de momento todo será así.
Carla: Debemos ser minuciosos en preparación para las circunstancias imprevistas.
Kou: ¿Hm~?
Carla: Más que nada, resulta muy molesto que las demás mansiones sepan acerca de nuestros movimientos.
Carla: A este paso, los primeros en ser atacados seremos nosotros.
Kou: Uh, qué miedo.
Azusa: Pero... Si se trata de ella, ¿no sería difícil cuando se trata de pelear en la mansión...?
Carla: Ella se salvará, siempre y cuando no permitamos que entren a la mansión y seamos los primeros en ser atacados.
Carla: Por lo tanto, antes de que nuestros oponentes golpeen, actuaremos antes desde aquí.
Azusa: ¿Eh...?
Carla: Por si acaso, dejaré a Subaru como el escolta de Eva——
Carla: Dicho esto, vamos a hacerle una visita a los Orange.
【♕Lugar: Mansión Violet - Habitación disponible】
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Yui: Zzz... Zzz... Nn.
Yui: (... Me pregunto qué hora es en este momento. Estaba teniendo un sueño largo y muy feliz...)
Yui: (En el sueño, Carla-san estaba abrazándome amablemente——)
Yui: (No estaba en esa mazmorra fría, sino una cama mullida y una habitación vacía. Y entonces, me sonrió suavemente...)
Yui: (De alguna manera, siento que he estado durmiendo durante mucho tiempo... Sin embargo, debería intentar levantarme...)
—Yui cierra los ojos—.
Yui: (Pero... Mis párpados son muy pesados... Pude relajarme lentamente después de mucho tiempo... Todavía tengo sueño——)
—La puerta se abre—.
???: Sigues dormida.
Yui: (... ¿Hm? ¿Quién es...?)
???: Originalmente, tendría que prepararme para el siguiente plan...
Yui: (Alguien se acerca... Quiero abrir los ojos, pero todavía tengo sueño...)
???: Iré ahora a eliminar a los miembros de Orange.
Yui: (... Eh).
???: Mientras tanto, dejaré a mi hermano para que te cuide, Subaru estará aquí para lo que necesites.
???: ——Tú eres importante para mí, eres la herramienta que me convertirá en el gobernante supremo. No pienso entregarte a nadie.
???: Ni a otra familia, ni a absolutamente nadie.
???: Permanecerás aquí, en espera de mi regreso a esta mansión.
Yui: (Siento que debo hacer ahora. Ahora, necesito decir algo ahora——)
—Yui abre los ojos—.
Yui: Nn...
Carla: ¡...! Parece que estás despierta.
Yui: ¿Carla-san...? Espera...
Yui: (¿Eh? Ya no estoy en esa mazmorra. Yo, ¿por qué estoy aqui?)
Yui: (Pensé que era un sueño, pero realmente estoy en una cama decente...)
Carla: ... Olvidé que tu sueño es ligero debido a que eres una humana. Es mi culpa haberte despertado.
Carla: No puedo permitirme perder a la Eva legendaria, esta es una medida para eso.
Yui: Es decir... Carla-san, ¿cómo me trajiste hasta aquí?
Carla: ¿Ya lo has olvidado?
Yui: ¡Eh! Espera, realmente...
➜ ELECCIONES:
♙ Gracias (camino bueno/pieza blanca).
♟ Dudar (camino malo/pieza negra).
[♙]Gracias:
Yui: Muchas gracias. En esta habitación, es muy fácil descansar.
Carla: No pedí tus impresiones. Recupérate lo antes posible para cumplir tu papel como Eva.
Carla: Pero... Parece que te ves mejor que cuando estabas en la mazmorra.
[♟]Dudar:
Yui: ¿P-Por qué me dejaste salir de la mazmorra?
Carla: ¿Estás diciendo que preferías quedarte en esa mazmorra?
Yui: ¡No, en realidad no! ¡Estoy feliz de que me hayas sacado de esa mazmorra!
Carla: Hmph... Estás hablando, parece que te has recuperado un poco.
—Fin de las opciones—.
Yui: Todavía estoy un poco mareada, pero he mejorado mucho. Creo que es porque dormí bastante bien.
Carla: ... ¿Quieres decir que no podías tener un buen descanso dentro de la mazmorra?
Yui: Sí, es decir... Hacía frío, y era incómodo dormir en un suelo tan duro.
Yui: Pero——
Yui: (Él fue quien chupó demasiada sangre y me dejó anémica. Carla-san era quien estaba en una condición peor que yo...)
Carla: Todavía tienes las marcas de mis colmillos en tu cuello.
—Carla toca su cuello—.
Yui: Nn...
Yui: (Está tocando la marca con su dedo, siento un hormigueo... Parece que la herida no se ha curado por completo aún).
Carla: ¿Podría ser que te hayas debilitado solo por que te chupé demasiada sangre? Eva y un ser humano no son muy diferentes. Parece que no tienes sangre inagotable.
Yui: A-Así es.
Carla: Ya veo. Seré cuidadoso de cara al futuro.
Yui: Eh...
Carla: ¿Qué sucede?
Yui: Nada, siento que la atmósfera de Carla-san ha cambiado...
Yui: (Eso no es mi culpa, ¿verdad? Hablando de eso, me pregunto qué pasaría si él solo recordase nuestros momentos juntos en los viejos tiempos...)
Yui: (Ha pasado un tiempo, pero parece que el Carla-san original está volviendo).
Carla: Me estás dando muchos problemas. Aún no recuerdas nada de la leyenda. Vas a permanecer aquí, para convertirme en el gobernante supremo.
Carla: Estuve esperando por un tiempo hasta ahora. Todavía no muestras signos de despertar como Eva.
Yui: L-Lo siento.
Carla: ... Bueno, como sea. No hay necesidad de que te apresures. Ahora debes descansar hasta que el momento idóneo llegue.
Yui: ... Sí.
Yui: (Después de todo, sigo pensando que fue una buena elección salir de esa mazmorra).
Yui: (Por un tiempo, he visto esperanza. Siento que los recuerdos de Carla-san regresarán si permanecemos juntos).
Carla: Parece que ya pasó un tiempo. Es hora de que me vaya.
Yui: ¿Eh? ¿A dónde...?
Carla: Voy a planear un ataque contra los Orange.
Yui: ... Eh...
Yui: (¿Un ataque...? ¿Van a pelear? ¿¡Contra la familia Orange!?)
Yui: (¡Shin-kun está allí!)
Yui: ¡P-Por favor espera!
Carla: No debes preocuparte por nada. Subaru en breve llegará aquí. Si tienes alguna necesidad, díselo a él.
Yui: No se trata de eso, en la mansión Orange está Shin-kun—— ¡El hermano menor de Carla-san!
Carla: Escucharé esa historia una vez haya regresado, lo prometo. Me iré ahora.
—Carla se va—.
Yui: ¡Carla-san! ... Espera...
—Yui cae al suelo—.
Yui: (No puedo levantarme, mi cabeza está...)
Yui: (Carla-san... Te lo suplico, no mates a Shin-kun—— ¡Él es tu hermano menor real...!)
【♕Lugar: Bosque】
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Kou: Bueno, estamos cerca de la mansión Orange. ¿Están todos preparados para el ataque?
Laito: Por supuesto. No es como si quisiera hacer daño a alguien. [Es sarcasmo].
Azusa: Todos, no se sobreesfuecen.
Kou: Entendido. Pero, mira cómo se ve Carla-kun, su cara refleja mucha concentración.
Carla: ... Cállate de una vez. Alguien se está acercando.
Azusa: ¿Eh...?
???: Je, tienes un buen presentimiento. ¿A dónde vas con todos tus hermanos?
Carla: ¡Abajo!
Shin: ¡Ja!
—Choque de espadas—.
Carla: ...
Shin: Vaya, no sabía que eras tan ágil desenvainando tu espada.
—Choque de espadas—.
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Carla: Tú eres el segundo hijo mayor de la familia Orange—— Shin.
Shin: Pensé que un olor extraño invadió mis fosas nasales. Mira, la confianza que tengo sobre mi nariz nunca me decepciona.
Shin: Además, también tengo mucha confianza en mí mismo. Estuve a punto de cortarte, pero no me lo podía permitir.
Carla: Hmph. Pensé que fui atacado por un hombre tan grosero como una bestia asquerosa, pero eres bueno con la espada.
Shin: Es decir, ¿realmente te agrada echarle sal a la herida del enemigo?
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Ayato: Tch, pudo ser un gran ataque sorpresa, de no ser porque llegamos tarde.
Kanato: No puedo creer que se lo dejásemos a Shin. Por eso, ahora estamos involucrados en cosas problemáticas.
Carla: Así que pretendíais atacar juntos, pero este tipo actuó por su cuenta.
Ruki: Por supuesto. Es una tontería, no le importa sus compañeros por lo que siempre actúa solo.
Kou: Ah, eso estuvo cerca. Si realmente hubieran tenido la intención de sorprendernos, ahora mismo estaríamos muertos.
Laito: Por suerte hemos sobrevivido. ¿Qué haremos a continuación?
Azusa: Carla...
Carla: Se supone que están buscando información con un familiar, estaba dentro de mis expectativas.
Carla: Con una emboscada, no creas que has ganado.
Carla: Todos los que me resulten un obstáculo, los eliminaré de inmediato.
Shin: Je, si es así, ¡me pregunto si sobrevivirán a esta batalla!
—Choque de espadas—.
【♕Lugar: Mansión Violet - Habitación disponible】
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Yui: ¡...!
Yui: (¿Qué pasó justo ahora...? ¿Solo fue un sueño...?)
Yui: (Mi corazón todavía está latiendo con fuerza. Me siento bastante mal en este momento...)
Subaru: Te despertaste.
Yui: Subaru-kun... ¿Te quedaste conmigo?
Subaru: Fue una orden de Carla. Debo cuidarte para que no tengas problemas. Es algo inusual que él diga algo así.
Yui: (Ah... Supongo que tiene razón, recuerdo que dijo una cosa así).
Subaru: Me pregunto, ¿él es realmente así? ¿O me está tomando por idiota?
Yui: Uh... Lo siento.
Subaru: Incluso cuando llegué a la habitación estabas desplomada en el suelo.
Yui: (... ¿En el suelo? ... ¡Ah!)
Yui: Así es, ¿¡dónde está Carla-san ahora!?
Subaru: Él no está en la mansión ahora.
Yui: De ninguna manera, entonces... ¿Fue a la mansión Orange?
Subaru: ¿Qué? ¿Cómo sabes eso? Fueron a atacar a la otra familia para que ellos no atacasen aqui.
Yui: Tal cosa...
Subaru: ¿Ah? ¿Qué te pasa?
Yui: Bueno, van a luchar y lastimarse—— No, ¿¡no puedo hacer algo para que sus vidas no estén en peligro!?
Yui: ¡Tiene que haber algo que pueda hacer...!
Subaru: ¿Por qué te sigues preocupando por ellos? ¿Sigues preocupándote por Carla?
Subaru: Él te encerró en esa mazmorra y chupó demasiado tu sangre.
Yui: Sí, aún estoy preocupada. No le guardo rencor a Carla-san por todo lo que me ha hecho.
Yui: (Incluso si olvidó todo, incluyendo nuestros momentos juntos, podría recordarlo...)
Yui: (Mientras que Carla-san sea Carla-san, la persona que tanto amo, no puedo guardarle rencor).
Subaru: Realmente eres extraña... Bueno, el pensamiento que tengas sobre Carla no me importa.
Yui: En ese caso, ¡déjame detener la batalla que Carla-san quiere tener contra la otra familia!
Subaru: Ah, ¡oye! ¡No te muevas tan repentinamente!
Yui: ... Agh.
Subaru: Oye, ¿qué sucede?
Yui: Lo siento, me duele mucho el cuello...
Subariu: Tch... Eso es porque te moviste muy repentinamente. Tu cuello comenzó a sangrar. Parece que la marca de succión que hay en tu cuello se volvió a abrir.
Yui: Eh... ¿De verdad?
Yui: ¿Qué debería hacer? Tengo que detener el sangrado... Ensuciaré la cama si no lo hago.
Subaru: Idiota, te preocupas demasiado por todo.
—Subaru suspira—.
Subaru: Sería una molestia tener que ir a por el botiquín de primeros auxilios... No tengo otra opción.
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Yui: (¿Eh? De repente se acercó...)
—Subaru desarregla la camiseta de Yui—.
Subaru: No te muevas—— Nn...
Yui: Ah...
Yui: (Sus labios, están haciéndome cosquillas... Pero así es, la saliva de un vampiro debería tener el poder suficiente para curar las heridas).
Yui: (Esto hace que mi herida se sienta muy extraña...)
—Subaru se aleja—.
Subaru: Ah... Así debería estar bien. Pero, fue intenso...
Subaru: Solo tomé un pequeño sorbo y eso hace que mi cabeza se sienta mareada... ¿Esta es la sangre de Eva?
—Yui se arregla la camiseta—.
Yui: L-Lo siento. No tenía planeado algo como esto...
Subaru: Sé que no lo habías planeado. Porque tu sangre solo le pertenece a Carla.
Yui: (Eh, eso fue inesperado... Me preguntaba si Subaru-kun actuaría en contra de Carla-san).
Yui: Le diré a Carla-san que me estuviste cuidando adecuadamente.
Subaru: ... Tus palabras me hacen sentir honrado. Especialmente, sus técnicas sin duda son las mejores.
Subaru: Además, no solo sus técnicas de brazo son increíbles, también lo es su capacidad para juntarnos a cada uno de nosotros.
Subaru: Si debo ser honesto, el que me dijera que me quedara aquí y te cuidase, me hizo sentir inútil.
Yui: Ya veo...
Yui: (Subaru-kun es serio y parece respetar a Carla-san)
Yui: (Si se hubieran conocido como fundador y vampiro, me pregunto si hubieran podido llevarse así...)
Subaru: ¡...!
Yui: ... ¿Subaru-kun? ¿Qué sucede?
Subaru: Escuché unos ruidos provenientes de la entrada. Esas voces... Ah, parece que han regresado.
Yui: Quieres decir... ¿¡Que Carla-san ha regresado!?
—Alguien viene apresurado—.
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Laito: Subaru-kun, siento interrumpirte, pero necesito tu ayuda.
Subaru: ... Sí.
—Laito se va—.
Yui: (Laito-kun llegó corriendo y tenía una expresión muy seria. ¿Qué fue lo que pasó...?)
Subaru: Deberías dormir.
Yui: ¡P-Pero...!
Subaru: Dije que deberías dormir. En esta situación, eso es exactamente lo que Carla hubiera dicho.
—Subaru se va—.
Yui: ¡Subaru-kun!
Yui: (Se fue...)
Yui: (Es cierto, solo sería un obstáculo si lo sigo. Mi fiebre aún no ha desaparecido por completo).
Yui: (Pero... Todos están muy apurados y están siendo ruidosos desde que llegaron a la mansión. ¿Qué ha sucedido...?)
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obsidianfr3sk · 4 years ago
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Malos días
OLI OLI CABEZA DE FRIJOLI
Salutations, fandom de renegados en español (? La Obsi decidió subir un fic en su idioma porque tiene mucha hueva de traducir pero quiere subir algo cute:) Fue super raro escribir en español sin tener constantemente en mente que iba a tener que traducirlo xd ALSO PINCHES GUIONES ME OLVIDABA QUE ERA UN PEDOTE PONERLOS. Pero lo logré y creo que quedó mamalón:’) Ahí dispersen
Summary? Idk... pues son los Everhart-Westwood siendo una familia disfuncional con final feliz (? Okno.
YA PUES PONGANSE A LEER. 
Tag list: @nodrianbcyes @dawniebb @healing-winston-pratt @alecjamesartino @everyone-has-a-nightmare (si también hablas español, únete. Somos buena onda a veces)
Detrás de la máscara, Simon podía mentirle a toda la ciudad. Podía aceptar con una enorme sonrisa sus “gracias”, sus cientos de miradas de admiración y todo la responsabilidad que le ponían en los hombros a él y al resto de sus amigos. Podía decir con seguridad que ninguno de ellos tenía que preocuparse de nuevo por los villanos. Los héroes habían triunfado. El mal se había terminado en la ciudad.
Los Renegados lo tenía todo bajo control.
Sin embargo, apenas se apagaban las luces del escenario, él dejaba de ser Dread Warden y se convertía en Simon Westwood de nuevo. Y Simon Westwood era un desastre.
Todos eran un desastre.
Aunque intentaran disimularlo, Simon los conocía lo suficientemente bien (se conocía a sí mismo lo suficientemente bien) como para saber que las cosas no estaban bien. Que quizás jamás volverían a estarlo.
Las cosas nunca iban a volver a estar bien sin Georgia a su lado. No importaba cuánto intentaran converse a sí mismos que así era.
Kasumi había intentado empezar una conversación al respecto. Unas semanas después del Día del Triunfo, después de visitar  a Max en su recién inaugurada área de cuarentena, ella y Simon los llevaron a su antigua casa. Era de noche. Adrian se quedó dormido en su cuarto de la infancia y los adultos hicieron un círculo en la sala.
Para explicar la dinámica, Kasumi tomó una pequeña almohada.
—¿Ven esto?—preguntó ella. Los otros tres asintieron—.Yo tengo una almohada. La almohada de la palabra. La vamos a ir pasando en el círculo y quien la tenga, va a tener la palabra y va hablar de cómo se siente.
—¿Cómo nos sentimos sobre qué?—preguntó Evander.
—Evander—lo regañó Simon—.Kasumi tiene la almohada de la palabra. Ahora no es tu turno de hablar.
Le arrebató la almohada a Kasumi.
—¿Cómo nos sentimos sobre qué?—repitió.
—¿Pues sobre qué más, Evander?—exclamó Tamaya rodando los ojos. Al diablo con la almohada de la palabra—.Sobre esto. La Anarquía, el Consejo…
—Sobre Georgia—interrumpió Hugh.
Le lanzó una mirada a Simon. Kasumi le pasó la almohada de la palabra, pero Hugh se la regresó.
Bueno, quizás eso no iba a funcionar con Hugh. Pero al menos iba a funcionar con los demás, ¿no?
Pues no. No funcionó con nadie.
Tamaya rompió la almohada cuando se la pasaron. Evander tomó una mitad y comenzó a hacer chistes sobre esa “maldita actividad toda ridícula” que solamente les estaba haciendo perder el tiempo, e hizo que Kasumi, una mujer de veintitrés años, se pusiera a llorar como niña chiquita, porque “ella solamente quería ayudar”. Eso solo hizo que Tamaya se enfureciera más y comenzara a gritarle a Evander por ser un “puto niño desconsiderado”.
Evander le respondió con más gritos. Kasumi lloró más fuerte.
Dos estaban gritando, una estaba llorando, y Simon…
Simon sintió que se quedaba sin aire.
Era un ataque de pánico aproximándose.
Volteó a ver a Hugh. Estaba sentado en el suelo, mirando sus manos con expresión vacía.
—Hugh—lo llamó con voz temblorosa—Hugh, haz algo. Por favor…
Hugh alzó la vista. Evander y Tamaya se llevaron la pelea a la cocina, y Kasumi los siguió, probablemente para asegurarse que no se mataran.
Creyó que los iba a seguir también. Que les iba a decir que no iba a seguir tolerando ese comportamiento. Que Adrian estaba dormido en el cuarto del fondo y que podían despertarlo. Que así no era como se comportaban unos adultos y mucho menos, unos gobernantes.
Que Georgia no hubiera querido que eso ocurriera.
Tú la conociste mejor que nadie. Tú sabes qué haría ella. Hazlo entonces. Haz lo que ella haría.
Pero no lo hizo. Porque Hugh era Hugh y jamás iba a poder ser Georgia.
Así que solo se acercó a él, lo tomó de la mano y lo acompañó durante todo el ataque de pánico, sin quejarse y sin dejarle de recordar, sin palabras, que estaba ahí para él.
Apenas su respiración volvió a la normalidad y su cabeza dejó de sentirse como si fuera a explotar, Hugh le preguntó si podían irse. Simon aceptó.
Mientras Hugh iba por Adrian al cuarto, él asomó la cabeza a la cocina. Kasumi había dejado de llorar, y estaba sentada en una silla con los ojos y la nariz rojos como un conejito. Evander tenía la cabeza pegada a la esquina de la cocina y golpeaba su frente ligeramente contra ella. Tamaya se dio cuenta de eso y no dudó en pararse para decirle, con voz muy calmada, que dejara de hacerse daño.
Estaba llorando. Tamaya estaba llorando.
Los dos se fueron sin despedirse. Adrian iba en los brazos de Hugh, envuelto en una cobija roja y completamente dormido. Durante todo el trayecto, le estuvo dando palmaditas en la espalda, mirándolo de reojo de forma tan…
Arrepentida.
No fue tu culpa. No fue culpa de ninguno de nosotros.
Ver a Kasumi derrotada, a Evander lastimándose, a Tamaya llorar y Hugh tan callado en una sola noche había sido demasiado para Simon.
Durmieron dándose la espalda.
No sabía qué hacer.
Solo ella hubiera sabido qué hacer.
Lo peor es que al día siguiente, todos se vieron en el trabajo y se hablaron como si la noche anterior no hubiera ocurrido. Pareciera que el Consejo entero hubiera tenido una reunión a sus espaldas y que hubieran llegado a un acuerdo: pasarían el resto de sus vidas haciéndose los locos cada vez que alguien les preguntara sobre las cosas horribles que habían pasado.
Pero Simon se negaba a hacerse el loco.
Es por eso que tampoco podía ignorar a Adrian. No como ellos.
A ver, los demás no ignoraban a Adrian del todo. Estaban constantemente pendientes de él. Kasumi más de una vez le había contado cuentos durante las horas de trabajo, Tamaya hacía de crítica de arte cada vez que le mostraba algún dibujo y Evander siempre le estaba tomando el pelo a las personas con tal de hacerlo reír.
El problema era que en todas las ocasiones que hablaban de Adrian, alguno de los tres terminaba diciendo: “Adrian es un niño muy maduro. Ha llevado muy bien la situación.”
Y eso lo enfurecía. No sabían de lo que estaban hablando.
Ellos solo veían a Adrian en sus buenos días. Cuando estaba rodeado de gente, cuando correteaba los pasillos del Cuartel General, o cuando le hacía gestos chistosos a Max desde el otro lado del cristal. No veían a Adrian cuando tenía terrores nocturnos. Cuando le daban ataques de pánico cada vez que alguno de ellos dos se tardaba más de lo normal en ir por pan a la tienda. Cuando pasaba horas dibujando encerrado su cuarto, porque dibujar era lo único que lo distraía del dolor.
No lo veían en sus malos días.
No tenían el vivo retrato de Georgia jugando con muñecos de acción al otro lado de la pared de su cuarto, haciendo que se preguntaran constantemente si estaban haciendo lo correcto.
No, no sabían de lo que estaban hablando.
Y lo peor de todo, es que ese día, era un mal día.
Estaban cenando en el comedor. Simon había preparada arroz con espárragos y coliflor. Ninguno de los tres estaba hablando.
A Simon le recordó demasiado a su infancia.
Adrian le dio unos toquecitos en el brazo.
—¿Ya me puedo ir?—le preguntó.
Simon miró su plato. Únicamente se había comido el arroz.
—Todavía tienes comida en el plato.
Adrian hizo una mueca.
—Pero no los quiero—respondió—.No tengo hambre.
Volteó a ver a Hugh. Estaba jugando con los granos de arroz de su plato. Simon suspiró.
—Bien. Puedes irte.
A él tampoco le gustaban mucho los espárragos o la colifror. Mucho menos en malos días.
—No, Adrian. Termínate las verduras.
La sonrisa se borró de inmediato de la cara de Adrian.
¿Por qué no pudiste decirle eso cinco segundos antes?
—Pero no los quiero—insistió.
Hugh levantó la mirada y lo señaló con el tenedor.
—No me importa. En esta casa…
—Creo que yo puedo con esto—intervino Simon.
—No es cuestión de si puedes con esto o no, Simon—le respondió sin voltearlo a ver—.Es cuestión de que tú, Adrian, aprendas a valorar las cosas que te da la vida. Cuando nosotros éramos niños, no teníamos el lujo de una cena caliente cada noche y te apuesto que hay muchos otros niños que quisieran comerse esos espárragos—clavó su tenedor en un pedazo de colifror—.Termínatelo.
No iba a salir bien, no iba a salir bien…
La cara de Adrian se contrajo de coraje. Empujó el plato fuera de su alcance, volteó a ver a ambos, y con la voz más molesta que alguna vez le hubieran escuchado, les dijo:
—Pues cómanselos ustedes.
Simon escondió la cabeza entre sus brazos.
No salió bien.
Nada estaba saliendo bien.
¿Algún día nos van a salir las cosas bien, Georgia?
Pero Georgia no respondió.
Sin embargo, Hugh sí lo hizo.
—No me hagas repetirlo.
Y le acercó el plato otra vez. Y Adrian empujó. Otra vez.
—¡NO QUIERO! ¡NO QUIERO COMER ESPÁRRAGOS! ¡Y TAMPOCO TE QUIERO A TI!
A Simon le habían dado muchísimos golpes a lo largo de su vida. Pero ni los niños de la escuela, ni los peores villanos le habían dado golpes tan bajos como ese.
Es solo un niño. Es solo un niño muy triste. No te está tratando de lastimar, es solo que…
Es solo que él está muy herido.
Como todos.
—Esa no es forma de hablarle a tus mayores.
—¡NO TE QUIERO A TI! ¡QUIERO A MI MAMÁ! ¡QUIERO A MI MAMÁ!
Simon se miró en el reflejo de la cuchara. Concéntrate en tu respiración, Simon. Mira tus ojos. Mira tus manos. Estás aquí. No te has ido. Nada te va a arrebatar de nuestro lado. Estás vivo. Estás a salvo.
Ojalá le pudiera decir a Adrian la verdad.
Decirle que ambos pensaban lo mismo.
—¡Bueno, pues tu mamá ya no está!—gritó Hugh—¡Georgia ya no está!
Intentó disimular su voz rota. Ay, Hugh...
Adrian no se dio cuenta de ese detalle. Él siguió llorando. Siguió gritando. Y siguió terco con que no iba a comerse sus espárragos.
Ninguno de los dos notó cuando Simon se puso de pie y se fue a su habitación.
Desde el piso de arriba podían escucharse los gritos. Qué horror. ¿Qué estarían diciendo los vecinos?
Felicidades, señores, arruinarán a ese niño.
Todavía no tenían muchas cosas en su armario. Se puso de puntillas para llegar a lo más alto y tomar aquel objeto que tan celosamente habían escondido en lo más oscuro de su hogar.
Una caja en forma de durazno.
Simon la abrió. Olía a vainilla y crema para las manos. En la parte interior de la tapa, una Georgia de veinte años había escrito con letra cursiva: Propiedad de Georgia Rawles. ¡Mañana será un mejor día!
Ay, Georgia siempre estaba con sus cosas. ¡Mañana todo será mejor! ¡El mundo no se ha acabado, así que las cosas no están tan mal! ¡Al menos llegamos a la noche!
Cuando era adolescente, Simon recuerda haber odiado el optimismo inquebrantable de Georgia.
—¿Por qué no puedo sentirme mal?—le dijo una vez—¿Por qué no puedo quedarme aquí, a llorar un rato? ¿Por qué tengo que estar feliz todo el tiempo? ¿¡Por qué no puedes tenerme tantita empatía, Georgia, y dejar que me rinda!?
Incluso detrás de su mirada nublada por las lágrimas, pudo ver que la había herido.  
Simon creía que iba a darse la vuelta y dejarlo solo.
Pero en vez de eso, se sentó a su lado y lo abrazó.
—Va—le susurró al oído—.Entonces llora. Llora y siéntete terrible todo lo que tú quieras, ¿de acuerdo? Pero no voy a dejar que te rindas. Nunca me vuelvas a pedir que te deje rendirte. Nunca me voy a rendir contigo. ¿Entendido, corazón? Ven, cuéntame si quieres. Soy toda oídos.
Simon entendió. Esa noche, lloró muchísimo. Sin embargo, tener a Georgia con él lo había hecho mucho más llevadero.
A partir de ese momento, pudo comprenderla mejor. No era que pensara que nunca había que sentirse triste. Era que pensaba que siempre había que tener en mente que mañana podía ser mejor.
Se preguntó si alguna vez Georgia tuvo que recordarse eso a sí misma.
Cuántas preguntas no le había hecho en vida.
Dentro de la caja había un diccionario de bolsillo, un paquete de notas adhesivas rosadas, un barniz de uñas turquesa a punto de terminarse, una foto de bodas antigua...
Y sobre ellos, las únicas dos cosas que se habían atrevido a tomar del cuerpo de Georgia cuando la encontraron. Una gruesa liga amarilla con la que siempre se peinaba y la máscara dorada que ocultaba su verdadera identidad.
Dejó la caja sobre la cama y sostuvo en cada mano un objeto.
Georgia y Lady Indómita jamás habían sido tan diferentes.
Adrian rompió un vaso.
La verdad es que yo también quisiera que estuvieras aquí.
Se paró enfrente del espejo de su habitación.
No tengo ni idea de qué tengo que hacer.
Su reflejo tenía la misma mirada confundida. Él tampoco sabía.
Bajó la vista. La máscara y la liga no lucían confundidas.
¿Qué es lo que tengo que hacer?
Y Simon supo la respuesta.
Sujetó su cabello con la liga. Colocó la máscara sobre su rostro. Miró al espejo una vez más y ya no era su reflejo el que estaba ahí. Era el de Georgia.
O… bueno. Algo parecido a ella.
Haz lo que yo haría, Simon.
Simon abrió la puerta del cuarto con una patada. La pelea dejó de escucharse de inmediato.
Bajó las escaleras estoicamente, mirando al frente y con la barbilla en alto. Hugh se había detenido en su camino a las escaleras, probablemente a punto de ir a ver si Simon estaba bien. Adrian permanecía en su silla, con los ojos hinchados de tanto llorar, pero abiertos a más no poder.
Georgia no se dejaría intimidar por sus reacciones.
—No vuelvas a gritarle al niño—dijo con la voz más aguda y estrictamente maternal que pudo—.No vuelvas a gritarle al niño o a ti será a quien te voy a gritar, ¿entendiste? Ahora,—lo tomó de la muñeca y lo dirigió de regreso a la mesa—termina tu comida. De aquí nadie se levanta hasta que lo hagas.
—Sim…
—¡Nadie se levanta hasta que lo hagas!—chilló—.Usted mismo lo dijo, Capitán. Hay que valorar las cosas que nos da la vida. Así que… valore las verduras que le da la vida.
Sígueme el juego, Hugh. Por favor, sígueme el juego solo en esta ocasión.
Y como si le hubiera leído el pensamiento, Hugh comenzó a comerse un espárrago. Pero seguía teniendo esa mirada extraña en él.
Parecía estar preguntándole qué carajos estaba haciendo.
Lo que ella haría.
—Ahora, tú—señaló a Adrian—.Tú tampoco me tienes muy contenta, corazón—acercó su silla a él y junto las manos sobre la mesa—¿Qué es lo que está pasando?
A Simon le parecieron cinco horas y no cinco segundos el tiempo que Adrian se quedó boquiabierto, mirándolo como si fuera un fantasma.
Quizás lo era.
Quizás eso es lo único que terminaría siendo Georgia. Un fantasma.
Por suerte no pudo seguir pensando en ello, porque Adrian recuperó la voz justo a tiempo.
—Es que… no me quiero comer las verduras—respondió.
—Mmmm, qué interesante caso—contestó asintiendo ligeramente—¿Pero… por qué no te las quieres comer?
—Porque saben mal—exclamó él—.Y huelen feo. Luego se desintegran cuando intentó ponerlas en mi tenedor y es de… ¡Agh!
Simon tuvo que aguantarse la risa para no salir de personaje.
—Okey, se vale—aceptó él—.Pero a veces tenemos que hacer cosas que no nos gustan porque son buenas para otros. O para nosotros mismos.
Adrian frunció el ceño y giró la cabeza ligeramente. No entendía.
Tomó un espárrago entre sus dedos.
—Por ejemplo… ¿tú sabes por qué yo y Simon estamos tan fuertes?—le preguntó haciendo como si le estuviera mostrando sus músculos—.No es porque hayamos nacido con superfuerza, como el cuate de allá, es porque nosotros nos comimos todas nuestras verduras cuando teníamos ocho años.
Y Adrian… Adrian soltó una carcajada.
Casi llora del alivio.
—¡No es cierto!—exclamó—.Eso es algo que los viejos le dicen a los niños para que coman sano.
—¿Le dices a tu madre mentirosa?—preguntó haciéndose el ofendido—.No, no, no, peor, ¿le estás diciendo a tu madre vieja? ¡Hazme el bendito favor! ¡Qué niño tan descarado!
—Okey, pero es que sonaste como una vieja—aclaró Adrian sin dejar de reír—.No es que lo seas.
—Ah, bueno, gracias por la aclaración—contestó, ya más calmado—.Porque sí, yo nunca miento. Los espárragos y las coliflores juntos hacen que te pongas más guapo y fuerte. Es decir, yo siempre fui súper guapa, pero Simon era un niño bastante feo. Antes solo comía…
—Galletas de polvo de estrellas—intervino Hugh. Simon lo volteó a ver. Casi se había terminado todos sus vegetales—.Antes solamente comía eso. Nada de verduras.
—¡Exacto! Antes Simon solo comía eso—siguió diciendo—.Pero apenas yo lo introduje al maravilloso mundo de la comida sana, te lo juro, Adrian, que se empezó a caer de lo buenísimo que se puso. ¿Confirma, Capitán?
Hugh casi se atraganta con el pedazo de coliflor que estaba comiendo.
—Este… confirmo. Eso pasó—balbuceó.
Adrian hizo como que vomitaba. Simon le guiñó el ojo antes de volver a dirigir toda su atención a su hijo.
—Así que ya sabes. Si comes tus verduras, serás muy guapo y fuerte. Tú decides—y masticó su espárrago.
Adrian se rascó la barbilla y miró al cielo, como considerando la propuesta.
—Es más—dijo Hugh—.Si te comes tus verduras, tu mamá te va a enseñar a volar. Así como ella lo hace.
—¿De verdad?—preguntó entusiasmado.
Simon luchó por no rodar los ojos. Muchas putas gracias, Capitán, me diste más trabajo.
—¡Claro!—respondió él—.Ven, para que no me digas de nuevo que soy una mentirosa, te doy una prueba gratis. Párate en la silla—Se puso de pie y extendió los brazos—.Ahora, te comes una colifror, saltas y volarás.
Adrian se paró en la silla torpemente.
—¿Segura que funcionará?
—¡Segurísima! Solo… brinca con cuidado.
No te mates, por favor.
Adrian tomó una colifror, la comió sin hacer ni una sola mueca y brincó hacia él.
Simon lo atrapó y lo alzó sobre su cabeza lo más alto que pudo.
—¡Wow, Adrian, estás volando!—exclamó—¡Estás volando!
—¡Estoy volando!—se rio Adrian—¡Mira, estoy volando!—le dijo a Hugh.
—¡Y lo haces muy bien!
Simon y él cruzaron miradas por un segundo. Y decidió vengarse.
—¡Atrápalo, Capitán!
—¡ESPERA, NO!
Pero Hugh lo atrapó a tiempo. Adrian no dejó de reírse en todo el rato.
Entonces, Hugh se rio también. Lo puso sobre sus hombros cuidadosamente y Adrian comenzó a jugar con los mechones de su cabello.
Lo estás haciendo genial, Simon.
—Adrian—lo llamó Hugh—creo que… te debo una disculpa. Tu mamá tiene razón. No debí haberte gritado.
—Yo tampoco debí haber gritado—balbuceó Adrian.
—Pero yo soy el adulto. Debí haber reaccionado de mejor manera.
—Otra vez tiene toda la razón, Capitán—comentó Simon encogiéndose de hombros.
Hugh asintió, aceptando la derrota.
—Nueva regla en la casa: nadie le grita a nadie—sentenció—Bajo ninguna circunstancia. ¿Qué te parece, Adrian?
—Me parece una regla excelente—contestó alegremente.
—Y a mí me parece excelente que te parezca excelente.
Tú también lo estás haciendo bien, Hugh.
—¿En qué quedamos, entonces?—preguntó Simon poniéndole el plato de comida debajo de la nariz—¿Comerás tus verduras?
—Bueno, mamá, es que yo no veo qué nuevos beneficios eso me traería a mí—respondió Adrian encogiéndose de hombros—.Yo ya soy muy fuerte y muy guapo.
—¡Vaya! Parece que alguien piensa muy bien de sí mismo—exclamó carcajeándose—.Bueno, se entiende. Lo fuerte y guapo lo sacaste de tu ma… de mí. Eso lo sacaste de mí.
Hugh lo miró como si Simon acabara de matar a alguien.
Simon sí se sentía como si acabara de matar a alguien.
Lo arruinaste. Lo echaste todo a perder.
Pero Adrian le sonrió con más intensidad que antes.
—Me convenciste—respondió quedito—.Pero solo los comeré si Simon está aquí. Le quiero decir que al final sí voy a terminarme la comida. Y que él me dé su permiso, claro.
Se sujetó el pecho y suspiró. El terror se había dio tan rápido como había llegado.
—De acuerdo, iré por él—masculló. Dejó el plato en la mesa—.Pero antes, corazón, me tienes que hacer un favor.
—Comer vegetales ya es un favor que te estoy haciendo.
—Otro favor, entonces.
Adrian recargó la barbilla sobre la cabeza de Hugh.
—Soy todo oídos.
Por supuesto que lo eres.
—Corazón, necesito que cuides mucho a Simon y a Hugh—respondió. Adrian alzó las cejas—.Sé que tú me extrañas mucho. Créeme que ellos lo hacen también. Saben que jamás serán como yo y la verdad es que van a equivocarse mucho. Muchísimo. Mil veces—con una mano sujetó la de Adrian—Pero quiero que te quede muy claro, Adrian—y con la otra, lo tomó de la barbilla—.Yo nunca me rendí con ellos. Ellos nunca se van a rendir contigo.
Adrian le apretó la mano con más fuerza.
—Claro que voy a cuidar de ellos. Son mis papás.  
Se le hizo un nudo en la garganta.
Esa era la primera vez que los llamaba así.
Papás.
—Confío en ti, entonces.
—Confía en mí.
No volteó a ver si Adrian y Hugh lo seguían con la mirada cuando subió las escaleras. Se quitó la máscara, soltó su cabello y las metió dentro de la caja de durazno. No fue hasta que había regresado todo a su lugar que se atrevió a mirarse al espejo una vez más.
Volvía a ser Simon.
Quizás las cosas no volverían a ser las de antes. Quizás nunca dejarían de ser un desastre.
Pero se seguían teniendo mutuamente, y si algo habían aprendido, era que tener a alguien para afrontar los malos días, hacía todo mucho más fácil.
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hyuklove · 4 years ago
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Capítulo Tres
  Por primera vez en su vida, Hyukja se sentía como un adicto al sexo.
Traviesos pensamientos inundaban su mente mientras miraba hacia esos ojos increíblemente azules. Su aroma masculino seducía su nariz. El solo estar cerca de él lo ponía caliente y anhelaba que lo desnudara de nuevo para repetir lo que habían hecho junto a su bolsa de dormir. Hyukjae vio como su nariz se ensanchaba mientras lo olfateaba, sus ojos aumentaban hambrientos mientras se quedaba  mirando su entrepierna. Estaba claro que él podía oler su excitación. Sin embargo sus manos lo soltaron, dejando su cadera mientras permanecía de pie. Él agarró la mochila, cerrándola, y poniéndosela por encima de su hombro mientras se acercaba a Hyuk.
 Casi se mareo de ver lo alto que estaba mientras el levantaba su barbilla
para mirarlo. Cuando ambos estaban acostados él no le había parecido que
fuera un buen pie más alto que el. Se sentía pequeño en comparación con el
musculoso y gigante hombre. La atracción sexual se desató entre ellos como
electricidad. Sus labios se entreabrieron, mientras suavemente le gruñía en voz
baja en esa forma sexy suya.
 - No sé por qué, pero maldita sea, me excitas. - Hyuk se sonrojó cuando se dio cuenta que lo había dicho en voz alta.
 Él sonrió, extendiendo su mano para ahuecar su cara con su mano. El
hombre tenía las manos grandes. Una áspera piel le rozó su mejilla. Hyuk casi
volteo su cabeza para mirar a su mano, pero eso significaba que habría tenido
que apartar sus ojos de él y simplemente no podía hacerlo. Él asintió con la
cabeza.
 - ¿Yo te excito?
 Los ojos azules se entrecerraron, su nariz se ensancho, mientras el
suavemente gruñía. Labios finos se separaron, mostrando sus afilados
dientes. Un suspiro salió después. Alejando su mirada de el, volvió la cabeza
para mirar detrás de ellos hacia la cascada por un largo momento. Su cuerpo se
tensó cuando el volvió su vista hacia abajo mirándolo, apuntando hacia el agua.
 - ¿Quieres que nos vayamos? Pero acabamos de vestirnos. Nos vamos a mojar otra vez y esos hombres están ahí afuera buscándonos. Si me encuentran a mi es una cosa, pero a ti nadie te vera con buenos ojos. - Sabes lo que pasaría si alguien te ve, ¿no? Nada más con verte sabrán que eres diferente. Ellos podrían…
 Un gruñido lo detuvo. Él negó con la cabeza, el hambre en sus ojos fue
sustituido por la ira. Hyukjae se mordió el labio. ¿Había sido capturado antes?
¿Era por eso que parecía furioso? ¿Alguien alguna vez lo había lastimado?
Realmente deseaba que pudieran hablar el uno con el otro. Él respiró
profundamente, dejo caer la mano que lo tocaba quitándola de su mejilla. Sus
dedos rozaron su brazo bajando hasta agarrar su mano, giro su cuerpo,
tirándolo suavemente hacia el agua.
 -No, -Hyuk se clavo en sus talones mientras tiraba de la mano que lo
estaba jalando. - Tenemos que quedarnos aquí donde es seguro.
 Se rió entre dientes mientras rápidamente se daba la vuelta para verlo.
Hyukjae lo vio agacharse y al instante siguiente su mundo se puso de cabeza,
mientras su cadera golpeaba el ancho hombro. Él lo llevaba cargado de nuevo
sobre su cuerpo, su brazo lo detenía por detrás de sus rodillas para asegurarse
de que  se quedara allí. La mochila al lado de Hyuk amortiguaba algo a su
cuerpo por la espalda.
 - ¡Maldita sea! Bájame. No entiendes que cuando atacaste aquellos dos
idiotas habrán pedido refuerzos. Más personas están allá afuera buscándonos,
registraran mi propiedad, y si vamos por ahí nos encontrarán. Nadie sabe nada
de esta cueva así que ellos no podrán encontrarnos si nos escondemos aquí,
donde es seguro. Debemos permanecer ocultos. Debemos…
 Hyukjae se quedó sin aliento cuando el hombre saltó desde la cornisa a
través de la cascada. Golpearon fuertemente las aguas heladas sumergiéndose
por un instante antes de que se hundieran en el río. No pudo emitir ningún
sonido mientras que sus pulmones se detenían por el choque a causa del frío
glacial. La parte superior del cuerpo flotaba en el agua mientras el salía a la
superficie del río, su brazo lo seguía firmemente afianzando sus piernas contra
su pecho. Se movía, nadando rápidamente hacia la orilla, y Hyukjae sintió la
sacudida de sus botas mientras el encontraba con que aferrarse a lo largo del
lecho del río. Hyuk volteo la cabeza, sintió el aire y aspiro en una profunda
respiración.
 Salió caminando del río aun llevándolo cargado como si todas sus ciento
setenta libras no fueran una carga mientras el rápidamente entraba en el
bosque. No tenía ni una pulgada que no estuviera congelado, estar empapado. Estaba oscureciendo así que sabía que sólo iba a descender más la temperatura a medida que la noche avanzara.
El temor se apodero de Hyukjae cuando se detuvo y gruñó profundamente,
su cuerpo se tenso sobre algo que, el obviamente, había visto u olido.
Probablemente era la policía estatal quienes habrían sido llamados cuando los
dos policías habían sido atacados. Eso es lo que se veía aun a pesar de que
Hyukjae sabía que el Pie Grande realmente lo había protegido y se lo había
llevado para protegerlo. Hyukjae sabía con certeza que eso no sería lo que leería en el reporte policiaco. Ahora ambos iban a ser capturados porque él no lo había escuchado cuando le había advertido lo peligroso que sería dejar la cueva.
 - Mierda. ¿Qué es? - Hyukjae susurró en el caso de que no los hayan visto
todavía. - Regresemos a la cueva.
 El gruñó más profundamente. Lo que lo asustó fue el hecho de que
escucho otro gruñido respondiendo, Hyuk supo por instinto que no había salido del hombre que lo llevaba cargando. Estaba más allá del camino, pero lo
suficientemente cerca como para hacerles saber que procedía de algo dentro de
los limites donde estaban ellos. Se retorció,  tratando de ver alrededor
de su ancha espalda, pero  no podía ver alrededor de él. ¿Había dos de
ellos? ¿Qué pasaría si Pie Grande tenía un hermano? El no era un juguete
sexual, maldita sea. No tenía relaciones de esa manera. Si él esperaba
compartirlo con otro hombre él iba a aprender algo muy distinto. Peor aún,
¿qué pasaría si eran enemigos como dos osos cruzando en el bosque? Osos
luchando entre sí, cuando se encontraran a menos que fueran del sexo opuesto
y ambos en el estado de ánimo para algo de cariño. Había escuchado peleas de
oso desde su casa. Era raro, pero el sabía que las grandes bestias vagaban por
su bosque. ¿Qué ocurriría si era un oso? El hombre que lo sujetaba fuertemente
era grande, pero no era rival para un grande y feroz animal.
 Hyukjae finalmente se doblo lo suficiente para así poder ver al segundo
hombre que se parecía mucho al Pie Grandes que lo sostenía. Se quedó con la
boca abierta, hacia el nuevo hombre quien vestía un traje similar de cuero que
era igual al que Hyukjae y Pie Grande vestían. Su cabello era largo y salvaje como el de Pie Grande sólo que era en tonos más claros que el negro. Hyukjae vio sus brillantes ojos, de un diferente tono de azul, y esos ojos lo miraban fijamente. El gruñó más profundo.
 El Pie Grande de Hyukjae le gruño contestándole. Parecía como una especie
de gruñido amenazador que un depredador emitía para alejar a otro animal. El
miedo subió lentamente por su columna más por la idea de que podrían
pelearse. ¿Su bosque estaba lleno de estas cosas? ¿De dónde demonios habían venido? Tenía toneladas de preguntas, pero ni una sola respuesta. El hombre que lo sujetaba respiró profundamente, señalando con su cabeza hacia el otro, y volvió a gruñir. Movió sus hombros así que la mochila cayó al suelo.
El segundo hombre retiro su atención de Hyukjae. Con un movimiento de la cabeza camino más cerca, agarró la mochila y se alejó, mientras bajaba su rostro, casi en reverencia, antes de que se diera la vuelta. Hyukjae se quedó atónito cuando vio al hombre dirigirse hacia el bosque un segundo antes de que su Pie Grande se moviera siguiéndolo.
 - Bájame.
 Para su disgusto el Pie Grande no le hizo caso. Siguió caminando llevándolo sobre su hombro, así que a Hyukjae solo le quedo poner sus manos en la curva de su espalda, donde esta se arqueaba hacia su firme culo. El se empujó hacia arriba tratando de hacer palanca para que no estuviera colgado sobre su hombro. Todo lo que consiguió fue mover su cuerpo así que su cadera se acomodó más arriba en su hombro. Esto hizo que su centro de gravedad se saliera de su sitio así que se le hacía imposible levantar la parte superior del pecho lejos de su espalda. También llevo a su rostro cerca de su culo y Hyuk sabía que él lo hizo a propósito. Se empujó, pero se rindió cuando se dio cuenta de que no lo iba a bajar.
 Hyukjae tenía miedo, mientras rápidamente caminaba por el bosque. El no sabía si iban a ser más de dos de ellos y no tenía idea de hacia dónde lo llevaban. ¿Y si había unas cuantas docenas de hombres Pie Grande acampando en su tierra? Se preguntaba si todos se reunían cada año como una reunión familiar. ¿Era su tierra la versión de un parque donde lo celebraban? El sol se ocultaba, obscureciéndose tanto que no podía ver nada más, pero tampoco bajo la velocidad el hombre.
 Hyukjae estaba empezando a tener un dolor de cabeza por toda la sangre deasentada en su cabeza. El suspiró.
 -¿Hombre, Pie Grande?
 Él le gruño en voz baja, su mano le frotaba su pierna, pero no dejaba de caminar. Debían de haber viajado millas, pero ni aun así disminuía la velocidad.
 - Me está dando dolor de cabeza por estar en esta posición. ¿Me entiendes? Toda la sangre en mi cabeza me causa dolor.
 El alivio recorrió a través de Hyukjae cuando se detuvo. Él movió su cuerpo
deslizándolo bajándolo hacia su pecho, acomodándolo en sus brazos hasta casi
estar cara a cara con él. Él lo sostuvo fuertemente bajándolo hasta el suelo con
un brazo alrededor de su cintura sujetándolo. Apenas podía distinguir su
sombra en la oscuridad. La luna se escondía detrás de los espesos árboles
haciendo de él sólo una sombra oscura en un terreno más oscuro. Sus manos se sujetaron de la curva de sus hombros.
 Con su mano libre cambio sus piernas por el así comprendería. Hyukjae apretó sus piernas alrededor de sus caderas colocaba sus brazos alrededor de su cuello. Dos grandes manos ahuecaban su culo, sosteniéndolo en contra de él. Cerró sus tobillos juntándolos y entonces entrelazo sus dedos por detrás de su cuello para ayudarse a sostenerse. Se sentía observado, pero no estaba seguro si era su Pie Grande o si era el otro.
 ¾Puedes bajarme. Puedo caminar.
 Él soltó su trasero con una sola mano solo para de nuevo agarrar su pie descalzo, frotándolo. Hyukjae asintió con la cabeza. Descubriendo lo que él estaba tratando de decirle.
 - De acuerdo. No tengo zapatos. Aunque tengo que ser pesado. ¿No te duele la espalda? ¿Tus brazos? ¿Maldición, el hombro sobre el que me has llevado cargado? Sé que eres grande y fuerte, pero caramba.
 Él se rió y entonces suavemente le gruño. Él soltó su pie para ahuecar su
culo, sosteniéndolo firmemente frente a él, acariciando su mejilla con la suya.
Entendiendo lo que él quería, volvió su cabeza para dejarlo reposar contra el
calor de su cuello. Aspiro su maravilloso olor ya que su nariz tocaba su
garganta. Ahora que Hyuk ya no estaba bloqueándole la vista, él comenzó a
caminar de nuevo.
Hyukjae se relajo en sus brazos, disfrutando de la sensación de su Pie
Grande sujetándolo. Si él había decidido llevárselo entonces iba a dejarlo.
Ciegamente descalzo vagando en la noche por el bosque, mientras tenía frio
y empapado, no tenía ningún atractivo. Hyukjae se estremeció cuando el frío viento sopló a través de los árboles y las ramas susurrando por encima de ellos. El calor de su cuerpo lo ayudó a mantenerse caliente donde  se presionaba contra él.
 Él se detuvo. Los ojos de Hyukjae se abrieron de golpe y giro su cabeza para
ver lo que él estaba viendo. Estaba demasiado oscuro para que el pudiera ver
gran cosa, pero una luz de repente estalló en el cielo a la distancia. Hyuk frunció el ceño, mirando hacia arriba, estudiando la pequeña luz que se movía a gran velocidad hacia ellos. Sus cejas se levantaron. ¿Fue una estrella fugaz? Trató de zafarse de los brazos de Pie Grande. La cosa que volaba parecía que venía a ellos.
 - Mierda, - Hyukjae susurró.
 Las manos en su culo lo apretaron suavemente. Volvió la cabeza para
mirarlo, pero el sólo era una muy tenue sombra. Un suave gruñido provino del
otro hombre y la boca a centímetros de la suya respondió. Hyukjae volteo su
cabeza cuando escuchó el leve sonido de motores. ¿Qué demonios? Su
mandíbula se abrió en sorpresa cuando sus ojos se encontraron de nuevo con la pequeña luz que se movía rápidamente. Con la luz y el ruido que parecía una especie de avión, pero era seguro que era uno que no podía identificar.
 Había escuchado y visto muchos helicópteros ruidosos en su vida. Aún los
pequeños aviones no se escuchaban como ese y también tenían parpadeantes
luces en la noche. Ni siquiera un pequeño avión podría aterrizar en una zona
boscosa a menos que estuvieran por un largo tramo de carretera recta. Un piloto
tendría que estar loco por siquiera intentar aterrizar en cualquiera de las
estrechas carreteras en esta área. Eran demasiado cerradas acordonadas con
árboles inclinados sobre los caminos. Esto era algo nuevo.
Fuera lo que fuese, lo que se cernía sobre ellos. Hyukjae se quedó sorprendido
cuando vio una puerta abriéndose de par en par, hasta que la luz lo cegó. El
miró el área alrededor de ellos que estaba cubierta con la brillante luz,
podía ver que estaban en un pequeño claro con árboles formando un borde
alrededor de ellos a unos buenos seis metros de distancia. Su mirada voló a su
Pie Grande, aferrándose a él con terror.
 Sus hermosos ojos brillaban con diversión, mientras él estudiaba su rostro
con cuidado. Soltando uno de los lados de su culo, él apunto hacia arriba, una
sonrisa de diversión separaban sus labios.
 Hyukjae negó con la cabeza con incredulidad.
 - No puedes estar hablando en serio. No vamos a irnos en esa cosa ¿no es cierto? ¿Qué demonios es eso?
Él continuó sonriéndole. Hyukjae se sorprendió cuando algo cayó cerca de
ellos. El podría haber saltado de sus brazos para escapar, pero su agarre se
apretó más. Parecía que él podía percibir su terror a lo desconocido. La sorpresa se convirtió en terror cuando el vio lo que había caído.
 - Demonios no. - Hyukjae negó con la cabeza frenéticamente. -No.
 Él se movió antes de que Hyuk comenzara a forcejear. Su Pie Grande agarro
un tipo de arnés que colgaba desde el vehículo que sobrevolaba encima de
ellos. El trató de soltarse, pero no podía liberarse. Él le gruñó, su
diversión desaparecido por completo, mientras el soltaba el arnés para agarrarlo con ambas manos de nuevo.
Frenéticamente sacudía su cabeza, Hyuk miro hacia el o lo que estaba
sobrevolando. La cosa iluminada tenía que estar a unos cien pies por encima de
ellos. De ninguna manera el iba dejarlo que lo atara a algo raro con una
cuerda y lo levantara en el aire. El ser arrestado para ir a ver a su ex-novio no se escuchaba tan mal en ese momento.
De repente el otro Pie Grande estaba al lado de ellos para atar la correa del
arnés del Pie Grande de Hyukjae, dado que él no lo soltaba. Esos brazos bien
podría haber sido bandas de acero cerrándose alrededor de su cintura. Las
manos del otro hombre empujaban entre el cuerpo de Hyukjae y el hombre que lo agarraba fuertemente para asegurar el arnés. El otro hombre dio un paso atrás cuando la unión hizo clic cerrando. Sus cuerpos se balanceaban en el aire
mientras los pies de Pie Grande dejaban la tierra. Al instante Hyukjae dejó de luchar, se envolvió alrededor de él fuertemente, apretando su cuerpo con sus
piernas y sus brazos. Hyukjae se aferró a él, deseando no caer.
El viento los golpeaba, mientras se acercaban a la luz brillante. Hyukjae
oculto su rostro en el cuello del Pie Grande.
 - ¡Oh, Dios mío! ¡No me dejes caer! - Hyukjae grito.
 Hyukjae podría haber jurado que él se echó a reír. Sus fuertes brazos estaban
fuertemente envueltos alrededor de el. Ya sabía que era musculoso, pero lo
había estado cargando por millas, mientras que habían caminado hasta este sito.
Ahora no era el momento para que él estuviera cansado. Hyuk no quería mirar
hacia abajo.
 El sonido del motor se hizo más fuerte. Hyukjae se atrevió a abrir sus ojos
mientras ellos eran levantados hacia dentro de una habitación de metal cubierta
en luz. Se quedó en estado de alerta ante otro Pie Grande. Este tenía el cabello
rojo salvaje con unos destellantes ojos verdes que se fijaban en el. Vestía el
mismo traje como de cuero, enfundado al cuerpo, haciéndole pensar que era un
uniforme. Cada uno de ellos era malditamente alto y musculoso.
Tenía el mal presentimiento de que había estado completamente
equivocado sobre Pie Grande. Las míticas criaturas eran solitarias, según la
leyenda y de seguro que no tenían aviones que sobrevolaban. ¿Él era como una especie de súper soldado que el gobierno había creado? Tal vez algún científico loco había creado a estos hombres en algún tipo de proyecto secreto experimental del Ejército. ¿Sin embargo quien voluntariamente se alistaría para cambiar su ADN? El sin duda no lo haría. Si su hombre era algún proyecto secreto del Ejército ¿Por qué él lo estaba llevando de regreso a su base? Un nuevo temor la inundo por completo mientras eran levantados por la puerta abierta a un piso de metal. El Pie Grande tocaba el suelo. Su cuerpo se relajó un poco, pero él todavía lo tenía agarrado con fuerza.
 El hombre pelirrojo era tan grande como el Pie Grande de Hyukjae. Él lo
miró con una sonrisa amistosa. Gruñendo, sus ojos se volvieron hacia el hombre
que sostenía a Hyukjae. El Pie Grande le contesto gruñendo y guiñando el ojo.
Hyukjae realmente tenía un mal presentimiento mientras el pelirrojo
desenganchaba la correa del arnés y daba un paso atrás. Hyukjae se encontró con los ojos del Pie Grande. Estaba sonriendo. Entonces se dio la vuelta, todavía
sujetándolo, y se movió hacia una puerta cerrada de metal. A medida que la
alcanzaban el no toco nada. La puerta, obviamente, tenían algún tipo de sensor
de movimiento que lo activaba puesto que se abrió automáticamente. El camino
a grandes pasos hacia el interior de un pasillo con el.
 - Bájame, Hyukjae casi suplicó.
 El Pie Grande siguió caminando hasta llegar a un pasillo, ignorando por
completo su suplica. Él se detuvo frente a una de las muchas puertas, soltándolo con un brazo, para golpear con su palma en un bloc eléctrico sobre la pared. La puerta zumbó suavemente antes de que se deslizara abriéndose. Él entró, la puerta se deslizo cerrándose detrás de ellos tan pronto como su cuerpo se quito de en medio. Hyukjae giro su cabeza frenéticamente viendo alrededor de la habitación.
 Una gran cama integrada con cajones debajo de ella que ocupaban la
mayor parte del pequeño espacio. A lo largo de una pared había estantes con
más cajones construidos dentro de él. Las paredes estaban hechas de una
especie de brillante material de metal negro, que era desconocido para el
como la mayoría de las cosas que había visto desde su llegada a la nave. Había
una puerta abierta a través de la habitación que era claramente un cuarto de
baño con una gran regadera a plena vista. Hyukjae estaba distraído estudiando la sala cuando el brazo que se envolvía alrededor de su cintura lo movió para
bajar su cuerpo de su agarre.
Mientras el soltaba a Hyukjae sobre sus pies Hyuk lo veía fijamente. Él miró
hacia atrás durante unos segundos antes de alejarse caminando hacia una
pequeña pantalla con botones. Esta le recordaba algún tipo de computadora o
televisor pequeño de extraño aspecto. Hyuk lo vio tocarlo con uno de sus dedos,
una brillante pantalla azul vino instantáneamente, con símbolos extraños
desplazándose a través de ella. Él dejó caer su mano después de oprimir un par
de botones antes de cruzar su mirada viéndolo fijamente.
 -¿Puedes entenderme ahora? Este es un programa que se ejecuta en el
conis que nos debe permitir comunicarnos fácilmente.
 Hyukjae tragó saliva mientras la sorpresa lo golpeaba. Su boca se abrió, pero
no salió nada. Sus labios se habían movido y escucho su suave gruñido, pero
palabras en Coreano habían salido de los altavoces ocultos en la sala. Hyukjae intentó hablar de nuevo. No sabía qué pensar ni qué decir. Demasiadas ideas recorrían atreves de su cabeza. Algo que finalmente salió de su boca abierta.
 - No eres un Pie Grande, ¿verdad?
 Una negra ceja se arqueo. - Tengo los pies grandes comparado contigo
 -Un hombre de las nieves. Tú no eres uno de ellos, ¿verdad?
 - No sé lo que es. No estoy familiarizado con las diferentes razas de seres
humanos.
 Hyukjae necesitaba sentarse. ¿Seres humanos? Su mente estaba girando con
fuerza. Dijo humanos como si la palabra fuera extraña para él y también la
había pronunciado mal. Salió "hum-ins". La manera en que hablaba era extraña.
¿Las diferentes razas de seres humanos? Ellos no tienen las diferentes razas de seres humanos. Hyukjae dio unos pasos al borde del colapso en su cama, nunca aparto su mirada de él.
 Un suspiro escapó de sus labios.
 -Estás sorprendido de que yo no soy humano. ¿Qué pensabas que era?
 -¿Qué es un Pie Grande?
 -¿Qué eres?
 El dudó.
 -Me dijeron que su Tierra no cree que la vida exista en otros mundos. Odio darte una sorpresa, pero eso sería una teoría equivocada porque hay vida ahí fuera. Soy un guerrero Zorn del planeta Zorn. Hemos aprendido acerca de su planeta, cuando un chico humano, fue capturado por otra raza alienígena y mantenido cautivo  con alguna de nuestra gente Zorn. Mi pueblo lo liberó de su prisión y uno de nuestros guerreros Zorn tomo a ese humano como su vinculado. Él es mi hermano. Creo que tú podrías decirle al término de vinculado, matrimonio. Algunos de mis guerreros Zorn llegaron aquí para encontrar humanos para comprometerse. Mi hermano y su humano son muy felices juntos.
 Hyukjae realmente estaba contento de estar sentado mientras miraba al
apuesto hombre alienígena Zorn. Sus ojos se posaron sobre el traje ceñidamente
ajustado a su cuerpo. No es de extrañar que fuera un uniforme militar de cuero.
Tenía mucho sentido si él era un guerrero. Otra idea se le ocurrió. ¿Eran una
especie de raza de guerreros que podrían atacar la Tierra? Sus ojos se abrieron.
 -¿Estás atacando a mi planeta?
 Una sonrisa curvó sus labios. - No. ¿Te gustaría que lo hiciera?
 -¡No!
 Se rió entre dientes, alcanzando la parte de enfrente de su traje, comenzó a  tirar para abrirlo.
 -Bueno. La guerra no es algo a lo que nosotros huyamos, pero no las comenzamos tampoco. Somos una raza inteligente. Me disculpo por
no tener un implante conmigo para introducirlo dentro de tu oído para así
poder comunicarnos. No te esperaba, Hyukjae. Había bajado a la superficie para echar un vistazo a tu Tierra. Es hermoso y diferente de mi mundo. Ustedes sólo tienen una luna, y es demasiado distante. La fauna es muy dócil en
comparación con el lugar donde vivo. ¿Es por eso que no son una raza cazadora o guerrera?
 Hyukjae no tenía ni idea de cómo responder a esa última parte.
 - Nunca te encontraste con un oso, -Hyukjae dijo finalmente. -Son grandes y peligrosos.
 - No, no lo hice. - Se abrió la camisa para arrancarla de su cuerpo por
completo. La lanzo hacia la puerta abierta del área del baño. - Quítate la ropa
mojada. Vamos a ducharnos. Tengo hambre. Ellos nos traerán algo para comer.
Hemos traído alimentos que el otro  chico humano quien está vinculado a mi
hermano come. A el le gustan, así que espero que para ti estén bien.
 Hyukjae negó con la cabeza. - Retrocede
 Frunció el ceño, pero dio un paso atrás de el. Hyukjae casi soltó un bufido.
 -No literalmente. Es una forma de hablar. Estoy confundido. ¿Qué implante? ¿Qué quieres decir con algunos de tus hombres vinieron aquí para encontrar humanos? ¿No hay mujeres u hombres en tu planeta? Estoy muy confundido. -Hyuk tomó una respiración profunda. -¿Y cuál es tu nombre? Te he estado llamando Pie Grande pero no eres uno.
 El se rió entre dientes.
 -Mi nombre es Donghae. Mi gente me llama Argis Donghae. Argis es mi título y el lugar de mi planeta. Mi padre gobierna Zorn. Yo soy el segundo hijo en la línea a gobernar. No te sientas intimidado por mi puesto. Mi padre es muy saludable y así también es mi hermano Ral. Nunca tendré que gobernar mi planeta. Un implante es algo que tendré que proporcionarte pronto, pero no quiero hacerlo aquí, porque podría ser doloroso sin un sanador para insertarlo. No tenemos ahora uno a bordo. Es un pequeño dispositivo que se coloca dentro de ambos oídos. De esta manera no necesitamos un conis para que nos traduzca. Tú serás capaz de entenderme y a cualquier otro Zorn que hable. -Rió entre dientes-. Y hay mujeres y hombres en mi planeta. Es sólo que algunos hombres querían comprometerse con los humanos. El vinculado de mi hermano causó una gran impresión en muchos de nuestros hombres.
 -¿Conis?
 El Señaló.
 -Creo que ustedes le dicen computadora. ¿Es eso correcto? El prometido de mi hermano ha estado trabajando con el programa de traducción para que los humanos puedan entender algunas diferentes palabras como nuestra conis que el término para ustedes es computadora. Algunas de estas todavía están siendo probadas, pero me enseño unas cuantas palabras con la traducción. El dijo que serian útiles probarlas. Computadora es una de ellas.
 Hyukjae se mordió el labio. - ¿Qué otras palabras te enseño?
 Él sonrió. -Próstata.
 - ¿Qué dijiste? -Hyuk estaba seguro de que tenía que haber escuchado mal.
 -Unis es nuestra palabra para Próstata. -Su sonrisa se extendía ampliamente mientras sus ojos bajaban, hacia su entrepierna
 -Está bien. ¿Qué otras palabras te dio para lanzarlas ahí con los seres humanos?
 Él inclinó su cabeza.
 -Creo que vamos a discutir esas palabras en un posterior momento. Me siento sucio y ambos estamos mojados con el agua del río que no huele bien. Quítate la ropa. Ven conmigo a la ducha. Yo te lavare y te alimentare.
 Levantándose lentamente Hyukjae cogió su ropa. ¾Tengo que volver a casapronto.
 Él lo estudió.
 -Te aseguro que regresaras a casa pronto, Hyukjae. - Él le sonrió lentamente. -Pero primero quiero llegar a conocerte. Quiero que salgas de esa ropa.
 Hyukjae dudó. Él era un extraterrestre de otro planeta. Había hecho el amor
con él antes pensando que era una criatura legendaria. Se puso de pie mientras
se desnudaba lentamente. Podría no ser Pie grande pero era sexy como el
infierno. Hyukjae quería que repitiera su contacto en el. Sus miradas se
encontraron mientras se desnudaba.
 Él lo observaba mientras se quitaba las botas y su pantalón. Desnudo,
empapado en cada maravillosa pulgada expuesta a él. Su atención se fijo en su
centro. Al instante su cuerpo respondió a su gruesa excitación apuntando hacia
la derecha demostrándole que tan encendido estaba. Sus músculos internos
temblaban mientras la humedad lo preparaban.
El baño era pequeño. Hyukjae miró la taza del baño. Era obvio lo que era pero
no era igual que el de su casa. La ducha capturo más su atención. No había
puertas o incluso una cortina que lo separa del resto del baño.
 Donghae se rió entre dientes.
 -Me disculpo por la falta de instalaciones y servicios, pero este buque fue diseñado como un puente. Nuestras mujeres y algunos de los machos no son guerreros, así que no los transportamos en estos. No fue construido pensando en la comodidad de las mujeres. No podíamos traer uno de nuestros grandes buques cerca de su tierra por la preocupación que las defensas de tu planeta pudieran detectarnos. Cuando el puente salga de la órbita se reunirá con nuestro barco más grande que espera por nuestro regreso para volver a Zorn.
 -¿Un puente?
 -Una pequeña embarcación diseñada para que velozmente transporte a nuestros guerreros de un lugar a otro. Por lo general, esta embarcación es usada
para transportar a nuestros heridos, o para llevarnos a la batalla rápidamente.
Sólo hay diez alojamientos que son privados y una sala de tripulación que
comparten y que sólo tiene dos cubiertas. Este es el alojamiento más grande el
del capitán en el puente que tome desde que soy Argis. Deseaba más
privacidad que el que me ofrecen en el puente de la nave más grande que
utilizamos para los viajes largos.
 - Y Argis ¿qué significa?
 -Te lo dije. Mi padre gobierna Zorn. Argis es un título de mi familia.
Argis es... Hizo una pausa, su mente trabajaba, antes de que él se encogiera
de hombros. - Es mi estatus familiar en mi planeta. Mis hermanos y yo todos
somos Argis.
 -¿Tienes hermanas?
 -Sí.
 -¿Son Argis igualmente?
 Él negó con la cabeza.
 -Bratha. Esa es su designación. Eso significa la mujer de mi familia. Mi madre es Bratha Alluwn. Su nombre es Alluwn. Mis hermanas son…
 -Entiendo.
 Él sonrió. -¿Entiendes lo mucho que te deseo? ¾Su mirada recorrió su cuerpo.
 El cuerpo de Hyukjae respondió al hambre brillando en sus ojos. -Sí,Donghae.
 Unas grandes y cálidas manos lo alcanzaron, agarrándolo por la cintura
mientras él lo levantaba por encima del borde de la cabina de la ducha. Sólo
tenía un borde para evitar que el agua de saliera del piso. El agua llegaba
bajando como la lluvia en lugar de hacerlo en una sola corriente. Donghae hizo
que comenzara a fluir agitando su mano en el aire. Sonrió mientras Hyukjae
quedó sin aliento por la sorpresa ante la repentina inmersión de agua tibia.
 -Lo siento. Te sorprendí.
 El agua estaba cayendo así que no podía mirar hacia arriba para verlo. Hyukjae
se apartó su húmedo cabello castaño de la cara y levantó su mano para
protegerse del agua que corría en sus ojos mientras miraba a su pecho.
 -¿Cómo puedes ver?
 Él se rió entre dientes.
 -No están diseñadas para compartir. Tienen el propósito de limpiar rápido. Vamos a tener que esperar para compartir nuestros cuerpos cuando salgamos. Sólo están allí para quedar muy limpios. El agua nos limpiara con los productos químicos que están en esta, pero no lo tragues o hará que te enfermes. Limpia tu piel y tú cabello.
 Dejó que el agua se vertiera bajando por el, pero moviéndose se acercó al
cuerpo de Donghae. El movió sus manos hacia sus caderas, rozando con las
palmas de sus manos sobre su piel. Una mano lo dejo para agitarlo el aire por
encima de ellos para detener el agua que corría. Hykujae se limpió la cara con las manos para así poder mirar hacia él. Lanzó su pelo mojado hacia atrás. Hyukjae se quedó mirando sus fuertes rasgos dando cuenta de lo guapo que era, aun si él no era humano. En lo que respecta a extraterrestres él tenía malditamente buen aspecto.
 -Te quiero adentro ahora. Cierra tus ojos y no te asustes. Sentirás calor.
 Estiró la mano para presionar en una parte de la pared de la ducha. Hyukjae
escucho un clic y cerró los ojos. El  jadeo mientras el aire caliente le pegaba
desde arriba y desde los costados. Era como estar en un túnel del viento que
echaba ráfagas de calor. Era como si alguien conectara cincuenta secadores de
pelo en diferentes lugares esta era una comparación cercana. El agua comenzó a secarse de su piel. Las explosiones de aire de repente se apagaron. Hyukjae abrió los ojos para mirar a Donghae .
 Estaba sonriendo.
 -No tienes el cabello seco, pero si se presiona el botón lo suficiente lo estará. Sin embargo no quieres hacerlo. Hará que tu piel se reseque y te de comezón. -Él lo alcanzo para rozar con las yemas de sus dedos sobre su piel. -Eres tan pálido y suave. Tu piel es delicada.
 Mordiéndose los labios, Hyukjae lo miró.
 -¿Vamos a seguir hablando o vas a llevarme a tu cama?
 Compartió una sonrisa en su rostro.
 -Sígueme. -El dejó que se deslizara su mano hacia Hyuk para agarrarlo. Tiró de el para que lo siguiera fuera del baño. - Vamos.
 Hyukjae lo siguió de regreso hasta el dormitorio. Era una cama grande, más
larga que una cama king-size estándar pero era solo más ancha. Un musculoso
brazo lo sujeto alrededor de su cintura mientras Donghae de repente lo giró
para enfrentarlo. Se quedó sin aliento mientras él lo cargaba, solo para lanzarlo
sobre su espalda en la cama haciéndolo saltar. Su mirada se cruzó con Hyukjae.
 -Vi un video de vigilancia de uno de mi especie teniendo sexo con un humano. Quiero aprender todo sobre tu cuerpo y yo quiero que aprendas sobre las mías. Soy un poco diferente de sus hombres humanos.
 La excitación golpeó a Hyukjae.
 -Está bien. Me la juego.
 Parpadeó y arqueó una ceja.
 -Me la juego es un término del lenguaje coloquial que quiere decir que quiero aprender de ti. Esto significa que estoy adentro, quiero hacer eso.
 Se rió entre dientes.
-Bueno, porque vamos a hacer mucho de eso.
 Continuara....
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cielolovebarum · 4 years ago
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LAS OTRAS COMPETENCIAS
EL LIBRO 77
POR LA SANTA BERTHA LAS OTRAS COMPETENCIAS LAS OTRAS COMPETENCIAS LAS OTRAS COMPETENCIAS
RE MASTERIZADO
Y en que maldito problema se metieron las muchachas cuando despreciaron la mejor ayuda que alguien les pueda dar, pero si nos ponemos en el lugar de la princesa la odette ochoa, tenía toda la razón de hacerlo porque por primera de cuentas ella era la menos interesada por participar en una aventura que estaba más allá de sus posibilidades.
Y de los muchachos ya no supimos nada porque se habían perdido en el calor de la noche y porque calor si toda esa llanura se encontraba llena de nevados volcanes, ah, pero es que uno de los más cercanos estaba inflado de lava ardiente.
Y necesitaba como un par de semanas para explotar así es que el calor de la noche los muchachos por la pura pena de verse y re verse como un par de tontos, no quisieron descansar y continuaban su viaje con potentes linternas alumbrando los senderos y todo lo que estaba a su alrededor.
Y sin embargo las muchachas si se pusieron a descansar y a dormir, pero cerca de la madrugada los despertó los gruñidos de un feroz cocodrilo que las hizo subir rápidamente por el árbol que lo habían agarrado de almohada y ahí colgadas se quedaron para terminar la siesta y ya por la mañana se bajaron más cansadas de cómo iban y se pusieron a caminar muy desalentadas.
Al grado que ni siquiera se dieron cuenta cuando atravesaron otra puerta galáctica y ya iban caminando por un candente y terregoso desierto pero el fuerte sol no hacia mella en ellas por la depresión que sentían y de repente llegaron a un oasis en donde había mucha gente diferente que seguían la misma ruta pero fueron detenidos por un monje loco.
ESM.- Alto ahí peregrinos ¡!!!
Y entonces todos se detuvieron abruptamente y mirándose a la cara mientras que el monje continuaba.
ESM.- Se les ha concedido la visa para viajar por las tierras del maya lab, pero no se les permitirá infringir las leyes ¡!!!
Y todas las personas escuchaban muy atentas las indicaciones del monje, pero no se atrevían hacer ninguna pregunta.
ESM.- A menos de querer ser borrados del mapa, pero si su motivo es triunfar en las tierras sagradas de las constelaciones solo tendrán que sostener diez competencias pero en la primera que pierdan la nave de migración los llevara de regreso a casa y tengan mucho cuidado porque la cantidad de pasos que den desde ahora cuentan como los números de los dados que para llegar a la primera competencia ya están jugando de entrada a la serpientes y escaleras, buena suerte ¡!!!
Y entonces el monje les comenzó a poner un sello en el brazo de la izquierda para que los aventureros continuaran su camino y así con el mismo método lo hacía con todos los que llegaban a solicitar un permiso de entrada.
Y efectivamente, esto era espectacular cuando todas las personas avanzaban por el desierto increíblemente se habría un hoyo para que se deslizara el condenado por una serpiente hacia debajo de acuerdo al tamaño y cuando la persona pisaba en una escalera subía hacia un nivel más alto de acuerdo a su tamaño también hasta que aparecía la primera competencia.
Y hasta ahí fue donde llegaron la princesa odette y su sobrina la Fanny pero a pesar de todo no iban muy contentas.
La Primera Competencia. – Y entonces las dos llegaron a la orilla de una ciudad en donde se llevaba a cabo un maratón de 42.2 kilometros y con la suerte que ya se traían tuvieron que pagar la inscripción al doble porque eran más baratas cuando sacaron por primera vez la convocatoria.
Y ellas sabían que lo iban a perder desde el principio porque ese don de correr no era uno de los suyos y todas cabizbajas y con un silencio sepulcral se comenzaron a vestir con su ropa deportiva y sin decir una palabra.
Y cuando de pronto oyeron unas voces repentinas que las hicieron levantar la cara rápidamente.
ENC.- Invitar a carreras preciosas ¿???
EBW.- Want it to run ¡!!!
Y entonces se levantaron como resorte y la princesa se les fue directamente a los brazos al nicolas para abrazarlo y besarlo.
LOO.- Como los extrañamos malvados ¿???
ENC.- No que odiar a galones ¿???
LOO.- Perdóname, quieres ¿???
ENC.- Clarinetes ¡!!!
Y la franchesca hizo lo mismo con el bruce willis.
LFF.- Me estas matando lentamente con esa canción ¿???
EBW.- And what about you facken run so tie it up ¿???
LFF.- Tu sabes que así somos las mujeres ¿???
EBW.- Not on my movies ¿???
Y corrieron los cuatro alegremente hacia las casetas de cobro para pagar su inscripción porque la carrera ya iba a comenzar en un par de minutos y en la salida ya casi todos los corredores estaban listos para partir mientras que se oía el sonido de los altavoces.
LAV.- Y por favor, queremos que todos los participantes se junten en el carril de salida para escuchar el himno nacional.
Y mientras que en la televisión los comentaristas hacían lo suyo.
L1.- La LIV versión del maratón de la tierra media ha traído más competidores que en las veces señoras y señores.
L2.- Pero lo más importante es que hoy vinieron a competir los más famosos, los más buenos y los de elite.
Y cuando termino el himno nacional de pronto sonó el disparo y salieron en una pavorosa estampida todos los participantes.
L1.- Es increíble que hoy tengamos un nuevo record de asistencia con una cantidad de 22,000 corredores.
L2.- Y ahí parten todos con la ilusión de llegar en el primer lugar, pero sabemos que solo uno va a ganar en cada categoría.
L1.- Y apenas vamos en el kilómetro uno y no se nota la diferencia porque continúan muy pegados en una cola de casi unos 300 metros.
Y poco a poco se fueron notando las diferencias para que la cola se alargara por más de un kilómetro.
L1.- Ya vamos cruzando el kilómetro 10 y ya se formó un pelotón de unos cien corredores en la vanguardia.
L2.- Y lo que vemos es que casi todos son de los más destacados con unos cuantos desconocidos.
Y los que iban menos preparados se fueron rezagando en contra de su voluntad pero aun así sacaban juventud de su pasado.
L1.- Y ya estamos cruzando el medio maratón y el pelotón se redujo a unos cincuenta corredores.
L2.- Y yo creo que entre uno de ellos va a salir el ganador solo por pura necesidad.
L1.- Así lo crees.
L2.- Es que si te fijas bien la vanguardia va apretando mucho el paso y no creo que le den la oportunidad a los de atrás.
Y pero las cosas fueron cambiando y ya no era lo mismo para nadie porque a pesar de todo la presión continuaba en todos los niveles de la carrera.
L1.- Ya vamos en el kilómetro 30 y ya solo tenemos adelante a unos veinte corredores con uno que los sigue a una distancia de dos cientos metros y por atrás a unos diez corredores.
L2.- Como se llama el corredor que sigue al pequeño pelotón y que porta el número 22,001.
L1.- Vamos a checarlo.
Y entonces por medio de la computadora estuvieron buscando al participante descubriendo por el número su nombre.
L1.- Se llama el nicolas cage y viene representando a las velas y parece que tiene posibilidades porque ya cazo al pelotón a una ligera distancia de unos veinte metros.
L1.- Y ya lo sintieron los de adelante porque están volteando continuamente para atrás muy nerviosos.
L2.- Y ya paso al primero de los veinte para meterse al grupo de los líderes que es el grupo de la elite.
Y más adelante los locutores comenzaron a desgañitarse.
L1.- Ya estamos cruzando el numero treinta y cinco y el nicolas ya se metió a la casilla número diez y todos comienzan en esa distancia a preocuparse porque nadie quiere perder.
L2.- Y como la vanguardia sabe que ya pasaron lo peor y que ya no falta mucho comienzan a dar unos jalones para reventar a los más probables.
L1.- Pero no creo que las fuerzas los sigan apoyando porque a estas alturas la condición te comienza a protestar.
Y más adelante.
L1.- Kilometro 38 y ya solo quedan tres participantes y el nicolas ya se encuentra en el tercer lugar.
L2.- Y esto es inaudito, porque llevan un paso constante que los hace tener un ritmo bárbaro en la cual el cuerpo llega al límite para no permitir más velocidad y más desgaste.
L1.- Y esto solo lo pueden hacer los súper atletas de alto rendimiento en donde se separan los hombres de los dioses greco romanos.
L2.- Y totalmente de acuerdo pero si tan solo los de atrás dejan correr la imaginación les aseguro que estuvieran adelante pero qué fácil es decirlo y que difícil es hacerlo.
L1.- Kilometro cuarenta y el nicolas ya comienza a irse solo por la punta, pero no por mucho porque lo siguen los dos corredores a unos cuantos pasos,
L2.- Pero como ya no falta mucho solo una desgracia lo podría tumbar del primer lugar.
L1.- Algo así como un calambre porque a esa velocidad nadie se espantaría porque sería lo más natural.
L2.- Ya no se puede ir más rápido porque es todo lo que da la máquina de vapor.
L1.- Kilometro cuarenta yyy uuunooo y se mantiene todavía la misma posición de los tres corredores pero un poquito más atrás de el líder nicolas.
L2.- Ya solo falta un kilómetro y el nicolas ya le saco como unos treinta metros al segundo lugar y parece que tendremos a un nuevo campeón.
L1.- Yo no quería asegurarlo porque nunca debes decir no antes de cada comida pero se ve mucho más entero el nicolas que el mismo segundo lugar.
L2.- Y ya solo falta medio kilómetro y parece que no va haber cambios.
Y así fue porque ya reducida la distancia resulta como la plusvalía, el de adelante corre mucho y el de atrás se quedara.
L1.- Y señoras y señores ya viene apareciendo a lo lejos el primer competidor y todo el público se pone como loco y lo quiere aplastar con los aplausos.
L2.- Y quiero llorar de alegría por ver a este titán desgastando su última esta mina de fuerza y va volteando para atrás para ver a que distancia trae al segundo lugar pero está más lejos de lo que se imagina.
L1.- y ya va levantando los brazos en señal de victoria.
L2.- Mientras que toda la muchedumbre le corea los últimos metros, y dice…
TLM.- DIEZ, NUEVE, OCHO, SIETE, SEIS, CINCO, CUATRO, TRES, DOS y UNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO.
L1.- Nicolas Cage es el nuevo campeón del maratón número 54 de la tierra media con un tiempazo de 2:10 horas.
Y en lo que el nicolas se agachaba para tratar de recuperar todo el aliento se acercaron los locutores para entrevistarlo.
L1.- Como te sientes campeón ¿???
ENC.- Sentir que morir desde salidas ¡!!!
L2.- Ni siquiera nosotros nos dimos cuenta que ibas a ganar si consideramos a los monstros que estaban compitiendo ¿???
ENC.- Perro siempre salir tiros por culatas ¡!!!
L1.- Sabemos lo que quieres decir, pero cuéntanos como paso.
ENC.- Si tomar en cuenta canciones donde decir ratero, ratero y o decir ganar, ganar ¡!!!
Y entonces todo el público se le acerco porque quería abrazarlo y besarlo pero la seguridad no se lo permitía y los que lo podían alcanzar se conformaban con rosar con los dedos todo su cuerpo.
Y así fueron llegando los demás competidores hasta que por fin fueron apareciendo nuestros amigos uno por uno pero bien agotados jalando el aire desde los nevados de toluca.
Y se iban recibiendo para apoyarse moralmente, pero todos saltaron de la alegría cuando el sonido local llamo a los vencedores para que subieran al podio.
ESL.- Tercer lugar, el relindo cortez…
ESL.- Segundo lugar el milagisterio rodriguez…
ESL.- Y el campeón absolutoooooooooooooo…
ESL.- EEEEEllllllllllllllllllllllllllll Niiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiicoooooooooolaaaaas caaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaageeeeeeeeeee
Y entonces llego el alcalde de la ciudad y le entrego al gran campeón un cheque por cuarenta millones de créditos.
ESA.- Y este es el más grande premio que le hemos dado a un vencedor del maratón de la enigmática tierra media ¡!!!
Y los fotógrafos se hacían bolas para tomar las mayores placas que podían.
ENC.- Y decir gracias a honorables mayores y en especiales mentes a hermosas ciudades de tierras medias ¡!!!
Y cuando todo el evento se terminó y que todos se fueron a su casa, todavía ellos permanecían ahí para platicar…
ENC.- Y princesas odettes tomar estos cheques porque pertenecer a tiburones ¡!!!
LOO.- No mi amor, este te pertenece a ti porque tú te lo ganaste merecidamente ¿???
ENC.- Recordar que no ser dueño de empresas porque tiburcias tener copy writers ¡!!!
Y entonces la franchesca le esplico mejor las cosas a su tía para que no se ofendiera.
LFF.- Tía. Lo que quiere decir el nicolas es que usted fue la que inicio toda esta empresa y que nadie puede ser el mejor dueño que usted misma, por favor acéptelo porque si no lo va hacer sentir muy mal ¿???
LOO.- Bajo estas condiciones ya no tengo salida y te lo agradezco mucho mi vida ¡!!!
Y entonces le dio un beso tan apasionado que hasta se le movían las orejitas al nicolas.
EBW.- For sure I didn’t win nothing ¿???
Y entonces la franchezca también le dio su besote en la boca.
LFF.- Para que no te sientas solo ¡!!!
Y después tomaron un taxi para que los llevara al centro de la ciudad para que comieran en el mejor restaurante, pero como las televisiones siempre estaban encendidas, las noticias no se cansaban de pasar el maratón y las entrevistas al ganador para que los comensales, las meseras, los cocineros y todos los que podían verla, descubrieran que el campeón del maratón estuviera ahí comiendo con sus amigos y después se fueron a un buen hotel para pasar la noche por que tenían que partir a la mañana siguiente.
La Segunda Competencia. - Y conforme despertaron en el cuarto del hotel se apresuraron rápidamente a darse un buen baño velozmente para después arreglar sus mochilas con las cosas necesarias y bajar al restaurante a desayunar y después partieron rumbo a las tierras impactantes del ipacarai.
Y de repente llegaron a un pequeño poblado en donde había una competencia de música country en el único bar que había pero como el evento comenzaba a las diez de la noche y ellos habían llegado como a las diez de la mañana, fueron al dany club a inscribirse para no andar con las carreras más tarde y de plano a desayunar ahí para ponerse de acuerdo.
LOO.- Y ahora quien va a cantar ¿???
LTM.- Turquesas, you, pues usted tia ¿???
LOO.- Pero yo no sé cantar ¿???
LTM.- Presumidas, presumidas, who more, híjole tía, como se hace de la boca chiquita ¿???
LOO.- No de muy buen agrado pero acepto y cuál será la canción que cantaremos, como nos vestiremos porque el nombre ya está porque ya nos apuntamos ¿???
LFF.- Yo no sé si me equivoque pero como conozco su voz me la imagino mucho a la lucha reyes ¿???
LOO.- Y la canción ¿???
ENC.- Mexicanas como pulques ¡!!!
EBW.- Prrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr ¿???
LFF.- Willis ¿???
EBW.- Cactus’s juice it’s wonderful ¡!!!
LOO.- Y la canción ¿???
LFF.- Yo no sé si la canción la canto la lucha reyes, la compuso o la descompuso pero el ferrusquilla o quien la invento o seria mi tío con sus bromas de loco pero se llama Mis Ricos Cacahuates ¡!!!
LOO.- Y el vestuario ¿???
LFF.- Ay tía, si la canción lo dice todo ¿???
Y entonces ahora si se paró el bruce willis para poner una demanda de lo más irrevocable y como vestido de mariachi si odia a los mexicanos peor que el pato donald.
EBW.- Come on, what my whole family, my friends and movie directors going to say, charro me, not even think about it ¿???
Pero tampoco el willis tenia alternativa porque esa era la única y mejor competencia que había por esos lares y se tenía por la fuerza que entender que competían o estaban fuera de lo que se podría llamar, el paraíso.
EBW.- Fuck, fuck and fuck, but if you say something when we get back, I will kill you before you open wide ¿???
Todos.- Right ¡!!!
Y después de terminar de desayunar y de ponerse de acuerdo se fueron a paser por el pueblo muy abrazados, muy contentos y muy enamorados.
Y ya por la noche no quisieron llegar temprano para ir rápido a la tienda a comprar los trajes de charro y vestirse y para que de ninguna manera escuchar a ningún grupo, a ninguna canción que los pudiera desconcentrar y porque sabían muy bien que los iban apachurrar los nuevos talentos si los llegan a oír.
Y así que llegaron en el momento justo cuando ya los estaban anunciando en el escenario.
ESA.- Y señoras y señores, ahora con mucho gusto les presentamos a ustedes a Los Charros churros de México lindo y querido ¡!!!
Y el público al ver la representación nacional se levantó de sus asientos para darles un caluroso recibimiento y entonces se apagaron las luces generales para que se quedaran encendidas exclusivamente las del escenario y todo se quedó en silencio y con una expectativa ex pectada.
Y no es por nada, pero el nicolas y el willis lucian espectaculares y las muchachas muy lindas con su vestido poblano.
Y en lo que la odette agarraba el micrófono, el bruce agarraba el bajo, el nicolas la trompeta y la franchezca la batería…
Y la princesa comenzó a gritar con una voz otra vez espectacular sin un sonido de algún instrumento.
LOO.- Y aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyy
Y el público como resorte se levantó de sus asientos para darle un escandaloso aplauso como a nadie se lo habían dado antes a los demás concursantes.
Y los jueces apuntaban emocionados en sus libretas pensando que ya les iban a dar el triunfo sin necesidad de cantar, pero si querían disfrutar del vozarrón de la diva y la canción.
Mis ricos cacahuateeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeees
Entonces comenzó el bajo del willis.
Tum tuuum tum tuuum tum tuuum tum tuuum
Con la música excepcional de la trompeta del nicolas y los complicados ritmos de la revolución mexicana convertidos en los sonidos de la batería de la franchezca.
Yo soy charro de a deberás
Yo soy charro y no vaquera
Y me muero donde quera aaaaaaaaaa aaaaaaaaaa aaaaaaaaaa
Carrilleras en el pecho
Porque tengo ese derecho
Porque soy muy mexicana aaaaaaaa aaaaaaaa aaaaaaaaaaaaa
Y aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyy
Mis ricos cacahuateeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeees
Tum tuuum tum tuuum tum tuuum tum tuuum
Y ya para esas alturas también se habían echado a todo el publico en la bolsa que todo hechizado cantaba junto con la ahora crecida la odette ochoa.
No soy charro de levita
Porque cargo a mi lupita
Y me empedo donde quera aaaaaaaa aaaaaaaa aaaaaaaaaaaa
Y si no queren oírme           ya con esta me despido
Se me salen para juera                               pero pronto doy la vuelta
O los mato con la perra                              con lupita y con la puerca
Y aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyy
Mis ricos cacahuateeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeees
Tan Tan
Y hasta los mismos grupos competidores, los nuevos talentos y los grupos profesionales se quedaron pasmados de semejante actuación y Los Charros de México los aplastaron a todos sin dejar un rastro de duda.
Y no los robaron como lo hicieron otra vez con el mamador El Señor Don Andrés Manuel López Obrador y no somos del rip, del boliquete o de la morena y simplemente lo decimos con todo todo el respeto del mundo aunque sepan que aquí cagamos a todas las personas públicas pero no lo hacemos con saña si no por justicia social.
Pero si nos molesta que la televisión nos acaricia la cara con sus comerciales y diciendo vamos a cambiar a México y los políticos nos den una patada en el culo robando las casillas electorales y tachando de más las boletas para el vencedor.
Y por ahí me dijeron que si yo era perderista, bueno, pero si me puse a reír a carcajadas porque a mí no me pueden engañar porque yo no creo en la política ni en los demagogos y porque les llevo mucha ventaja para discernir los verdaderos problemas que lastiman al pais y si me preguntan que si yo quiero a mi México les diré que no soy hipócrita pero me regrese de los estados unidos porque extrañaba mucho a la colonia pantitlan porque soy pobre y ando desgarrada como una loquita indigente y no tengo nada de que presumir y hasta quisiera sinceramente que la sombra del bizarro nunca pegara para morirme de hambre como una perra por la calle porque si un día me convirtiera en millonaria y me volviera pedante como ustedes comprenderán les diría como le dijo el cordobés a un torero famoso que iba en su limosina y se detuvo para aventarle unas monedas cuando andaba de rite, si yo me convirtiera en un torero famoso y me comportara como el prefiero no serlo nunca, y eso es lo que digo yo porque no puedo olvidar mis orígenes de ser una muerta de hambre, pero si quieren saber que deseo para México, deseo que todos los políticos que les están chupando la sangre se mueran al instante y que se pudran en la tumba porque son unas lacritas que no meren vivir porque se están robando el dinero de los pobres.
Y por lo regular no me gusta salirme del contesto pero como decía el juan derecho, ah pero como me está dando coraje.
Chicotito no chicotito no
Y eso es lo que me está pasando por ser tan visceral pero que puedo hacer si no puedo evitarlo y que se puede esperar de una piscis.
Loco
ntinuamos
y entonces bajaron los jueces y les entregaron un cheque de mil dólares, un trofeo del primer lugar y un contrato para grabar en la sonic del futuro.
Y después de tanto alboroto el dueño del dany club los invito a cenar y ya como a las dos de la mañana se fueron a dormir a otro hotel.
La Tercera Competencia. - Y entonces por la mañana partieron nuestros héroes para tomar el desierto más temprano que antes para evitar el calor un poco más de lo costumbre y entonces se encontraron a una recepcionista sentada atrás de su escritorio y con una sombrilla playera para cubrirse del sol.
Y sobre el escritorio se encontraban todas las solicitudes para otorgarlas gratuitamente y entonces antes de que ellos dijeran una palabra ella les entrego sus inscripciones completamente gratis y los dejo pasar.
Pero conforme avanzaban…
Comenzaron a salir poco a poco dos bardas del suelo y a sus lados y que conforme seguían avanzando las bardas iban creciendo hasta llegar a uno diez metros de altura y como eran lisas era imposible subirse por ellas para escapar.
ENC.- Mon a mi ¿???
LOO.- Pero que pasa ¿???
EBW.- What a hell ¿???
LFF.- Imposible ¿???
Pero cuando reaccionaron de repente ya se encontraban muy adentro de un laberinto de la misma altura y cerrado con un techo en donde la oscuridad solo era perturbada por ligeras antorchas que no te dejaban ver más allá de un par de metros.
Pero lo peor de todo es que adentro se encontraba un feroz lobo, un toro bravo y un león muy hambriento que intentaban comérselos conforme ellos se equivocaran en su camino y se quedaran frente a ellos.
Y entonces el bruce willis tomo el mando y agarro de la mano a la Fanny y la Fanny agarro de la mano a la tía y la tía por ultimo agarro de la mano al nicolas.
Y fueron avanzando poco a poco y con mucha precaución para no cometer errores.
Y el willis comenzaba a usar el olfato y los oídos con más perseverancia porque la vista ya no sería tan prominente en un sorpresivo ataque de las fieras y entonces los detenía antes de dar un paso más como para decir así, remoje, exprima y tienda y adelante agobiante y con mucho cuidado.
Y el bruce estaba tan concentrado que no lo perturbaba nada ni mucho menos lo inquietaban los problemas que algún día tuvo en su vida loca porque ahora era el momento de la verdad y para todos sus amigos también.
Y se llevaron como un par de horas, pero por fin salieron por la salida, ni modo que, por la entrada, para que los jueces le entregaran un cheque de 10,000 dólares al willis.
ESJ.- Felicidades muchachos, ahora que comerán mis cachorros porque deben saber que nadie había salido vivo antes de aquí felicidades ¡!!!
Y entonces el bruce le entrego el cheque a la odette para que esta vez lo tomara con amabilidad.
EBW.- Take the Money and run ¡!!!
LOO.- Que hubiera hecho sin ustedes ¿???
ENC.- No querer pensar ahorras ¿???
LOO.- Porque ¿???
ENC.- Porque sentir que princesas robar corazones de valientes caballeros ¿???
LOO.- Pero tú sabes que ya te amo, verdad ¿???
Y le dio otra vez su besucon en la boca.
ENC.- Es lo que hacer tener sentidos vidas ¿???
EBW.- But I was the guy who won ¿???
Y entonces la franchezca le volvió a dar su besucon para que se callara.
EBW.- Como decir samies, a si, si ¿???
Y entonces todos protestaron y se fueron en contra del wi y en especial la Fanny.
LFF.- Hijo de la chingada que bien me engañaste cabron ¿???
EBW.- No abrir capotas parra ver detrás de bardas ¿???
LFF.- Y bésame otra vez malvado ¡!!!                                    
Y después de que la beso los aldeanos los invitaron a comer a una buena fonda-palapa porque todas las casas eran de paja y así como todas las construcciones.
Y por la noche los llevaron a dormir al hotel el paradiso en donde se durmieron llenos de pesadillas.
La Cuarta competencia. – Y entonces por el desierto se encontraron un gran circo lleno de estrellas y con una gran variedad de juegos incluyendo la rueda de la fortuna, las sillas voladoras y la clásica montaña rusa.
Y conforme penetraron en ella porque estaba completamente llena de gente cuando los vio el dueño enseguida los abordo y les dijo.
ED.- Se tardaron mucho ¡!!!
LOO.- Que ¿???
Y entonces los invito para que pasaran a su oficina y los reto para que terminaran un juego que nadie había podido lograr.
Y el juego consistía en meterse a un cuarto de 10x10x3 donde en cada una de las paredes estaban empotradas los huecos de treinta figuras diferentes de plástico y que las figuras de plástico las tenías que colocar en su lugar correspondiente.
Y el ultimo record que lo había impuesto la última concursante fue de 59 dados colocados de 120 en 59 minutos, para decir si el tiempo era correcto la cantidad era incorrecta.
Todos.- Aceptamos ¡!!!
Y entonces cada uno fue metido a su cuarto y comenzaron con mucho entusiasmo a colocar las piezas en su lugar, pero conforme pasaba el tiempo la depresión los fue alcanzando.
Y el willis de plano se sentó a fumar un cigarro para demostrar que preferiría enfrentarse a unos maleantes en un edificio, en un aeropuerto o compañía computarizada pero nunca a un feo juego de niñas.
Y la odette la llevaba más o menos bien pero el tiempo no espera a nadie y se iba retrasando cada vez más hasta que el gran cansancio la doblego.
Y el nicolas empujaba con mucho entusiasmo pero no era lo mismo una carrera que una partera y se fue desmoronando poco a poco hasta quedarse sentado para fumar placenteramente.
Pero había que ver la velocidad de la franchezca y su alegría si parecía una niña jugando con su casa de muñecas y no nada más estaba trabajando con fuerza si no que hasta divirtiéndose solo se detenía un par de segundos para darle un trago al refresco y cuando termino salió cantando de la alegría.
Y sorprendiendo a los muchachos que se encontraban bien des preocupados jalando las cuerdas que ataban a la carpa.
LFF.- Tan Tan ¿???
LOO.- Lo hiciste ¿???
LFF.- Ah, aaah ¿???
EBW.- Mi chimoltrufias???
ENC.- Pinches fanies, pasar de verdolagas ¿???
Y entonces el dueño del circo se les acerco muy son sonriente para darles el tiempo.
ESD.- Increíble, 120 piezas en 120 minutos, este es el mejor día de mi vida porque soy el testigo presencial de ver algo que jamás volverá a suceder ¿???
Y luego le entrego el cheque a la Fanny.
ESD.- 100,000 dólares para la triunfadora del banco internacional de los ricos ganaderos galácticos y felicidades ¡!!!
Y ahora le toco a la Fanny entregar su cheque a su tía la odette.
LFF.- Aquí está mi cooperación, tía ¡!!!
LOO.- Muchas gracias mi amor ¡!!!
Y entonces la odette le dio un beso en la mejilla a su sobrina.
Para que el celoso del nicolas se lo reclamara, pero más vacilando que enojado.
ENC.- Como yo no ganar ¿???
Y entonces volteo para abrazarlo y besarlo como la estrella de cine que es.
LOO.- A pero que celoso eres ¿???
ENC.- No gustar que pedalear bicicletas ¿???
LOO.- Pero si ella es mi sobrina y es mujer, que no te das cuenta, malvado ¿???
ENC.- Placeres no tener sexos ¡!!!
Y ahora el que protesto fue el willis porque aparentemente lo ignoraba la Fanny.
EBW.- Y que para tiitos haber nadas ¿???
LFF.- Para mi racista todos los besos que quiera ¿???
Y la Fanny lo cubrió con toda la colección de besos que tenía en su cartera del amor y haciéndolo sentir indispensable.
Y después de la premiación el mismo dueño los invito a comer como los invitados especiales sentándolos a un lado del y en el lugar de honor y después les dio posada porque la ciudad quedaba muy lejos.
La Quinta Competencia. - Y al otro día cuando iban caminando por el desierto de pronto los detuvo el correo espacial que poco a poco fue descendiendo en la amoto, se detuvo frente a ellos y les entrego su telegrama al nicolas.
LOO.- Que dice, mi vida ¿???
ENC.- Que organizadores de maratones obligar a galones para correr medios maratones en condiciones irrevocables ¡!!!
LOO.- Si lo ponen de esta manera no podemos negarnos ¡!!!
Y entonces los cuatro regresaron a la tierra media para cumplir su compromiso y otra vez lo gano el nicolas con un tiempo de una hora con cinco minutos.
La Sexta Competencia. – Y entonces cuando iban caminando por el desierto de repente llegaron a una ciudad futurista llamada la mirón de salera con altos rascacielos, muy culta y le mejor que hemos encontrado en casi en todos los universos.
Y llegaron en el momento justo en que se estaba celebrando la competencia anual de escritores, razón por la cual todas las calles de la ciudad rebotaban de llena con la gente local, la ve cina y los visitantes.
Y como pudieron nuestros amigos se abrieron camino a puros empujones para llegar a la base de datos y apuntarse.
Y si nos ponemos a narrarles la competencia desde el principio nos tendríamos que llevar otros diez libros para explicársela es por eso que decidimos contarles desde las finales en donde los jueces con palabras fuertes, rudas y altisonantes rechazaban a casi todos los concursantes.
EJ1.- Incorrecto ¡!!!
EJ2.- Y la respuesta es que todos los escritores de la tierra eran buenos, pero nosotros seleccionamos a cinco en nuestra tableta de preguntas y eran, El Oscar Wilde, El Miguel de Cervantes Saavedra, El Dante Alighieri, El Nicolas Maquiavelo y El William Shakespeare
Pero cuando les llegó el turno a nuestros amigos con la odette al frente para contestar, primero escuchaba con atención todas las preguntas de los jueces.
EJ3.- Quien es el escritor más prolifero, efervescente y ducado de todos los tiempos ¿???
Pero los jueces les jugaban más las preguntas para que los competidores se derrumbaran en un precipicio.
EJ4.- Y que nunca dudaba para exponer la represión de los alti bajos vita-decan tecus ¿???
Entonces con todos los jueces, la prensa, el radio y la televisión se fueron de espaldas cuando la princesa contesto.
LOO.- LA SANTA BERTHA ¡!!!
Y por primera vez los jueces cambiaron su actitud agresiva.
EJ1.- enum anibus apricantini insufactus… CORRECTO ¡!!!
Y todo el auditorio del penthouse del edificio La Sassy Sandra salto como loca de la alegría.
EJ2.- Y cuál fue su más grande logro ¿???
LOO.- La Creación de El Universo 000’oo en su décima potencia invertido al 0 de arranque en una pendiente de A/D sobre AX por grados adyacentes en Y menos 1  de acuerdo con El Observador Original ¡!!!
EJ3.- CORRECTO ¡!!!
EJ4.- Cual fue su más grande aportación ¿???
LOO.- Sentar las bases para la astronomía llamada La Rakkikis y con X como equivalente de la insubordinación de Los Ennes y añadiéndole El Motor Cósmico ¡!!!
EJ1.- CORRECTO ¡!!!
EJ2.- Y cuál fue su más grande descubrimiento ¿???
LOO.- Incorrecto porque son descubrimientos…
Y entonces el juez número dos se hizo el loquito por no dar bien clara la pregunta y que ria meter el rabo entre las patas.
EJ2.- Mire ¿???
LOO.- Todos conocen el juego de los espejos porque cuando los pones de frente te dan una imagen infinita pero acaso alguien se ha imaginado la mano que mece la cuna y esta se las dejo como contestando una pregunta con otra pregunta para que descubran el guante que alguna vez uso la mano del extraño redentor ¡!!!
EJ2.- Se está lleno al 101 % ¿???
LOO.- Y también descubrió El Inter-Lazar para que el caos cósmico activara la vida y descubrió la inexistencia de dios dando una prueba rotunda, contundente y consistente como atándolo en el conflicto de las leyes de la reacción en donde no le da la oportunidad de manifestarse otra vez en el beneficio de la duda ¡!!!
EJ2.- COOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOORRECTO ¡!!!
 CONT.
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Objetos perdidos
Salir cabreado de casa tiene sus cosas. Las que uno se deja olvidadas, por ejemplo. En este caso Hugo, que antes de echarse a la calle había discutido ferozmente con el vecino a causa de la obra perpetua de este último en el piso de al lado, estaba ya dentro del vagón de metro cuando se dio cuenta de que no llevaba encima el libro dedicado que quería regalarle a Garmendia. Dudó una décima de segundo, y luego, como las puertas del vagón no se habían cerrado todavía, salió de nuevo al andén y volvió sobre sus pasos, escaleras mecánicas arriba, torniquete de salida, escalinata hasta la calle, y paso ligero hacia su domicilio otra vez. Entró por el garaje, fiel a su antisocial costumbre, y subió hasta el sexto en el montacargas. Tras recuperar de su despacho el volumen, metido en su sobre de papel marrón, bajó de nuevo, pero se dio cuenta de que si volvía a la boca de metro (unos diez minutos) y se dirigía a su cita en transporte público, corría el riesgo de llegar tarde. De modo que optó, pensando en los doce o trece euros que como mínimo le costaría la carrera, por un taxi. Tomó uno en Ginzo de Limia y le dijo «A la glorieta de Bilbao» al conductor.      —¿Tiramos por Plaza Castilla?      —No lo sé —respondió Hugo, antes de añadir su frase hecha en estas circunstancias—. Por donde más rápido y económico sea.      —Bueno... Igual hay un poco de atasco. Vamos a ir por Sinesio Delgado, y luego salimos por el túnel a Bravo Murillo. A estas horas nunca se sabe cómo va a estar el tráfico.      —Como quiera. Me imagino que no habrá problema. La verdad es que tengo más de media hora.      —¡Hay tiempo de sobra!      Memorables últimas palabras en boca de un taxista, se dijo Hugo. Una de las últimas veces que las había escuchado, a punto había estado de perder el AVE rumbo a Sevilla. Por suerte era muy precavido en punto a tiempos, y solía calcular de más; pero esos cálculos excesivos eran también su desgracia, porque normalmente se pasaba la vida esperando como un idiota a la gente, o llegando (al lugar de trabajo, por ejemplo) tan absurdamente adelantado que no estaba operativo ni el bedel, ni había donde tomarse un triste refrigerio.      Eran las cinco y veinticinco de la tarde. Llegaría, sin ninguna duda. Eso hasta él lo sabía. Y acertó: a las seis menos cuarto se estaba bajando del taxi en la glorieta de Quevedo, donde hubo de abandonar el vehículo por estar cerrada Fuencarral, a partir de ahí, al tráfico rodado. Habían sido, finalmente, trece euros con quince; bastante menos cuesta el metro, pero hay desgaste (¡nunca tenido en cuenta!); y la broma podría haber sido aún peor.      Recorrió a raudo paso el tramo restante de la calle de Fuencarral, hasta Bilbao, fijándose principalmente en las mujeres, que eran lo único que Hugo no se cansaba de admirar en esta vida. La belleza en movimiento del cuerpo femenino; los ojos, las miradas, y por supuesto el pelo; las piernas y los pies, la felina cadencia de cinturas y caderas, y el suave despliegue de sedosa y broncínea piel que el avance del año, y la lenta marcha hacia el verano, iban poniendo en escena. «¿Lúculo? —pensó, parafraseando mentalmente un viejo poema de Verlaine—. ¡Sí! ¡Y Trimalción!... ¡Ah, qué malo soy! —musitó para sí—. ¡Que toda la maldad, y toda la santa belleza, las quiero yo para mí!»      Son cosas —¡en estos tiempos!— que aún se les pueden perdonar a los poetas. Decenios de angustias y privaciones, y una cuenta corriente más en rojo que el sol cuando se pone colorao para hacer mutis por el horizonte, para algo han de servir. Es la ley universal de las compensaciones.      Bajó Manuela Malasaña, giró por San Andrés y descendió rápidamente en dirección al Pepe Botella, el punto de encuentro convenido. Eran las seis menos diez pasadas; había llegado unos nueve minutos antes de la hora acordada con Garmendia. Su colega no estaba, pero eso no era de extrañar; Garmendia solía llegar a la hora exacta que hubiera sido pactada, y ni un minuto antes ni después. Habían quedado en la calle, lo cual a Hugo le parecía vulgar y adolescente, amén de incómodo y muy poco práctico, y no le gustaba nada; pero Garmendia se negaba, por coronavírica aprensión, a meterse en el interior de ningún establecimiento. Habría que aguardar en la rúa.      Hugo se instaló en el portal vacío contiguo al del Pepe: en su hueco montaba muda guardia una gran puerta de ajada y seca madera, sellada tal si cien años llevara sin abrir, y quién sabía, a lo mejor hacía un siglo que no admitía tráfico de entrada ni salida. En el centro de la puerta destacaba un tirador de hierro, de esférica cabeza gastada por las inclemencias del tiempo, del que Hugo colgó su bolsa de hombro, el pequeño maletín piramidal de la nikon (que siempre procuraba llevar consigo en salidas potencialmente fructíferas en materia fotográfica) y el paraguas plegable que se había traído, intuyendo que tal vez llovería (y ciertamente el cielo, de ralos claros y nubes desapacibles e inquietas, parecía anunciar posibles aguaceros primaverales).      En el umbral de piedra añosa del portal se lió y encendió un cigarrillo, que fumó con tranquilidad mientras le echaba un ojo a la abundante fauna humana de la plaza del Dos de Mayo. Había un poco de todo, y había lo de siempre: modernos, culturetas trasnochados varios, y ocasionales espontáneos desharrapados que pasaban echando carcajadas al aire y discutiendo consigo mismos en destemplada voz alta. Todas las mesas de la terraza del Pepe Botella estaban ocupadas; en la que más cerca tenía, a cuatro pasos —cruzando los adoquines de la vía— de su lugar de espera, se encontraban dos sujetos de mala traza, especie de híbrido entre transeúntes sin domicilio fijo y activistas sin causa, que fumaban tabaco barato liado en papel extrafino, espatarrados el uno frente al otro con sendas botellas de Mahou en las garras.      Redimiendo aquella fauna, había otra, alegre y vital, de gente joven que salía al encuentro de la tarde-noche del sábado, plena de energía y de ganas de pasárselo en grande. Era terapéutico contemplar a las chicas, ataviadas con sus modernas e impecables galas: botas relucientes (hacía tiempo que las botas estaban de moda), apretadas faldas de tubo, ajustadas camisetas que dejaban entrever sus encantos, y furtivas miradas perfumadas, teñidas a veces de un asomo de sonrisa.      Garmendia, sin embargo, no llegaba. Eran ya las seis menos dos minutos. Hugo había terminado de fumar, y pensó que sería mejor entrar en el Pepe y esperar dentro, pese a los temores de su colega. De modo que penetró en el umbroso establecimiento y fue a instalarse a una mesa del fondo. La que le gustaba tenía una maceta encima, y adivinó que estaba inhabilitada por las normas de aforo limitado que imperaban a causa de la malhadada crisis sanitaria. Aun así, se sentó junto a ella.      —Esa mesa no se puede usar —le dijo la camarera, un tanto displicente, cuando se acercó poco después a tomarle nota—. Las que tienen maceta encima no están en servicio. Tendrás que ponerte en esa de ahí —añadió, señalando un mesa  embutida en lo más hondo del local, y curiosamente, si de mantener las distancias era de lo que se trataba, más cercana a una tercera ya ocupada, por un sujeto que andaba trazando digitales eses, con expresión bovina y la lengua asomada entre los belfos, en la pantalla táctil de una tablilla informática.      —Sí, me lo imaginaba. Bueno. Tráeme por favor un café con leche.      Hugo, tras cambiarse de sitio, consultó el teléfono. Eran las seis pasadas. Garmendia acababa de hablarle por guasap: «Estoy ahí en dos minutos. Disculpa».      Un rato después, cuando Hugo ya se disponía a tomarse el café, Garmendia asomó la cabeza a la ventana de la calle, desde fuera, lo vio al fondo del local, y entró a toda prisa, enmascarillado hasta casi las cejas y agitando las manos con ademanes de alarma.      —¡Siento la tardanza! Pero, oye, tenemos que salir fuera. Yo dentro no estoy cómodo, teniendo en cuenta la pandemia...      Hugo se levantó, recogió los bártulos y avanzó hacia la salida con su colega, haciendo equilibrismo con la gran taza de café con leche para evitar que fuera a dar aparatosamente en el suelo. Junto a la puerta había otra mesa, con la ya casi inevitable maceta en medio. Depositó en ella su consumición, con la idea de acabar de aprestarse y decidir luego qué hacer, y apenas hubo hecho aterrizar el platillo de loza en la superficie de mármol cuando el camarero —el que montaba guardia tras la barra— alzó un dedo admonitorio, y la voz, y le advirtió que también esa mesa estaba fuera de servicio.      Allí se quedó el café con leche, sin tocar. Y sin pagar. Allí se quedó, con cara de no saber si reír o llorar, el camarero, mientras su compañera, que se había acercado al mostrador procedente de otra mesa, balbucía los inefables denuestos y exhortaciones que son de rigor en estos casos: «¡Oiga! ¡Caballero! ¡No puede usted...!».      Garmendia se quedó allí también. Lo último que vio Hugo antes de salir disparado, calle San Andrés arriba, abriendo el paraguas porque por fin había roto a llover, fue la cara enmascarada de su colega, parado en el portal del Pepe Botella con las palmas alzadas con gesto de impotente contrariedad.      «¡Pues podría haberme dejado el libro en casa! —pensó Hugo, caminando hacia la parada del autobús—. Y haberme ahorrado el taxi, además...»      Había días así. La cosa en el fondo no tenía nada de particular. Quizá en el viaje de regreso pudiera echar mano de la nikon y sacar, por las ventanas del bus, alguna foto que impidiera dar la tarde por perdida.
ROGER WOLFE · 8-10 de junio de 2021
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a-little-dexth · 5 years ago
Note
Los miembros que tu quieras cariño. Es sobre POR EJEMPLO **Taeyong con caracter de mafioso le toca estar presente en la menstruacion de ella. Es la primera vez
oh, okay, i got it! no puedo creer que no le haya entendido desde el principio, i’m that babo, hahahs, pero ya que me has dado a elegir los miembros entonces será con la hyung line de nct 127 porque siempre los he visto más como gang/mafia leaders. espero te guste, corazón, gracias por tu pedido uwu
taeil:
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“¿estás bien, dulzura? debemos irnos ya”, taeil da dos pequeños golpes a la puerta del baño y te miras al espejo. aún si ya estabas lista para acompañarlo a la reunión con doyoung para hablar sobre sus “negocios” (los cuales aún desconocías pero claramente sabías que no era algo muy legal que digamos), te sentías morir.
“creo que vas a tener que ir sólo, amor”, gimes de dolor e inmediatamente escuchas a taeil intentar abrir la puerta.
“t/n, déjame entrar, ¿qué tienes?”, la voz de tu novio se escucha llena de preocupación y tú te apresuras a quitar el seguro para que pueda pasar. no querías que terminara llamando a uno de sus hombres e intentara tirar la puerta… otra vez. “¿qué pasa?”
“estoy en esos días”, dices con un puchero y te lanzas a sus brazos, él inmediatamente te estrecha con delicadeza y comienza a acariciar tu cabello.
“¿qué días, princesa? no enti… oh”, susurra al final, comprendiendo a lo que te referías y camina hacia atrás contigo aún entre sus brazos, dirigiéndose a su cama. te sientas sobre ella y él saca su celular, escribe rápidamente y después se levanta, buscando entre el armario tu pijama.
no había pasado ni un minuto cuando la puerta de su habitación se abre con fuerza. donghyuck, el segundo al mando y mano derecha de tu novio, entra agitadamente, sosteniendo entre sus manos un arma, haciéndote soltar un grito ahogado.
“mierda, donghyuck, ¿qué te pasa?”, tu novio, quien prácticamente había corrido a colocarse frente a ti cuando vió la puerta abrirse tan bruscamente, lo regaña y ves al menor suspirar.
“¿qué mierda te pasa a ti?”, le contesta igual de molesto poniendo de nuevo el seguro de su arma y colocándola en la parte trasera de sus jeans. “me enviaste un sólo mensaje de “urgente, te necesito en mi habitación”, creí que estaban en peligro”.
“es porque necesito que te prepares, imbécil, tú vas a ir a la reunión con doyoung”, taeil dice al momento en que recoge tu pijama del suelo y te la ofrece mientras que donghyuck y tú no pueden evitar verlo con sorpresa. taeil, al ser el jefe, no dejaba que nadie (incluso el menor) interviniera en sus negocios, y menos con doyoung, que prácticamente era su mayor competencia, por eso resultaba tan extraño que lo mandara solo.
“¿de qué hablas? doyoung no va a querer hacer tratos conmigo, lo conoces, taeil…”
“y por eso mismo te estoy mandando. si no te quiere recibir entonces el negocio con él se acaba y tú vas a asegurarte de dejarle claro quién sigue mandando en esta zona”, donghyuck asiente a las palabras de taeil y tú simplemente muerdes tu labio inferior, bajando la mirada al escucharlo. no era común que se expresara de esa manera frente a ti.
“bien, como digas. le diré a los demás que ya nos vamos, ¿quieres que te deje a alguien de más?”, donghyuck regresa a su típico rostro indiferente y la voz monótona que siempre usaba cuando se trataba de obedecer las órdenes de taeil.
“dile a seowoo que se quede, en un rato más le enviaré un mensaje con unas cosas para que las vaya a comprar”, el menor asiente y se retira de la habitación, sonriéndote apenado por haberte asustado.
“taeil, no es necesario que te quedes, voy a estar bien”, te acercas a él para dejar un beso sobre sus labios y él niega rápidamente.
“nada es más importante que tú”, te responde y coloca una mano sobre tu vientre, “¿qué necesitas para eliminar los cólicos? haré una lista y se la enviaré a seowoo”
johnny:
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“¿t/n?”, te congelas al escuchar la voz de johnny detrás de ti y maldices hacia tus adentros. giras a verlo y aún si no podías ver su rostro con claridad porque dentro de la casa no había ninguna luz encendida, podías imaginar que no estaba feliz. “¿estás huyendo?”
tu novio se acerca más a ti y un pequeño rayo de sol se cuela entre las cortinas de la sala de estar posándose en su expresión molesta pero, al mismo tiempo, dolida.
“no, john, yo…”
“¿lista para ir…?”, mark se detiene en seco al ver a su jefe con expresión sombría.
“¿qué carajo está pasando?”, johnny dice con voz profunda y tu piel se eriza, se acerca a uno de los apagadores y lo enciende, llenando la sala de luz mientras tú y mark intercambian miradas nerviosos, dudando quién debería hablar primero.
“amor, te juro que no es lo que crees”, dices rápidamente y te acercas a él nerviosa. tu novio intentaba mantener sus facciones neutrales pero, ¿qué se supone que iba a pensar cuando había encontrado a su novia escabulléndose a las 8 de la mañana lista para irse con su mejor amigo y colaborador?
“t/n, sé que te acabas de enterar de lo que me dedico hace poco y seguramente es mucho para procesar para ti pero no tienes que huir, podemos hablarlo, ¿sabes?”
“tengo la regla”, hablas de repente y johnny te ve completamente sorprendido, “tenía mucha pena de decírtelo así que le llamé a mark para que me llevara a la farmacia y poder comprar mis cosas. jamás podría huir de tu lado, john”.
mark toma aquella última confesión como su señal para marcharse y los deja solos. johnny cierra los ojos con fuerza completamente apenado por pensar mal de ti y se acerca a ti para abrazarte.
“lo siento, desde que te dije sobre esto he estado pensando que quizá te ibas a sentir abrumada y me ibas a pedir un tiempo y, cuando desperté y no te vi a mi lado me imaginé lo peor”, tu corazón se encoge al escucharlo tan avergonzado y te separas de él para mirarlo a los ojos, acariciando sus mejillas con tus pulgares.
“claro que ha sido difícil de procesar, no siempre tu novio resulta ser el líder de una mafia pero, créeme, te amo y nada de lo que llegue a pasar puede cambiar eso”, johnny suelta un suspiro de alivio al escucharte decir eso y besa tu frente con dulzura.
“bueno, ahora que ya todo se aclaró, ¿quieres que yo te acompañé a la farmacia y, cuando volvamos, nos acurruquemos en la cama todo el día?”
taeyong:
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“¿taeyong?”, sales del baño al escuchar la puerta de la habitación que compartías con tu novio abrirse. “oh por dios…”
“¡hola, t/n!”, hawon, el ama de llaves, te saluda con efusividad desde la puerta de la habitación, revisando que cada mesero (los cuales jamás habías visto en tu vida) pusiera las bandejas de comida sobre la gran mesa (que tampoco sabías en qué momento había aparecido) frente a ti.
“¿por qué es todo esto?”, preguntas luego de que el último mesero dejara la habitación.
“bueno, pregúntale a tu novio que a él se le ocurrió todo”, hawon te contesta riendo y se despide de ti agitando su mano.
taeyong entra a la habitación segundos después con una taza de té entre sus manos, sonriendo con superioridad al ver todo el banquete.
“¡sorpresa!”, habla en todo dulce y, aún si querías enojarte con él, al verlo sonreír todo lo que querías era llenarlo de besos.
“taeyong, literalmente yo sólo te pedí una taza de té y galletas”, dices mientras comienzas a levantar la tapa de todas las bandejas de comida frente a ti, salivando de manera inconsciente al ver tanta comida.
“y eso era todo lo que iba a traerte pero, buscando en internet, leí que la comida ayudaba a disminuir los cólicos pero, ya que no especificaba qué comida, ¡decidí traerte todo lo que se pudiera”, lo ves atentamente y niegas riendo. ¿de verdad aquel chico tan dulce era el líder de toda una mafia?
todavía dudabas de ello.
“gracias por preparar todo esto para mi”, respondes y te acercas a él, colocando tus brazos alrededor de tu cuello, “aunque debo confesarte algo”.
“¿qué pasa?”, tu novio frunce el ceño y te mira atentamente.
“a mi no me dan cólicos, sólo quería el té y las galletas porque tenía mucha hambre”, sonríes y dejas un beso en su nariz.
“oh…”, taeyong luce genuinamente sorprendido pero luego se encoge de hombros y te acerca más a él, sosteniéndote por la cintura, “pues entonces luego de todo esto quedarás más que satisfecha”.
yuta:
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“¿cómo estuvo la reunión?”, preguntas inmediatamente que yuta aparece por la habitación y él simplemente niega con la cabeza, deshaciéndose de la chamarra negra de cuero que llevaba puesta, lazándola al suelo con cansancio.
“jiwoon pensó que no me iba a enterar del negocio que estaba haciendo a mis espaldas con kun y todavía cuando lo confronté el muy hijo de perra me negó todo, ¿acaso tengo cara de imbécil?”,  tu novio se sienta en el borde de la cama y te acercas a él, te rodea con sus brazos por la cintura y hunde el rostro en tu estómago, respirando con tranquilidad al oler tu perfume en tu ropa. “no sabes cuánta falta me hiciste allá”.
pasas tus dedos entre sus cabellos con tranquilidad, dejando pequeños masajes para relajarlo y hacerlo olvidar de todo el estrés.
“entonces supongo que tuviste que encargarte de él, ¿verdad?”, susurras lo último pero yuta te escucha con claridad, se separa de ti y te mira fijamente. no quería que pensaras que era un asesino cualquiera, odiaba la idea de que quizá te estabas haciendo una idea completamente errónea de lo que hacía porque, bueno, quizá si se “encargaba” de algunas personas pero, no era porque quisiera, al final del día el negocio tenía que ser manejado por el más fuerte y yuta quería ser el jefe de todo.
“t/n, las personas saben bien en lo que se meten estando aquí”, responde y tú asientes mordiendo tu labio inferior, evitando su mirada. aún no podías acostumbrarte a todo eso y menos al saber que ahora tú también estabas metida en eso.
“lo siento, aún lo estoy asimilando”, dices con sinceridad y yuta te sonríe con tranquilidad. tenía muy poco desde que tu novio te había explicado todo lo que conllevaba ser el jefe de una mafia y, por más que lo amaras, tenía claro que te iba a costar acostumbrarte.
“ven aquí”, te jala hacia él, sentándote sobre su regazo, con las piernas a cada lado de las suyas y te besa con pasión, explorando tu boca con su lengua. tú te deshaces ante su tacto y sus labios hasta que lo detienes cuando posas sus manos en tu trasero. “¿pasa algo?”
“no podemos”, le sonríes sonrojada y te levantas de su regazo, yuta te mira completamente confundido y te adelantas a responder antes que él pudiera preguntar algo, “estoy en mis días”.
“a mi no me molesta”, dice mirándote atentamente de arriba a abajo y tú golpeas su brazo con diversión.
“por dios, cállate”, tu novio ríe a carcajadas al verte tan nerviosa y vuelve a acercarte a él para dar un último beso.
“¿quieres que pida que nos preparen algo de cenar y vemos una película juntos?”
doyoung:
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“ow, mierda”, susurras y vuelves a girar en la cama. realmente estabas intentando no hacer ruido para no despertar a doyoung pero el dolor era insoportable.
“¿t/n?”, la voz adormilada de doyoung llega a tus oídos y un nuevo espasmo te hace gemir de dolor. tu novio se levanta con rapidez, enciendo la lámpara en la mesita de noche a su lado, abre el cajón de la misma y está a punto de sacar su arma cuando gira alrededor y ve completamente vacío el cuarto. “¿qué te pasa, bebé?”, pregunta luego de soltar un suspiro y se acerca a ti tranquilamente.
“los cólicos me están matando”, respondes girando de nuevo para quedar frente a él. te llenas de culpabilidad al ver sus ojos hinchados por el sueño y su cabello despeinado. otra vez había llegado muy tarde luego de arreglar unos “asuntos pendientes” (no había querido decirte con exactitud de qué se había tratado) y ahora lo estabas despertando en la madrugada.
“princesa, ven aquí”, te susurra con cariño mientras alarga sus brazos para que puedas recostar su cabeza encima de uno de ellos y pueda rodearte en un abrazo. “¿quieres que te traiga algo?”
“no, doie, debes dormir, últimamente has estado llegando de madrugada, no es justo que te sigas desvelando ahora por mi culpa”, hablas entrecortadamente, reprimiendo los quejidos que querían salir de tus labios.
“pero, amor, te escuchas muy mal”, habla lentamente y baja su mano hasta tu vientre, trazando pequeños círculos. “puedo hablar para que te vayan a conseguir una pastilla…”
estabas a punto de negar de nuevo pero no creías soportar el dolor más tiempo así que te rindes y asientes a su propuesta. doyoung rápidamente toma su celular y envía unos cuantos mensajes.
“bueno, ya pedí una pastilla, que te traigan un paño caliente y un te, ¿ahora te parece bien que, si mientras esperamos, me cuentes algo? para distraerte, corazón”, la voz de tu novio sale cargada de amor y ternura, haciendo que tu estómago se llenara de mariposas.
“me encantaría”.
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mypatchseries · 4 years ago
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Crescendo - Capítulo 17
Comenzó a llover, por lo que la fiesta había sido arruinada.
 Desde donde me encontraba, podía escuchar los abucheos de lamento de las personas, pero casi inmediatamente después, se escuchó un grito de júbilo. Pagué las bebidas y caminé lentamente hasta el Jeep, dónde se encontraba una enfurruñada Marcie.
 —Se te ha arruinado el cabello—Le dije, entregándole la bebida.
 Poco a poco las personas de la playa comenzaban a desaparecer.
 —Ya lo sé, Sherlock—Refunfuñó, tomándola—Quiero que me lleves a casa.
 Busqué a Nora con la mirada mientras encendía el Jeep, pero no la veía.
 —No está. El chico rubio-súper-bueno los ha invitado a todos a su departamento. Ella se fue con él.
 Apreté el volante con fuerza.
 — ¿Ha dicho su dirección?
 Marcie me miró enarcando una ceja.
 —Tal vez la ha dicho… Tal vez.
 Suspiré, pasando mis manos por mi cara con frustración.
 — ¿Qué quieres a cambio, Marcie?
 Se cruzó de brazos y piernas.
 —Sorpréndeme, Patch.
 Rodé mis ojos.
 —De acuerdo, te prometo que pensaré en algo.
 —Eso no es suficiente.
 —Pero es algo—Le advertí—Bien puedo bajarme del coche y preguntarle a cualquiera.
 Sus ojos brillaron en reconocimiento, sabía que fácilmente podría hacerlo. Bufó.
 —Es el número 72 de la calle Deacon, apartamento 32.
 Aceleré sin pensar en nada.
 ***
 Justo en el momento en que pisé la alfombra del salón, tuve unas inmensas ganas de largarme de allí. Pero quería asegurarme que Nora estuviese bien. Maldición, más que eso, quería asegurarme que ese imbécil no le ponía las manos encima. Inmediatamente luego de entrar, la busqué en todas partes, pero no estaba.
 —Voy al baño a tratar de arreglar este desastre—Avisó mientras se marchaba.
 Muchas chicas me miraban de arriba abajo, así que saqué mi gorra del bolsillo trasero de mi pantalón y me la calé, en una clara señal de que no quería entablar conversación con nadie.
 Me sentía asquerosamente impaciente en este lugar. Quería marcharme, detestaba la música y este tipo de personas. Esperé alrededor de diez minutos a Nora, pero como no la vi, decidí marcharme en lo que Marcie saliera del baño.
 Me alejé del tumulto, encerrándome en la cocina. Me apoyé en los armarios que estaban frente a la nevera mientras observaba con desesperación mi reloj. En serio, ¿Cuánto tiempo puede tardar una chica en arreglar cuatro mechones de cabello? Dios. Alguien entró a la cocina por el otro lado, pero la ignoré. Vi por segunda vez el reloj.
 — ¿Te lo estás pasando bien?
 En lugar de sorprenderme su voz, sonreí. De pronto las personas y la música me parecieron insignificantes.
 —Se me ocurre por lo menos una cosa que preferiría estar haciendo.
 Si notó que era una insinuación de que, demonios, quería besarla ahora mismo, la ignoró.
 — ¿Te vas a quedar toda la noche?
 —Si tengo que quedarme toda la noche, dispárame ahora.
 Me enseñó sus manos.
 —Lo siento, no llevo pistola.
 Sonreí con ferocidad.
 — ¿Eso es lo único que te impide matarme?
 —Si te dispara no te mataría—Parecía realmente decepcionada por ello—Es una de las desventajas de ser inmortal.
 Asentí, sonriendo de oreja a oreja. Llevábamos aproximadamente treinta segundos de conversación, y nadie intentaba huir aún.
 Y, más curioso todavía, no podía escuchar a los arcángeles.
 —Pero ¿Lo harías si pudieras?
 Dudó un poco antes de responder.
 —No te odio, Patch. No todavía.
 — ¿No me odias lo bastante? —Conjeturé— ¿Sientes algo más profundo?
 Sonrió débilmente.
 No sabría decir si ella percibía lo mismo que yo, pero nada bueno saldría de esta conversación, sobre todo aquí, un poco retirados. Así que nos hice un favor a los dos señalando hacia el tumulto de personas desagradables. No quería que ella saliera corriendo de nuevo mientras yo gritaba lo mucho que la extrañaba, y las ganas inmensas que tenía de besarla, y tocarla. O, más seguramente posible, que me la echara al hombro y la sacara arrastras de aquí, ya que tenía noche libre de vigilantes.
 — ¿Y tú? ¿Vas a quedarte mucho rato? —Le pregunté mientras caminábamos.
 —No. Le llevaré el agua a Scott y haré que se refresque la boca, si puedo, y luego me iré.
 Instintivamente la agarré del codo, sintiendo los celos comenzar a florecer.
 —No me disparas, pero vas a aliviarle la resaca a Scott.
 En términos prácticos, preferiría que me disparara en la cabeza. Una y otra vez. Podría recuperarme fácilmente de eso.
 —Scott no me ha roto el corazón.
 <<Y tú si lo hiciste, imbécil. Con rudeza>> Me gritó mi subconsciente. O sea lo que sea, ni siquiera sabía si tenía conciencia.
 —Vamos—Le propuse en voz baja.
 Y aquí estaba, mi intento desesperado de recuperarla una vez más. Llámenme masoquista, tenía que intentarlo una vez más. Sus ojos se nublaron en el transcurso de un pensamiento, mi esperanza se elevó en el deseo feroz de que aceptara salir de allí conmigo, pero su mirada se mantuvo firme en el salón.
 —Le he prometido a Scott un vaso de agua.
 Mis sentimientos cayeron en picada.
 —Estás dedicándole un montón de tiempo a un chico que considero siniestro, y para que yo diga que alguien es siniestro es que tiene que serlo mucho.
 — ¿Hay que ser un príncipe de la oscuridad para reconocer a alguien así?
 —Celebro que tengas sentido del humor, pero lo digo en serio. Ten cuidado.
 Asintió.
 —Te agradezco que te preocupes por mí, pero sé lo que hago.
 Me rodeó y pasó entre las personas que se agrupaban a nuestro alrededor. Estaba todavía luchando entre el hecho de seguirla, o de marcharme de allí ya mismo cuando apareció el rubio. La agarró por la espalda, como si fuese común entre ellos ese contacto, cosa que me revolvió el estómago. Nora se giró, y sus ojos cambiaron cuando se percató que era Scott. ¿Su cara era de agrado o desagrado? No sabría decirlo, y tampoco tuve tiempo de hacerlo, ya que él le apartó el pelo de la cara y la besó.
 Oh, chico. Acababa de firmar su acta de muerte.
 Llevé una mano a mi cuello por un intento de mantenerme inmóvil, esperando a que Nora diera el primer paso, lo abofeteara, y allí entraría yo, con todas las de matar.
 Pero maldita sea si no me dolía como el infierno el que no lo hubiese hecho.
 En su lugar, le pasó las manos por el pecho al imbécil y las entrelazó detrás de su cuello. Él siguió su ejemplo y la abrazó más fuerte. Mordí mi lengua con fuerza; con tanta que podría asegurar que estaba sangrando. Apreté mis puños, el que estaba en mi cuello era el que ejercía más presión. Y por un momento, las palabras de Nora me llegaron a la cabeza.
 “—Besaste a Marcie —Su voz anunciando que estaba a punto de llorar.
 —Dime que es un juego mental. Dime que es un truco. Dime que ella tiene algún tipo de poder sobre ti, que no tienes opción cuando se trata de estar con ella.
 —Es complicado.
 —No —Voz débil—. No me digas que es complicado. Ya nada es complicado; no después de todo por lo que hemos pasado...
 Ahora podía entender perfectamente cómo se sentía.
 Cómo poco a poco el suelo comienza a perder firmeza para ti.
 Ella me miró mientras Scott la arrastraba por el pasillo, luego dentro de su cuarto.
 Cerró la puerta.
 —Vaya, no sabía que Nora era de las que tomaba decisiones estúpidas y precipitadas—Dijo Marcie, deteniéndose a mi lado.
 Inhalé y exhalé tres veces antes de contestarle, no sea que la asesine a ella.
 — ¿Por qué lo dices?
 Señaló la puerta por la que se acababan de perder estos dos.
 —Es demasiado obvio. Ella sabe que todavía la amas, o, al menos, que todavía te duele. Por lo que va y se acuesta con el rubio cachondo para hacerte sentir mal.
 —Ella no es de esas, Marcie.
 Se encogió de hombros.
 —Entonces se sentirá peor ella luego de hacerlo. Porque déjame decirte, cariño, que ahí dentro ya no hay marcha atrás. —Me palmeó el hombro mientras pasaba por mi lado—Te espero en el Jeep, quiero irme a casa. Mi cabello sigue siendo un desastre.
 Ni siquiera pasaron tres segundos después de esa plática cuando ya me encontraba tirando abajo la puerta de la habitación. Seguía con ganas de matar al chico, y el hecho de ver su camiseta tirada en el suelo no ayudaba mucho a su situación.
 Me incliné, la cogí y se la tiré por la cabeza.
 — ¿Qué…?—Empezó a preguntar el imbécil, pasándosela por la cabeza y cubriéndose.
 —Se te va a salir el pajarito—Le dije, con la voz calmada y serena.
 Se subió rápidamente la cremallera.
 — ¿Qué haces? ¡No puedes entrar aquí! Estoy ocupado. ¡Ésta es mi habitación!
 — ¿Estás mal de la cabeza? —Me preguntó Nora, colorada como un tomate.
 Oh, mi preciosa chica…
 —Tú no quieres estar aquí. No con él.
 — ¡A ti nadie te ha dado vela en este entierro! —El rubio se puso delante de ella—Deja que me ocupe de él.
 Apenas y dejé que diera dos pasos, cuando le atiné un puñetazo en la mandíbula. Desee desesperadamente poder sentir. Estoy seguro de que me habría encantado el dolor de mis nudillos ante semejante golpe. Inmediatamente quise ir por más, pero Nora comenzó a gritar.
 — ¿Qué demonios haces? ¿Quieres romperle la mandíbula?
 — ¡Ay! —Se quejó Scott, sosteniéndosela.
 Blandengue de mierda. ¡Levántate, imbécil!
 —No le he roto la mandíbula—Desafortunadamente. El desgraciado era bastante fuerte, ya que era Nephil—Pero si te pone la mano encima será sólo la primera cosa que le romperé.
 — ¡Fuera! —Me gritó ella, señalando la puerta.
 —Voy a matarte—Rugió Scott.
 Oh, vaya, eso sería divertido. Me acerqué a él en tres zancadas y lo puse de cara a la pared. Intentó volverse, pero volví a empujarlo. Esperaba que con esto se diera cuenta que mi nivel era mucho más elevado que el suyo. Quería que me temiera.
 —Tócala—Rugí en su oído—Y te arrepentirás toda tu vida.
 Ya imaginaba las miles de maneras en que rompería todos y cada uno de sus huesos.
 Lo solté y me giré, pero antes de marcharme le dije a Nora:
 —Él no lo vale—Recordé los besos. El de ella y el mío, sentí lo que sintió, probé su dolor—Y yo tampoco.
 Dicho eso, salí por la puerta sin cerrarla y me dirige al Jeep, sin mirar atrás.
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jpandjames · 4 years ago
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JP - Cultura Moderna de Cataluña
Introducción
En este entrada, James y yo vamos a escribir sobre una nueva región de España: Cataluña. Específicamente, voy a explicar la cultura de Barcelona, la ciudad más grande en Cataluña, y luego argumentaré que la cultura muestra por qué las personas de Cataluña quieren separarse de España. La cultura moderna de Barcelona consiste en el idioma único, el arte, la comida, y los clubes profesionales de fútbol. 
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Imagen: https://www.123rf.com/photo_118538941_stock-vector-catalonia-autonomous-community-location-map-within-spain-vector-illustration-.html
La Lengua Única de Cataluña
En Barcelona muchas personas son bilingües, pero muchas personas en las otras partes de Cataluña hablan solo la lengua única de Cataluña: Catalán. Los niños aprenden Catalán en las escuelas de Cataluña. El Catalán es diferente al Español, pero todavía las lenguas son bastante similares. Ambos idiomas son lenguas romances y tienen reglas gramaticales similares, pero mucha más gente habla el Español que el Catalán. De hecho, el Catalán se parece más a otras lenguas romances como el Francés y el Italiano que al Español tradicional. Por ejemplo, los verbos se conjugan en Catalán de muy similarmente a como lo están en Español. Las conjugaciones son afectadas por el tiempo, el género y el número del objetivo. Los idiomas son diferentes, pero la mayoría de las personas que solo hablan Español pueden entender un poco de Catalán y la mayoría de las personas que solo hablan Catalán pueden entender algo de Español. Es posible y común que una persona hablando Catalan y una persona hablando Español puedan tener un diálogo. 
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Imagen: https://euobserver.com/opinion/142000
La Arte y Comida de Cataluña
La región de Cataluña es famosa por sus formas de arte, especialmente la arquitectura y la música. El arquitecto Antoni Gaudí es el arquitecto Español más famoso. Hizo varios edificios en Barcelona. Su trabajo más popular es la Sagrada Familia. La Sagrada Familia es una basílica en el centro de Barcelona que muchos turistas visitan cuando están en la ciudad. La cocina de Cataluña consiste en cavar, un tipo de vino blanco, butifarra, un tipo de embutido, y calçots, un tipo de cebolleta. Estas comidas no se encuentran fácilmente en el resto de España, donde platos como el chorizo ​​y la paella son habituales.
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Imagen: https://science.howstuffworks.com/engineering/architecture/sagrada-familia.htm
Fecha: 29 de julio de 2019
Clubes Profesionales de Fútbol
Fútbol Club Barcelona y RCD Espanyol son los equipos profesionales de fútbol en Cataluña. FC Barcelona es uno de los clubes más grandes, ricos, y exitosos del mundo. Hoy, el RCD Espanyol es uno de los peores clubes en España, pero en el pasado el club tenía mucho éxito y muchos jugadores populares. Ambos clubes son grandes, pero el FC Barcelona es mucho más grande. En Instagram, el FC Barcelona es el segundo equipo de fútbol más seguido después del Real Madrid con 94,1 millones de seguidores. Los aficionados del FC Barcelona viven en todos los países del mundo, y su estadio, el Camp Nou, es uno de los edificios más grandes y populares de España.
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Imagen: https://www.fcbarcelona.com/en/news/1103799/suarez-neymar-and-messi-in-an-iconic-photograph
Fecha: 11 de enero de 2015
Argumento
Estos aspectos de la cultura de Barcelona y más muestran porque las personas de Cataluña quieren separarse de España y formaron un país nuevo. Aunque es comprensible, puede resultar muy difícil para los ciudadanos de Cataluña participar en un país que habla un idioma diferente. Además, la comida de Cataluña es extremadamente diferente a la de España. Esto muestra que la cultura de Cataluña se desarrolló de manera diferente a la del resto de España. Esto hace que sea aún más difícil para las personas de Cataluña relacionarse con sus otros ciudadanos de España. Finalmente, los aficionados del FC Barcelona ven sus partidos como oportunidades para protestar por su relación con España y para defender la independencia. Van a los partidos para apoyar al equipo que aman, pero el tema de la independencia es muy importante para ellos, por eso protestan también en el Camp Nou. Estos elementos de la cultura moderna de Cataluña demuestran que debería ser un país independiente.
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Imagen: https://www.npr.org/2019/10/19/771410814/protests-rock-spains-catalonia-region-but-residents-are-divided-over-independenc
Fecha: 19 de octubre de 2019
Información:
https://www.shbarcelona.com/blog/en/spain-catalonia/
https://theculturetrip.com/europe/spain/articles/six-reasons-why-catalonia-is-different-from-spain/
https://www.shbarcelona.com/blog/en/difference-spanish-catalan/
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wtfyuun · 4 years ago
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Chances Are (traducción al español)
Antes de dejarlos adentrarse en el capítulo debo hacer algunas aclaraciones:
Esta es una traducción del fanfic de @kimurasato (se encuentra en archiveofourown.org y en fanfiction.net) hecho sin ningún otro fin más que practicar mi traducción del inglés, aportar al fandom hispanohablante y para expandir un poco el poliamor o cambiar un poco la idea del amor romántico.
Me gusta mucho como trató a los personajes apegándose a sus personalidades o haciendo evoluciones que realmente puedo apreciar porque no se sienten forzadas ni fuera de lugar. La historia tiene 58 capítulos en total y avanza lento pero comienza a tomar más ritmo a partir del capítulo 7.
Es mi primer traducción y voy a tomar cualquier consejo que quieran darme, pero justifique su respuesta (?) Por ahí ven cosas que yo no logro identificar que estén mal.
Agregué hasta el capítulo 3 porque se leen rápido estos capítulos (pese a lo mucho que tardo traduciendo...) así que sigan leyendo!
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Capítulo 1. Danny es un nuevo profesor en la ciudad y las cosas no salen tan bien como esperaba
Danny se sentó en el salón de profesores con un periódico antes colocado en la mesa. Llegó a la ciudad hacía una semana, y hoy fue su primer día en el trabajo. Actualmente, vive en un lugar pequeño y barato alrededor de dos viajes en colectivo de la escuela, y encima necesita caminar hasta la primera parada de colectivo desde su apartamento. Esperaba encontrar a alguien cercano, y mucho mejor, pero hasta ahora, sus opciones parecían limitadas. Algunos de los anuncios se veían cuestionables, y uno decía "SÓLO CHICAS SEXIS". Danny dibujó una gran X sobre el anuncio arrugando la nariz asqueado.
— No sé por qué siempre tengo que enseñar educación sexual. ―
Danny levantó su cabeza cuando escuchó otro profesor entrando al salón. Era hora del comer, y su propio almuerzo se encontraba medio comido al lado de su diario. A este punto, estaba preparado para llamarla "comida abandonada", su apetito más bien no existía mientras ponía toda su atención en buscar un nuevo apartamento.
—Esto es lo que pasa cuando enseñas salud. ―
El otro profesor palmeó el hombro de su amigo, y Danny palideció cuando vio a los dos hombres que entraron en la sala. El realmente tenía la peor suerte del mundo. Era un milagro, en su mente, que sus poderes no actuaron como cuando tenía catorce y traspasara a través de su silla, y a medio camino del suelo. Tragó duro y esperó a que los dos deportistas miraran hacia donde estaba percatándose de quién era exactamente. Lo cual no tomó mucho más que un segundo después, la mirada de ambos hombres aterrizó sobre él, sentado solo en una de las dos mesas redondas en el salón. Se tensó, esperando a que empezara el bullying.
—Escuché que contrataron un nuevo profesor. ―Dijo Kwan, dando un paso hacia la mesa con una amigable sonrisa. —¿Qué fue esta vez? ¿Inglés? ―
Dash golpeó a su amigo, duro por la forma en que Kwan jadeó, en el hombro. —¡Es Fenton! ―Su boca descolocada, y Danny tuvo que morder el interior de su mejilla para evitar reírse ante la expresión graciosa.
Danny sabía que él había cambiado desde la última vez que vio a los deportistas en la graduación de secundaria.
Once años hacen eso. Él se rellenó, ya no más el adolescente larguirucho. En el colegio, levantó pesas e incluso fue a varias clases de pelea cuando el tiempo lo permitió. Pelear con fantasmas, afortunadamente, *lo dejó tomar el poder* haciendo que menos fantasmas causen problemas, pero él no quiso perder forma en caso de que algo peligroso decidiera *mostrar su fea cara.
—Hola, Kwan,- Danny saludó con una alegre sonrisa que vaciló mientras miraba al otro hombre. —Dash. No sabía que trabajaban aquí. ―Si lo hubiese hecho, él no habría aceptado ansioso el puesto. De las ofertas de trabajo que recibió, ésta escuela prometía el mejor pago y tenía las mejores facilidades. Era como su trabajo soñado. Si Dash y Kwan no lo arruinaban.
—Es bastante loco. ―Kwan giró una de las sillas y se sentó en ella de espaldas, apoyando los brazos cruzados sobre la espalda. —¿Puedes creerlo? ―Miró hacia arriba a su amigo.
Dash frunció el ceño, menos entusiasta sobre el encuentro repentino. —Yeah, respondió con un tono seco, — ¿Quién habría imaginado a los tres de nosotros trabajando en la misma escuela? ―Tomó la silla junto a Kwan, pensó que no se veía feliz sobre compartir la mesa con el hombre que solía intimidar durante secundaria. Danny tampoco estaba emocionado sobre eso.
— ¿Qué estás buscando? ―Kwan inclinó su silla hacia adelante tratando de mirar el diario. Sus cejas se levantaron en sorpresa. —¿Esos son departamentos?―
—Uh, sí. ―Danny dobló apresuradamente el periódico luego guardándolo de nuevo en su bolso.
—Estuve esperando encontrar un mejor lugar, pero no puedo permitirme nada por mí mismo. ―Suspiró, no gustándole la idea de compañeros al azar. ¿Quién sabe con quién podría acabar? Ese capítulo de un viejo programa de televisión vino a su cabeza. En eso, el hombre quedó atascado con un nuevo, y ligeramente loco, compañero de cuarto. Deshacerse de su compañero no fue fácil para el hombre, y Danny no quería una experiencia similar en la vida real.
—Che-
—Kwan, no,- Dash dijo firmemente con un viéndose severo.
Kwan le frunció el ceño. Pero pegó una sonrisa de nuevo en su cara cuando giro de nuevo hacia Danny.
— ¿Por qué no te mudas con nosotros? ―
— ¡Kwan! ―La cara de Dash estaba tan roja como un tomate y sus ojos brillaban con ira, pero Kwan solamente se rio del enojo de su amigo.
—Oh, vamos, Dash. Estuvimos buscando un nuevo compañero de piso desde que Brad escapó a las Vegas para casarse. ―Kwan lo miró intencionalmente. —Has rechazado a todos los que vienen a ver el apartamento. Al menos sabemos que Danny no es algún psicópata asesino. ―
Dash apretó los dientes mientras se inclinaba de nuevo en su asiento con sus brazos cruzados, sus dedos clavándose en sus bíceps. —Tal vez. Pero siempre fue un poco raro. ―
—También pasa que está sentado aquí y puede escuchar todo lo que decís sobre él,- Danny señaló secamente, frunciendo el ceño a Dash del otro lado de la mesa.
— ¡Entonces está decidido! ―Kwan golpeó una mano en la mesa, sonriendo a pesar de las miradas dirigidas a él. —Danny vendrá a vivir con nosotros. ―El anuncio ganó un gruñido de Dash.
— ¿Puedo siquiera ver el lugar antes de tomar una decisión? ―Con sus cejas juntas, Danny se sintió inquieto sobre la idea de compartir apartamento con los dos deportistas, especialmente cuando uno de ellos fue responsable de atormentarlo durante sus días de secundaria.
—Vas a amarlo. Créeme. No encontrarás un mejor lugar. Y vos ya nos conocés,- Kwan hizo un ademán hacia sí mismo y Dash. —así que no es como si fueses a terminar con un extraño rarito. ―
Danny casi odiaba admitirlo, pero quedarse atascado con Dash y Kwan sonaba como el menor de los males. Suspiró pesadamente. —Supongo que podemos darle un periodo de prueba. ―¿Vivir juntos por un mes y ver cómo va? Y así, fue decidido, y Danny se preguntó si había cometido el peor error de su vida.
***
Espero que les haya gustado el capítulo!
¡AH,  me da gracia argentinizar las cosas!
Espero que no les jodan mucho los "Ché" o otras boludeces que seguramente escriba pero es que me cuesta escribir en neutro (o tal vez solo me niego a hacerlo xD)
Traducir es más difícil de lo que pensaba, hoy empecé a traducir y llevo 3 días leyendo el fic y aún no acabo xDDDD
Espero pronto poder hacer algún dibujo propio que pueda usar como portada porque odio no dar crédito a artistas.
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Capítulo 2. Dash tiene sus dudas sobre Fenton yendo a vivir a su departamento
Dash frunció el ceño, mirando a Kwan limpiar su mesa de comida. —Él viene a vivir por un mes. No necesitas limpiar todo el lugar sólo por él. ―Habló desde el sofá donde estaba sentado en el área del living del departamento. Todavía odiaba la idea de Fenton viniendo a vivir con ellos, pero no había manera de sacar a Kwan de su plan.
—No quiero quiero que venga y vea que somos unos completos vagos. ―Kwan terminó con la mesa y buscó alrededor del departamento, tratando de encontrar algo más que necesite limpiarse o enderezarse antes de que Fenton apareciera en su puerta.
—No somos completos vagos. ―Dash giró sus ojos mientras volteaba cerrando su libro. Después de colocar el libro a un lado de la mesa, se paró y estiró. —Creo que mantenemos el lugar relativamente ordenado. ―Soltó una carcajada. —Mejor que como mi habitación estaba antes del colegio. ―Era un milagro que pudiese encontrar algo en su habitación con tanta porquería que tenía por ahí y ropa tirada por todo el lugar. Su escritorio apenas tenía suficiente espacio para permitirle hacer la tarea ahí.
Kwan era básicamente el polo opuesto. A sus amigos les gustaba mantener todo ordenado, y él nunca tuvo problemas encontrando algo por perder algo entre el desastre en su habitación. Cuando fueron al colegio juntos, Dash pensó que alojarse con su mejor amigo era una buena idea. ¿Qué podría salir mal? Ahora se reía, recordando como ellos chocaron atascados compartiendo un pequeño dormitorio. Tomó tiempo acostumbrarse a vivir juntos, pero lo averiguaron para su segundo año.
— ¿De verdad es algo tan malo, tener a Danny viviendo con nosotros?- Kwan dobló una toalla y luego la arrojó en la mesada de la cocina. —Probablemente él no estuvo en la ciudad por mucho tiempo así que realmente no conoce a nadie. Será bueno para él tener algunas caras conocidas cerca. ―
—Dudo que nuestras caras sean las que quiere ver. Dash camino hasta el refrigerador y saco una cerveza fría. —Piénsalo. No éramos tan buenos para él exactamente. Bueno, vos no tanto. Pero él debe odiarme. Giró la tapa de la botella. —Probablemente él sería más feliz si yo no estuviese en la foto. ―
Kwan sacudió su cabeza. —No puedo imaginar a Danny siendo del tipo de odiarte por siempre por eso. Sí, le hiciste cosas horribles, pero cambiaste un montón desde entonces. Sólo mostrale el nuevo, maduro vos. ―
—Es fácil para vos. Él no tiene razón para odiarte. ―Dash caminó de regreso al sofá. —Tal vez hiciste algunas cosas de intimidación, pero aun así básicamente eras bueno con todos. Casi siento que debería dormir con un ojo abierto con él en el departamento sólo en caso de que él decidiera llevar a cabo algún plan de venganza. ―
—No va a intentar obtener venganza. ―Cuando alguien golpeó, Kwan caminó para responder mientras Dash tomó otro, largo, trago de su cerveza. No se sentía para nada preparado para vivir con Fenton. — ¡Danny! Kwan saludó alegremente una vez que abrió la puerta. —¡Entra!―
—Wow,- Danny jadeó cuando caminó dentro del apartamento observó la habitación abierta.
— ¿Cómo encontraron un lugar como éste? ―
—Tener compañeros de cuarto para dividir gastos ayuda. ―Kwan rio entre dientes cerrando la puerta. —Igual, ha sido un poco ajustado sólo con nosotros dos. Por eso buscábamos un nuevo compañero de cuarto. ―
Dash pilló a Fenton mirando hacia donde estaba con nervios en sus ojos azules. —Supongo que debemos mostrarte tu habitación así podés- Funció el ceño ligeramente. —¿Eso es todo lo que traes? ―Fenton estaba cargado con sólo tres bolsos de viaje.
Fenton se sacudió. —Ah, no. Tengo otras cosas, pero como esperaba mudarme de ese sucio departamento en el que estuve, decidí no molestarme en tomar todo del depósito después envío las cosas desde Amity Park. ―
Dash asintió, viéndole sentido a eso. ¿Por qué desempacar todo si planeaba mudarse lo antes posible? —Bueno, tu habitación está por aquí. ―Guió el camino hasta la habitación relativamente vacía. —Obviamente, puedes hacer lo que te guste con la pieza. Yo,- frotó su barbilla, —sugiero un nuevo colchón. Esa cosa,- el volteo hacia la cama abandonada por su anterior compañero. —ya era basura cuando Brad la arrastró aquí. ―
Fenton arrugó su nariz ligeramente cuando miró la cama. —Entonces definitivamente voy a traer mi cama. ― Caminó más adentro en la habitación, soltando sus bolsos cerca de la puerta del armario así él no tenía que seguir cargándolas. —Este lugar hace ver mi habitación como una caja de pan. Me empiezo a preguntar como sobreviví en tal estrecho lugar. O incluso tener espacio para algo. ―
El tamaño de las habitaciones fue una de las razones por las que a Dash y Kwan les gustaba este apartamento de todos los que estuvieron viendo cuando llegaron por primera vez a la ciudad. Con su fortuna, un apartamento estrecho no funcionaría. El costo de la renta era, sin embargo, un problema. Podían manejarlo, con algunos sacrificios, pero no por mucho tiempo sin un tercer compañero de apartamento, con un ingreso para contribuir a la renta. Al menos podían estar seguros de que Fenton no era algún pobre tipo incapaz de mantener al día el alquiler.
—Si necesitas ayuda moviendo cosas, podemos ayudar. ―Ofreció Kwan y Dash tuvo que girar los ojos. Por supuesto que Kwan no dudaría en tender una mano.
—Uh, sí,- Aceptó Dash cuando Kwan le dió un codazo. —Será más rápido con los tres moviendo cosas. ―Se hubiera reído, pensando en Fenton moviendo un manojo de muebles y cajas pesadas, pero Fenton se puso fuerte a través de los años desde la secundaria. Dash sacudió su cabeza. La transformación era casi increíble. Si él se hubiese visto así durante la secundaria, Fenton podría haber entrado fácilmente en la Lista A, especialmente si se hubiese unido al equipo de rugby.
— ¡De una!― Fenton se relajó, la tensión deshaciéndose de sus hombros. Tal vez se dio cuenta de que los dos ex matones no estaban por golpearlo. —Probablemente debería dejar la mayoría de mis cosas en el depósito. Sólo tomar las cosas importantes que voy a necesitar. Así no es tanto.
Fenton estaba pensando en términos temporales de nuevo. Kwan obviamente esperaba que esto fuera una cosa segura, como si después de un mes viviendo juntos nada se interpondría entre ellos y los tres pudieran ser los mejores amigos. A veces él estaba demasiado dispuesto a hacer amigos y hacer todo para complacerlos para mantenerlos. Fenton parecía compartir el pensamiento de Dash que esto pueda no ser un acuerdo de convivencia permanente, y en un mes, Fenton podría escoger mudarse y encontrar un mejor lugar para él. Dash respetaría su forma de pensar.
—Bueno, es sábado por la noche,- Kwan anunció aplaudiendo sus manos. — ¿Qué dicen si vamos por unas bebidas para celebrar que Danny se mudó?—
Dash se pilló a sí mismo señalando que Fenton quedándose pasado un mes no era algo seguro. —De una,- aceptó con un encogimiento de hombros leve. Sus noches de salir y tomar algo fueron pocas y distanciadas desde que se volvieron profesores, y decidió no dejar pasar la excusa para salir.
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Capítulo 3.
 Resumen del capítulo: Danny ha estado viviendo con ellos por una semana, y la convivencia no ha sido perfecta, pero Kwan espera que ellos puedan mejorar las cosas por el bien de todos.
***
—Voy a la tienda,- Kwan anunció mientras tomaba la lista de compras desde donde se encontraba sentado al lado de la heladera. ― ¿Alguno de ustedes quiere venir conmigo? ―
Regresó al área del living donde estaban sus compañeros de apartamento sentados.
Una semana había pasado desde que Danny se mudó con ellos. Las cosas no fueron... mágicamente perfectas con ellos, como era de esperarse. Ellos eran mayores y más maduros que en sus días de secundaria, pero Dash y Danny todavía tenían algo de tensión entre los dos. Iban a necesitar algo de tiempo para establecerse en un cómodo arreglo de convivencia.
Después de la primera noche saliendo a beber, Danny se mantuvo mayormente reservado, preparando su habitación con lo mínimo indispensable. Kwan miró dentro de la habitación y frunció el ceño ante las blancas paredes vacías y despojadas de algo personal por todos lados.
¡No estaba tratando de husmear! Quería asegurarse de que Danny estuviese cómodo, pero supuso que este no quería sacar un montón de cosas que pensaba que iba a empacar nuevamente si las cosas no funcionaban.
El baño todavía era un motivo de discusión. Ahí había sólo un baño para los tres, y más de una vez en la semana Dash y Danny discutieron sobre quien debería usarlo cuando ambos decidían que querían bañarse al mismo tiempo. Usualmente se resolvía en una pelea de piedra-papel-tijeras con alguno de ellos exigiendo volver a hacerlo después de perder.
Kwan solo podía suspirar y negar con la cabeza a ese punto porque ninguno de ellos lo escucharía si intentaba intervenir. Pero le preocupaba que se pusiera peor en el futuro si ambos no podían descubrir cómo vivir juntos. Incluso peor sería si Dash y Danny dajaran que las cosas se desborden en el trabajo discutiendo en la escuela, frente de los estudiantes y otros miembros del personal. Kwan quería hacer algo, pero los otros hombres eran bastante testarudos.
Danny miró hacia arriba de su libro cuando escucho la pregunta. ―Voy con vos. Cerró su libro y lo puso abajo en la mesa en frente del sofá. ―
Dash gruñó en respuesta, lo cual Kwan reconoció como si estuviese muy ocupado para hacer algo en ese momento. Su completa concentración estaba en la pila de papeles en frente de él mientras se sentaba en el borde del sillón, inclinado sobre la mesa y escribiendo marcas en rojo sobre el papel que estuvo revisando. Ocasionalmente, el gritaría frustrado, completamente desconcertado por como sus estudiantes no lograron responder correctamente una pregunta tan simple.
Danny se quedó observando al rubio, con su ceño ligeramente fruncido se paró del sofá. Los dos se sentaron ahí en relativo silencio pero en lados opuestos, dejando un amplio espacio entre ellos, la mayor parte del día. Después de un momento, se encogió de hombros para luego caminar alrededor del sofá para unirse a Kwan dirigiéndose a la puerta del apartamento. Tomaron sus abrigos poniéndoselos mientras salían al pasillo. Era mitad de Octubre, y aunque no habían entrado a temperaturas bajo cero, el aire era un poco de frío. La humedad en el ambiente solo ayudaba a hacerlo sentir más frío.
― ¿Te está gustando estar aquí?― Kwan preguntó mientras cerraba la puerta del departamento.
―Bueno, está bastante bien. Danny se encogió de hombros, metiendo las manos en los bolsillos de su abrigo. ―Tu departamento es definitivamente mucho mejor que en el que vivía antes. Ellos caminaron por el pasillo dirigiéndose hacia la planta baja. Su boca se frunció levemente mientras pensaba sobre las cosas. ―No es como si estuviese tratando de hacer las cosas mal como una excusa para mudarme, pero supongo que Dash y yo vamos a necesitar tiempo para descifrar como vivir juntos sin ponerte las cosas difíciles. ―
Kwan se rió sacudiendo su cabeza. ―No es difícil para mí realmente. Sólo estoy preocupado de que todo esto no vaya a funcionar. Entonces Dash y yo estaríamos atrapados buscando a un nuevo compañero de cuarto, y vos atrapado buscando otro departamento. Sería mejor para todos si esto pudiera funcionar. ―
―Prometo que estoy intentando. ―Danny sostuvo la puerta del edificio abierta para Kwan. ―Es sólo- Esto es tan extraño para mí. Dash solía hacer mi vida miserable en la secundaria. Ahora estoy viviendo con él, y tengo que descubrir cómo hacerlo sin hacerlo querer golpearme o peor. ―Suspiró mientras caminaban bajaban por la calle hacia el pequeño almacén a unas pocas cuadras del apartamento. ―Tal vez sería más fácil para todos si sólo me escondiera en mi habitación cuando estamos todos juntos ahí. ―
―Esa no es la respuesta. Kwan sacudió su cabeza. ―Necesitamos descubrir cómo vivir juntos. Esconderte en tu habitación no va a conseguir eso. ―
―Sí, pero ¿podés ver que Dash y a mí llevándonos bien en un mes?―
Kwan suspiró, incapaz de pensar en una respuesta positiva a la pregunta. Probablemente ellos dos necesitarían más de un mes para llevarse bien. Continuaron caminando en silencio hasta que llegaron al almacén. Después ellos atravesaron las puertas corredizas, ambos tomaron una canasta apilada dentro de la tienda. Se detuvieron y miraron entre ellos.
―Creo que estoy acostumbrado a hacer mis propias compras. ―Danny rió avergonzado, frotando la parte trasera de su cuello.
Kwan observó la lista, la cual no era muy larga. ―Podemos dividirlas,- sugirió. ―haría las cosas más rápidas. Nos reunimos para chequear las compras.  ―
―Dale. ―Danny acepto.
Kwan partió la lista a la mitad y sostuvo una mitad para Danny. Entonces ellos buscaron una cesta y fueron por caminos separados para tomar comestibles de la mitad de su lista. Entre Dash y él, Kwan fue uno de los que más hacía las compras, pensó que Dash podría unírsele a veces, cuando no estuviese atrapado entre evaluaciones. Mantuvo la lista dividida en secciones según la ubicación de la tienda. De esa manera, él podría marcar cosas andando de un lugar de la tienda hacia el otro hasta terminar revisándola.
Cuando terminó de recolectar en la parte de arriba de la lista, Kwan esperó para revisar con Danny. Su compañero llegó minutos después, y Kwan notó algunos ítems no incluidos en la lista en su cesta. Levantó una ceja, y Danny se encogió de hombros.
―Sentí que quería cocinar,- Danny admitió mientras se unían a una cola. Cuando llegó su turno, ellos descargaron las cestas en las cintas transportadoras y esperaron que la cajera escaneara sus ítems.
― ¡Sr. Long! ―Saludó a la mujer levantando sus compras. Kwan la reconoció de sus clases. Ella era una estudiante superior y tenía las notas más altas de su clase. Ella sonrió brillantemente cuando lo saludo.
―Hola, Melinda,- Kwan dijo con una sonrisa educada.
La expresión de Melinda cambió a sorpresa cuando ella notó a Danny detrás de Kwan. ―¿Están juntos? ―Entonces sus mejillas bronceadas se oscurecieron. ―Digo, ¿en la misma factura, o los pongo por separado?
―Puedo pagar mi mitad,- Danny ofreció.
Kwan sacudió su cabeza. ―Una factura está bien. ― Añadió a Danny, ―Puedes pagarme después si realmente quieres.  ―
Danny asintió a Melinda, sus mejillas se oscurecieron en un sonrojo, continuando de escanear los artículos. Después pagando por los comestibles, Kwan le agradeció a Melinda. Entonces Danny y él reunieron sus bolsas, y dejaron el almacén.
Estaban a mitad de camino hacia su departamento cuando Kwan habló. ― ¿Qué planeabas cocinar?―
―Bueno,- Danny levantó las bolsas en sus manos, ―Pensé que como es Octubre, algo de pan de calabaza estaría bien.  ―
Kwan sonrió. ―Espero que planees compartir.  ―La buena comida siempre era una buena manera de poner a Dash de buen humor. Si Danny compartía, quizás Dash vendría y dejaría de ser una mula terca sobre Danny viviendo con ellos.
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maeda-ai · 4 years ago
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Fuego en el hielo
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Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Horo Horo & Anna
Sinopsis: One-shot. Intentando alejarse del grupo, Horo se encuentra con Anna, descubriendo que la rubia no le es tan indiferente... ni él a ella.
Advertencia: Lemon (NSFW)
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Por: Maeda Ai.
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Ella estaba entre sus brazos; decir que esto era como un sueño sería la peor mentira que de sus labios hubiese salido. Jamás lo soñó, nunca lo imaginó y ni por error se le ocurrió la idea de hacerlo... con ella.
Desde que ella y los demás los alcanzaron para ayudarlos con la bitácora mágica conversaron en un record de cero ocasiones, lo cual era muy normal considerando que ellos... bueno. Unos cuantos cabellos cubrían su femenino rostro y él se encargo de acomodarlos para poder contemplar su belleza. Se veía tan tranquila e inofensiva, muy distinta a como era cuando estaba despierta. Sin embargo el encanto se rompió, pues la joven abrió paulatinamente los ojos casi sin pereza. * Lo siento. ¿Te desperté?. * * No. * Su mirada era fría y sin emoción alguna, aparentemente, pero cuando el chico fijó los ojos en el profundo negro de los de ella, se sintió envolver por los recuerdos de lo acontecido hace sólo un par de horas...
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La repentina llegada de los amigos, de sus amigos, lo incomodó un poco; es decir, de pronto tanta gente en el lugar. A veces sólo quería pensar un poco mientras era acompañado por la soledad, pero parecía que el deseo de privacidad se le vino abajo. Pudiendo percibir un exageradamente ligero aroma a perfume, se percató de la presencia de otra persona. Y la vio... agachada admirando su rostro reflejado en el agua clara del pequeño lago; por un momento fue como si todo a su alrededor se desvaneciera para permitirle admirarla sólo a ella... a Anna Kyouyama, que se encontraba, quizá igual que él, buscando un poco de privacidad. * ¿Qué tanto miras?. * Su exquisita voz sonó de golpe obligándolo a desembobarse, aun así continuó observándola embelesado, y es que semejante belleza no podía pasar desapercibida así nada más. Fue acercándose de nuevo, atraído a la belleza femenina como abejas a la miel, como el metal a un magneto. A todo esto, se podría decir que la rubia adoptó una actitud defensiva; bueno, con un joven un tanto más alto que ella, con la mirada totalmente fija en su cuerpo y aproximándose con quien sabe que ideas cruzándole la cabeza, pues, ¿quién la culparía por sentirse amenazada?. Aun así no mostró intención alguna de hacerle ver que, a ella, no le tocaban un sólo cabello, más que nada porque recordaba que se encontraban en el mismo grupo de viajeros. El “hubiera” llego rápidamente a su mente cuando se vio a si misma acorralada entre la espada y la pared, o mejor dicho, entre el joven y el ancho tronco de un árbol. El “hubiera“ evitado esto, le “hubiera” dado una paliza o, en el mejor de los casos, “hubiera” invocado a Zenki y Goki. Todos esos pensamientos simplemente se esfumaron de forma increíblemente rápida; él sujetó suavemente su barbilla obligándola a mirarle a la cara. Debía admitir que era muy guapo, bueno, nunca lo negó pero tampoco lo afirmo, vamos !... ni siquiera lo había pensado. * Va a besarme !!. * Pensó la joven sin estar cien por ciento segura de si sólo lo pensaba así o se autocuestionaba la probabilidad de que así fuere. Por un segundo se sintió completamente convencida de que los labios de este shaman tocarían los suyos, pero las manos del joven corrigieron esa errónea idea. La mano izquierda del muchacho se había posado así nada más sobre el seno derecho de una joven que sencillamente se quedó en shock. Él podía sentir la tela del vestido al intentar palpar y cubrir el pecho con un puño, claro que no era la tela lo que exactamente deseaba sentir. El shaman no tenia la menor idea del porque actuaba así, lo único que tenia bien claro era que lo que sucedía le gustaba; mientras tanto ella, ella perecía haberse quedado helada, incapaz de mover un sólo dedo ante las extrañas acciones que el joven tenia para con ella. * Anna. * La voz masculina pareció llamarla con ansiedad y pasión. El llamado no fue respondido, por lo que fueron los labios, todavía más desesperados, los que le rogaron a la joven por su atención. La joven salió de una fuerte impresión para entrar de inmediato en otra, sus labios estaban siendo acariciados suavemente... por primera vez. No pudo evitar el fuerte rojo en sus mejillas, ni tampoco la traviesa lengua que se abrió paso al interior de su boca con facilidad. Quiso quejarse emitiendo un ligero gemido, aunque más que una queja esta pareció ser un suspiro placentero. Sucumbió ante esta nueva y deliciosa sensación cerrando los ojos y entregándose al devolver, con suavidad y sin prisa, el entusiasmo con que el chico la besaba. Sintió como las líneas de su cuerpo eran exploradas y ni así quiso abrir los ojos; sólo quiso sentir, sentir esas exquisitas manos que delineaban su cuerpo y que jugaban insistentes con sus pequeños pechos de adolescente. Lo miró un poco más profundo cuando sintió esas varoniles manos posarse sobre su cintura y elevarla ligeramente para acomodarse en una posición más placentera. El shaman la sostuvo de las piernas sintiendo un escalofrío que le recorrió el cuerpo cuando estas lo rodearon hasta cruzarse detrás de su espalda, haciendo de esta una escena digna de recordar. Repentinamente, la chica se abrazó totalmente aferrada al joven, rodeándole el cuello con los brazos mientras rozaba ligeramente la oreja del muchacho con sus labios. Más el se detuvo en su labor, eran, ahora, sus ansiosas manos que se aventuraron por debajo del vestido negro acariciando esa suave y sensible piel jamás tocada. Fue inevitable!!; las pantaletas fueron arrancadas de un sólo tirón dejando el camino libre para que los dedos del shaman se adentraran en el cuerpo femenino. Primero con prudencia y luego con total confianza, los dedos medio e índice del chico se esmeraron por excitarla con frenéticos movimientos que tocaron y estimularon el clítoris de la joven itako. Fue como si pequeños choques eléctricos recorriesen cada célula de su cuerpo para relajarla y alocarla al mismo tiempo. Anna se abrazó al shaman, incapaz de sostenerse erguida por más tiempo. * Ohh !, es delicioso !!. * Las palabras se externaban casi a gritos; menos mal que se encontraban un poco alejados del grupo o seguro la hubiesen escuchado al tratar de desahogarse del tremendo orgasmo que acababa de deleitar a su cuerpo. Creyó que eso iba a ser todo, pero al sentir de nuevo esos dedos traviesos, esta vez entrando en la profundidad de su vagina, se dio cuenta de que el muchacho planeaba llegar más allá de una simple excitación y exploración. Él le sonrió, una de esas sonrisas a las que realmente no estaba acostumbrada; una expresión de diversión y satisfacción que la animaban a continuar. El apetito sexual se incrementaba conforme la mano del joven se hundía más y más en el interior de la sacerdotisa, la cual reaccionó con suaves movimientos ampliando así el contacto con los dedos del shaman, sumando a todo esto los constantes e inusualmente incitadores gemidos que Anna emitía. La figura de la joven comenzaba a sudar más; ella trató de no temblar, pero lo sintió venir de nuevo... el segundo orgasmo se apoderaría de toda su silueta para hacerla gemir de inmenso gusto, más no fue así. En su afán por satisfacerla y excitarse a si mismo, el joven shaman presionó más hondo en la vagina sin saber que esto le ocasionaría un pequeño problema... No creía haber alcanzado la barrera de la virginidad de la chica tan pronto; apenas la tocó, tan sólo presionó un poco y de inmediato los brazos de Kyouyama lo rodearon tratando de resistir el pequeño pero incomodo dolor que la había tomado por sorpresa. * Yamete, yamete !!... ¡ no sigas !. * Las palabras de la itako lo detuvieron de inmediato, y con la misma velocidad con que pospuso su labor, sacó los dedos de aquel lugar prometedor de placer. No quería lastimarla, derecho a hacerle daño no tenia; aunque se moría por continuar no le quedó más que resignarse a esperar un poco más. Mientras la oportunidad volvía sus labios tocaron al cuello femenino, besándolo, probándolo, mordiéndolo y, de vez en cuando, succionándolo dejando un par de áreas moradas, prueba del deseo que por ella tenia. Anna gimió, en parte por el ligero dolor y en parte también por la hermosa sensación de aquellos labios que le hacían sentir de esa manera. Los pechos de la itako se habían endurecido gracias a los constantes “cariños” que las manos del shaman le propinaban. La parte superior del vestido negro ya no cubría el busto de la chica y ahora la tela de aquel se encontraba arrugada en la cintura de la joven, permitiéndole una excelente visión al muchacho, dejándolo totalmente embelesado con tal belleza física. En ese momento, lo único que sus sentidos percibían era esas dos hermosas creaciones de la naturaleza; sus manos los acariciaban, sentían y apretaban, y sus ojos de ahí no podían despegarse, además, su olfato no podía captar otra cosa que no fuera el aroma de la joven; su perfume, el olor de su joven piel y aquel exquisito e incitador aroma que desprendía su sexo, un enloquecedor y excitante aroma producto de las ansiosas travesuras que minutos atrás a su vagina tocaron. No pudiendo contenerse más, el shaman hundió el rostro entre aquellas obras del cielo. El primer contacto fue un pequeño beso con ternura, después, su lengua salió a jugar con los pechos de la chica, recorriéndolos en su totalidad pero sintiendo especial atracción por las aureolas rosas que se tornaban erectas debido a la excitación. Su forma era tan tentadora que el chico sencillamente permitió que su lengua degustase una y otra vez aquel área; lamiendo con increíble dedicación y deseo, mordiéndolos ligeramente en un par de ocasiones para después succionarlos y degustarlos cual niño amamantando. Anna, sostenida y de alguna forma sentada sobre la cintura del joven, se percató que algo comenzaba a formarse suave y tranquilo, pero constante, contra sus piernas, buscando quizás retornar a su húmeda vagina. Creyendo en un principio que se trataba nuevamente de los dedos del shaman, no vio como mala idea el juguetear un rato más de esa forma; sin embargo se percató de que esta vez se trataba de algo un tanto más grande y grueso, y claro, también excitante. Dirigiendo la mirada por un momento a los pantalones de su compañero, notó como un bulto sobresalía de estos, levantándolos y delatando la condición de su cuerpo. * Por favor... *_Le suplicó el shaman._* Necesito entrar en ti. * Vaya, eso si que era increíble; ver a un hombre suplicar de esa manera tan atenta, la itako no estaba acostumbrada a eso. Con las manos sin un movimiento importante hasta ahora, la sacerdotisa deslizo estas hasta la entrepierna del joven, sujetando el zipper de los pantaloncillos y deslizando aquel hacia abajo con gran lentitud. Ambos se miraban a los ojos reflejándose cada uno en las pupilas del otro. Quizá fue magnetismo, quizá fue excitación o quizá simplemente algo para complementar la lluvia de contactos; el caso es que se besaron con profundidad y pasión; una pequeña entrega antes del platillo fuerte. Ni él, ni ella tuvieron justificación para esta caricia, fue la sensación en el pecho que coincidió en ellos al mismo tiempo. De pronto vieron algo en los ojos del otro... una sensación cálida fue provocada. La excitación y la lujuria los obligó a manifestarse de aquella forma y a no postergar más lo que ambos frenéticamente deseaban. Fue así que Kyouyama introdujo la mano derecha en los pantaloncillos del joven, sintiendo aquel duro, y de considerable tamaño, pedazo de carne humana. Emitiendo un sonido ronco, el shaman siguió besando y mordiendo el cuello de la chica en tanto que esta exploraba el miembro masculino; era curiosidad y excitación al mismo tiempo. La itako se sintió guiada por el deseo, un instinto dormido en ella hasta ahora, algo que la hacia masturbar el pene de su acompañante. La porción de carne era firme y con las caricias que la joven rubia le propinaba, el instrumento creció y creció al grado de no poder mantenerse aprisionado por más tiempo dentro de los pantaloncillos; comprendiendo esto, Anna liberó al miembro de aquel encierro, permitiéndole sentir aun mejor las caricias de sus manos. ""¿Qué estoy haciendo?."" Esa pregunta se había formulado desde el instante en que los labios de la chica fueron poseídos por la ardiente boca del shaman, y aun a estas alturas la respuesta sencillamente no apareció. La piel del joven la quemaba y le provocaba escalofríos, en especial cuando, por su descuido al no percatarse antes, el pene masculino intentaba adentrarse en su vagina. Anna suspiró excitada al sentir la punta del miembro adentrarse entre los labios vaginales de su sexo. Fue lento, muy, muy lento el avance de aquel arma sexual; era tan cálido, tan placentero... para ella, lo que estaba sucediendo, era hermoso!!. Su mente divagaba; se creía tonta al pensar por un sólo instante en que sus cuerpos fueron diseñados para explorarse justo en ese instante. ""¡¡ Que estúpido !!."" Ella pensó, pero al ver nuevamente los azules ojos de su acompañante, la idea ya no le parecía tan loca. Las manos del shaman sostuvieron con fuerza a la chica poco después de viajar de la cintura a las piernas de la itako. Anna le ayudó en gran parte al rodear la cintura de su amante con sus piernas, cruzando estas detrás de la espalda y aferrándose a él... nada la haría soltarlo. Lo que ambos deseaban era justamente esto: el roce constante entre sus sexos. Los gemidos volvieron, esta vez por parte del muchacho que al sentir la humedad y el fácil, y perfecto, deslizamiento en la vagina de la joven, sólo podía hacer eso, gemir... Y no sabiendo que fue lo que más lo excito, si las insistentes y suaves manos femeninas que lo acariciaban por doquier, los delicados labios que no paraban de llenarle de besos el rostro, o la constante fricción de sus sexos.... no sabia. La increíble mezcla de todos aquellos hermosos y excitantes contactos... pudo ser sólo eso. O quizás... que era con “ella” con la que estaba. No podía negar que él la observó hermosa desde el primer instante; y esa belleza fue el detonador de tanto deseo. ¡¡ Él estaba loco de pasión !!. Así, la sostuvo entre sus brazos, mientras él se inclinaba de forma que ambos quedasen recostados sobre el pasto. Con tan sólo la punta de su miembro en el interior de la jovencita, él se llevo las piernas de la misma hasta los hombros, adoptando una posición que le facilitaba enormemente la entrada. Acariciando por completo su silueta, desde los senos hasta las temblorosas y suaves piernas; el chico movía, agitado, de adelante hacia atrás las caderas, era un ritmo constante, fácil, aunque un poco lento. Disfrutaba del ir y venir de los pechos de la itako, movimiento propiciado por las duras y consecutivas entradas del miembro masculino. Oh, dios!!, se sentía incitado a probar nuevamente de aquel par de hermosos y suaves atributos de la mujer. Hubo un gemido, quizá de molestia, quizá de sorpresa; fue una penetración más fuerte que las anteriores la que provocó que la joven emitiera aquel sonido, esto sumado a que las filosas uñas seguían clavadas en la espalda del joven, obligándolo a mirar ambos sexos unidos... un delgado hilo de sangre emergía de la vagina de su amante. * No es n-nada. * Y fue su hermosa voz envuelta en un susurro lo que más llamó su atención. A los ojos la miro, y si bien su rostro no expresaba precisamente dolor, si denotaba cansancio e incomodidad. Como toda respuesta a las palabras de la rubia, el shaman buscó los labios de esta para devorarlos con pasión, quizá también con agradecimiento. Pasado un rato, reiniciando con aquella danza que fuese detenida. Movimientos que buscaban un insistente contacto entre sus sexos. Y a cada segundo transcurrido, a cada momento que el pene del chico entraba en ella, la silueta femenina se tornaba todavía más atractiva y desafiante. En parte era el agua salada que su cuerpo transpiraba y que parecía lograr que la figura de Anna brillara en la oscuridad de la noche. También su lindo rostro invadido de placer; sus negros ojos cerrados; su boca abierta al no poder contener los sonidos que de esta salían, y ese adorable color rojo en sus mejillas... ¡ Kami, no pudo evitarlo !!. * Creo... creo que t, te quiero. * Ante las palabras del joven, Anna abrió los ojos tan sólo para contemplar como el rostro de su amante se aproximaba al suyo. La besó, y la besaba. Parecía querer devorar su boca y contagiarse del delicioso sabor que habitaba en el interior de esta. Ella se le aferró utilizando las piernas para “abrazarlo” y hacerle entender que no deseaba que saliera de su cuerpo. Así, mejilla con mejilla, la sacerdotisa sintió el tierno calor humano que para ella existía; y cuando su corazón latió locamente al punto de creer que saldría de su pecho en cualquier momento, no por excitación, no por lujuria; fue ahí cuando ella se dio cuenta de que esta era la primera vez que se sentía amada, deseada. Y lloró; sólo fue una lagrima la que solitariamente se deslizó por la mejilla derecha, haciendo contacto con el rostro del shaman en un fino instante de roce. * Ho... Horo Horo. * De un momento a otro, la penetración se incrementó con bastante fuerza. A cada empuje de las caderas del shaman ella emitía gemidos cada vez más profundos. Esa penetración desenfrenada; un deslizamiento rápido y sencillo entre la antes virginal vagina de la itako. Tratando de no gemir, Anna apretaba los dientes con fuerza. ¿Qué si lo disfrutaba?: Si, pero no deseaba que el apuesto joven de cabellera azul se lo echase en cara después. Claro que con los entrecortados sonidos que él emitía, era muy difícil concentrarse en no demostrar placer; era más que evidente que ambos estaban disfrutando de esto. Ella, por la constante entrada y ataque del pene del shaman; él, por la fricción y roce entre su miembro y los músculos internos de la joven. El placer ha ido llegando a limites increíbles, tanto así que comienza a arrancarles gemidos y palabras que en condiciones normales no dirían. El chico de cabello azulado no podía sentirse más complacido y excitado cuando Anna hubo iniciado movimientos de entrada y salida, y de arriba a abajo, provocando ella misma que el trozo de carne de su amante entrase una y otra vez. De pronto no pudo evitar sentirse completamente dominado cuando fue ligeramente empujado contra el césped, para luego ver la rapidez con la que su mujer se sentaba con las piernas a los costados; tomando el miembro varonil entre sus finas manos para guiarlo lentamente hasta su vagina. Ella sólo tuvo que bajar un poco las caderas para que de un momento a otro la espina se le quedara clavada en el sexo nuevamente. Aquel cuyo espíritu manipulaba el hielo, pudo notar el fuego en los ojos de la itako; una mirada de pasión, excitación y lujuria, una provocadora mirada llena de deseo que iba dirigida a él y sólo a él. * Necesito más !!. * Anna habló de una forma un tanto seca, pero las ansias la llevaron a arañar el torso de su amante; un pecho bastante varonil y atractivo ante los ojos de la chica, el mismo que había sido despojado de sus ropas hace ya varios minutos, así como las demás que en determinado momento hubiesen cubierto a su cuerpo. En tanto, el chico peliazul sujetaba a su mujer de las caderas con una fuerza casi delirante, iniciando así con una serie de movimientos circulares para que ella lo montase mejor. Horo no pudo evitar estrujar con fuerza aquel par de senos que adornaban la figura de la joven. Besarlos era tan necesario que cuando sus labios hicieron contacto con al piel de la chica pareció devorarlos entre besos, lengüetazos y succiones. * Mmm... Horooo, no te detengas. * Ambos cuerpos parecían necesitarse y buscarse mutuamente. En cada penetración de fuerza y rapidez tremenda, el sonido que producía la entrada del pene del muchacho en la increíblemente húmeda vagina de la itako, era similar a una pelota al chocar con en suelo mojado. Todo era hermoso, perfecto; todo era pasión y placer, sin embargo, prolongar un poco más la intensa situación ya no iba a ser posible. El shaman se vio envuelto entre los brazos de la sacerdotisa, a la cual sintió temblar sobre su cuerpo. * Ohh, Horo Horo... por favor, mantente dentro mío. E-esto se siente tannn bien. * Las palabras apenas y pudieron ser entendidas por el joven oji-azul que sólo atinó a sonrojarse al mirar a Anna ser atacada por un fuerte orgasmo que la recorrió haciéndola gemir agradada y locamente. Para ella, esto había concluido. Era el cansancio, la satisfacción y comodidad lo que ahora embarga su ser. * Eso, eso fue... increíble !. * Poco después de confesar su sentir, la itako se recostó sobre su amante tratando de asimilar todo cuanto había acontecido. Quiso mantenerse así, con el pene del shaman aun dentro de su vagina, cosa fácil considerando que este aun continuaba penetrándola con insistencia. * Anna... no puedo más. * La chica apenas y pudo escuchar esa frase; para cuando se dio cuenta, Horo Horo abandonó inesperadamente su vagina para luego ofrecerle su pene duro y palpitante. No lo pensó dos veces, ella aceptó abriendo la boca y recibiendo en esta aquel instrumento que segundos antes la hiciera muy, muy feliz. Con sólo la mitad del miembro masculino en su garganta, ya que la longitud de este no le permitía degustar más, la sacerdotisa saboreó como pudo el pene de su poseedor, lamiendo cada centímetro de carne y succionando, delirante, la punta. Logrando, al cabo de unos minutos, que el chico no pudiese contenerse más y por ende expulsara una fuerte eyaculación que desembocó en la garganta de la itako. Bebiéndose lo que pudo, Anna permitía que una considerable cantidad de semen escapara de sus labios y que esta misma escurriera por su cuello y sus pechos aun excitados. * Ufff, no puedo creer lo que ha pasado. * Siendo estos los últimos segundos en que los labios y la lengua de la joven recorrían intensamente su miembro, Horo Horo no pudo evitar que las anteriores palabras de emoción se escapasen de su boca. Al oírlo, Anna se incorporo de frente al muchacho, mirándolo intimidante. Y a pesar de todo, ese momento fue un tanto incomodo; ellos dos, de pie, mirándose a los ojos y además... desnudos !!. Pero también fue un momento muy agradable, el mirarse mutuamente y descubrirse satisfechos el uno del otro; percibir el deseo de una “próxima vez”. * Y... ¿qué se supone que vamos a...? * La Kyouyama quiso decir algo, pero el repentino toque frío entre el viento de la noche y su desnuda piel la hizo callar y abrazarse a si misma. Aprovechando que al frío de la noche ella no era inmune, el shaman se atrevió a abrazarla, e instantes después a besarla. Decir que ella le correspondió a sus deseosos labios, esta de más. Y ahí, en medio de quien sabe que lugar, a quien sabe que horas de la noche, se encontraban dos amantes que se besaban apasionadamente. Descubriendo cosas muy interesantes el uno del otro. Él, que la itako podía ser más cariñosa de lo que parecía y, que quizás, podía ser ella quien apaciguara su deseo por una novia; sonaba absurdo considerando que ella estaba comprometida, pero ni siquiera eso le importó.... a ninguno de los dos. En tanto la sacerdotisa descubrió que el shaman era más interesante y atractivo de lo que aparentaba. Lo cierto es que, por ahora, Anna sólo quería permanecer entre los brazos del chico de Hokaido; quizás después consideraría la opción de vestirse. Ya que, contrario a lo que ella pensaba, los labios y piel de Horo Horo eran cálidos y ardientes, capaces de derretir a su escudo de hielo. ... El shaman y la reina de hielo... juntos encendieron el fuego en el hielo.
Finalizado. *~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
He aquí mi primer fic de Shaman King, definitivamente no es el primero en español, pero sí de los primeros con esta “pareja”, si no es que el único... Me encantan estos dos 0v0 .
¿Por qué sobre ellos?: Bien, pues yo adoro a Horo Horo; es tan lindo, LO AMO. Y pues Anna es uno de los personajes más importantes. Eso y que he leído varios fics donde la itako es relacionada con Yoh, por obvias razones; con Hao y hasta con Len, pero nunca con Horo.
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 17 de Julio de 2003.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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